玉:(VEINTICINCO) 二十五

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Mientras el par de Alfas se miraban sin hacer o decir nada, la tensión creció entre los espectadores.

Las miradas recayeron en el inexpresivo Shen Ricky, preguntándose si estaba bien que permitiera que esos dos pelearan.

Incluso si Gunwook ya no estaba a su cargo, todavía fue considerado por el chico como su maestro y Capitán. No era adecuado que dos pupilos del mismo Capitán entraran en conflicto abiertamente.

No era un secreto que Park Gunwook había contenido su desagrado hacia Kim Gyuvin por el bien de la manada y por no afectar más la reputación de Ricky, pero ahora que tenía al otro de frente y bajo las circunstancias actuales, ¿Por qué debería reprimirse? Podía decir que la intensa pelea se dio debido al torneo y no porque detestaba al otro.

Como sea, la mayoría empatizaba más con Gunwook quien era un estudiante excelente y gentil, que con el problemático chico nuevo, pero a estas alturas viendo las habilidades de Gyuvin, ya no tenían en claro quién sería el perdedor.

A como habían visto, los dos jóvenes Alfas tenían un estilo muy similar al de Shen Ricky cuando se trataba de luchar en su forma humana, siendo Gunwook quién más se le asimilaba. 

Sin embargo, era obvio que la naturaleza en la lucha de cada uno era muy diferente entre sí.

Gunwook tenía movimientos precisos, bien pensados y perfectamente ejecutados. Utilizaba la fuerza adecuada, la postura adecuada y cada movimiento fue ejecutado con tal precisión que no dejaba ningún agujero en su defensa. Su estilo de lucha era muy noble y digno de admiración, utilizando la superioridad de su técnica y talento para infundir miedo en su contrincante.

Por el contrario, Kim Gyuvin utilizó la fuerza desmedida y movimientos letales. Su defensa estaba llena de agujeros, pero su demostración de fuerza haría que su contrincante pensara más de dos veces para acercarse, pues su capacidad de reacción era increíble y eficiente, cubriría la brecha rápidamente y enviaría un ataque sin misericordia a su oponente. Su estilo de lucha era desordenado y brutal, usando la fuerza letal para infundir miedo.

Había algo claro en todo esto:

Park Gunwook luchaba como un justiciero de ideales nobles, mientras que Kim Gyuvin luchaba como un enloquecido superviviente.

Se decía que no había una bestia tan peligrosa como aquella que está herida y desesperada por sobrevivir. Esto era exactamente lo que se podía percibir del estilo de batalla de Kim Gyuvin.

¿Qué situaciones había enfrentado el joven Alfa para formarse a sí mismo en un luchador de este tipo?

La noche había caído, pero en el espacio abierto sobre la montaña frente al templo, las linternas de papel que flotaban lentamente sobre el templo iluminaron el lugar con tenues tonos de naranja.

—Ser un mentiroso es lo que mejor se te da —Gunwook fue el primero en decir—. Me has engañado mostrando un rostro indefenso la primera vez, pero también los engañaste a todos. Ya que mientes tan a menudo, me hace preguntar si incluso tu conoces tu verdadera cara.

—La conozco.

—¿Tendrás las agallas para mostrarla alguna vez?

—Estoy trabajando en ello.

Gyuvin tomó una respiración cuando empezó a percibir la agitación de Ricky, por lo que decidió terminar con esto rápido. 

El alfa más joven miró hacia la puerta del templo, donde un monolito de piedra se alzaba a la altura de su hombro. En la punta de dicho monolito yacía un orbe dorado, el trofeo del campeón.

—Park Gunwook, no estoy aquí para ganar, así que tengo que decepcionarte y retirarme de este duelo.

Gunwook resopló con frialdad.

JADE (RYUVIN/GYUBRIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora