"Me quedaré solo, en un lugar donde no se escuchen voces. "
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—¡Maldición! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué no funciona?! ¡Maldición! ¡Maldición! —Ricky maldijo con gran frustración y angustia mientras destrozaba sus formaciones— ¡¿Por qué no puedo traerlo de regreso?!
Jiwon, la ahjumma que había curado a Ricky durante el incidente del despliegue, miró al rubio y no pudo evitar llevarse las manos al pecho con gran preocupación.
Había sido ya hace casi un mes desde que un Ricky muy agitado se presentó en medio de la noche en la puerta de su casa sobre un tigre blanco de ojos carmesí.
Aunque Ricky fue el que apareció frente a ella, él parecía desorientado y confundido, parecía que no sabía por qué había venido hasta aquí, como si inconscientemente hubiera regresado al único lugar en el que podría sentirse seguro ahora.
Desde la primera vez que conoció al par de jóvenes, Jiwon había tenido un impulso natural por cuidarlos. Quizás fue porque los ojos de ambos reflejaban historias crueles y desafortunadas, que Jiwon quería consolarlos y ayudarlos, por lo acogió nuevamente al par.
Sin embargo, se preocupaba de que ya no hubiera mucho que hacer por Gyuvin.
Jiwon habilitó el sótano de su casa y ayudó a Ricky a investigar sobre los pocos casos estudiados de desviaciones.
Habían sido optimistas al respecto al principio, pensaron que con la experiencia de Jiwon y el talento de Ricky, definitivamente podrían hacer algo, pero todos los intentos fallaron.
Ambos sabían que cuanto más tiempo Gyuvin permaneciera en ese estado, más difícil sería ayudarlo.
Jiwon sabía que si no habían logrado acceder al subconsciente de Gyuvin cuando Ricky estaba en mejor condición, mucho menos podrían hacerlo ahora que el omega estaba mentalmente roto y fatigado.
Lo que más preocupó a Jiwon fue la manada Shade. Mantener a una bestia desviada en secreto era ilegal, por lo que en cualquier momento una división de Shade podría aparecerse para llevarse al tigre y no sabía cómo iba a reaccionar Ricky en el estado mental caótico en el que estaba.
—Otra vez —Ricky murmuró mientras se llevaba una mano a la sien debido a la migraña.
Las runas y matrices volvieron a activarse en el suelo, pero el brillo que emitían era inestable y opaco, a penas lograban hacer que el tigre se durmiera.
Jiwon apretó los labios y se acercó cuidadosamente, se arrodilló al lado de Ricky y le dio unas palmaditas en la espalda.
—La comida está lista, cariño.
Ricky negó.
—Ahjumma, ya te dije que no necesito comer, yo-
—Puedes producir todos los nutrientes por ti mismo sin necesidad de comer. Sí, ya me lo has dicho, pero no veo que puedas producir nada de eso en este momento.
Era un hecho de que en las últimas dos semanas, Ricky perdió peso, las ojeras bajo sus ojos se volvieron más oscuras y su piel se veía tan delgada como una hoja de papel, se veía muy enfermo.
—No aceptaré más de tus excusas, ven conmigo, ¡De lo contrario me enojaré! —Jiwon declaró.
Ricky rasguñó la madera del suelo y Jiwon se apuró a convencerlo:
—Sabes que estás en tu límite, ¿Qué puedes hacer una vez que colapses y ni siquiera puedas ayudarte a ti mismo?
Ricky se mordió el labio, inhaló con dificultad y poco a poco la tensión de su cuerpo se fue disipando.
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JADE (RYUVIN/GYUBRIK)
FanfictionShen Ricky fue aclamado como un genio entre los genios cuando tenía catorce años. A los quince, ya había pateado el trasero de todos los Alfas y betas de la manada hasta la inconsciencia. A los dieciocho, fue nombrado capitán. Y a los diecinueve, y...