Capítulo 24

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Narra Alfonso.

Lunes, aunque estaba destruido por todo lo que sucedió el fin de semana, debía ir al instituto, no podía meter mi asuntos personales con el trabajo.
La ceremonia fue tranquila por suerte, fueron familiares a darnos el pésame, la ceremonia fue rápida, a mi madre nunca le gusto todo eso de "El dios te salvara.." y todo eso, aunque creía en Dios, para ella no era su fuerte.
Quede incomunicado por todo el fin de semana por que sin querer se me callo el celular por el retrete.
No pude comunicarme con Anny o con cualquier persona, todo mis contactos se me fueron, debía compradme otro celular.
Frene de golpee el auto ya que me di cuenta que ya estaba en el instituto.
Apague el auto y salí de este.
Agarre mi maletín y camine por el pasillo hasta el curso que me pertenecía, estaba tan cansado y confuso que ni me acuerdo de que curso debía estar en estos momentos, seguro ya era tarde.
Agarre mi maletín y saque mi libreta, ahí estaba anotado todas las cosas que debía hacer.
Sala 22 estaba garabateado en la hoja, volvía a acomodar todo en su lugar y volví mi rumbo a la sala 22.
Cuando llegue entre pensando que estaría lleno de alumnos pero lo que me encontré fue más sorprendente.
Anahí, con lo que parecía ser su madre, la directora y ¿dos policías? ¿porque había dos policías?.
-Bueno días-dije algo confuso.
Todos se dieron vuelta y mi mirada se encontró con la de Anny ¿qué carajos? tenía los ojos llenos de lágrimas, bien rojos.
-¿Usted es el señor Herrera?-pregunto uno de los guardias.
-Mamá no hagas esto por favor-escuche que decía ella a la persona que estaba a su lado sujetando su brazo con fuerza.
Mire a Anahí y ella me miraba, las lágrimas ahora estaban todo por sus mejillas.
-Sí...soy yo.., ¿qué pasa? ¿Anahí por qué lloras?-pregunte dejando mi maletín en el suelo.
Anahí logro soltarse y corrió a mi brazos, sus brazos rodearon mi cuello y yo quede parado ahí con mis manos en su cintura.
¿Por qué hizo eso? ¿qué carajo estaba pasando?.
Ella lloraba sobre mi hombro y yo no pude aguantar más verla así y la abrase.
-Shhh..tranquila ¿qué sucede? no puedo comprender nada-dije confuso en su oído.
Los policías se acercaron a nosotros y antes de que nos separaran pude escuchar que Anahí me decía "Ellos saben todo".
Me quede hay parado como en shock ¿todo? ¿qué es todo?.
-Alfonso Herrera esta arrestado por mantener relación amorosa con una menor-los policías agarraron mis brazos y lo llevaron a mi espalda, sentí como ponían las esposas en mis muñecas y escuche como las cerraban.
Yo mira a Anahí y ella estaba mirándome, pero no podía hacer nada ya que su madre estaba agarrándole por brazos.
-Esperen-reaccione-¿Qué? NO aguarden yo no he hecho nada, Anahí dile-dije mirándola mientras trataba de soltarme de los policías.
-Si mamá, el no hizo nada, todo fue mi culpa, suéltalo, saca la demanda, si está enojada, enójate conmigo, pero no le hagas nada a el-pidió llorando Anahí a su madre.
-Cállate - ordeno furiosa.
Agarro su brazo y la obligo a caminar hacia la salida.
Los policías comenzaron a decir mi derecho, pero la verdad es que a mí no me importaba.
¿Y ahora que carajos pasaría?

(...)


Me metieron a un celda, pero no sin antes de sacarme todo lo que tenía (menos la ropa es obvio).
Las puertas se cerraron con un fuerte golpee dejándome encerado.
Tenía derecho a un llamada pero ¿a quien?, no podía llamar a mi hermana diciendo "Hola hermana ven a buscarme a prisión ya que me metieron por acostarme con mi alumna la cual amo" no, eso sonaba idiota.
Anahí, ¿cómo estaría ella?, me preocupaba, y no me importaba estar ahora acá, bueno si, pero no estaba enojado, no con ella, sabíamos que esto pasaría algún día y mejor temprano que tarde ¿no?.
Me gire para mirar a las personas que estaban conmigo.
Eran 2 en una esquina un gordo con el cabello en rulos y cerca de las camas un pelado con un millón de tatuajes.
- ¿Por qué te metieron?-pregunto el gordo.
Lo miré y negué con la cabeza.
-Larga historia ¿cuánto tiempo?-pregunte apoyándome en la pared.
El gordo miro la celda y después a mí.
-Creo que estaremos aquí un largo tiempo-respondió.
De su bolsillo trasero del pantalón saco un mazo de cartas- ¿Juegas?-pregunto mostrándome las cartas.
Solté un largo suspiro y después respondí.
-Yo doy-me acerque al gordo y agarre las cartas.

Narra Anahí.

-Maldita sea-grite mientras pateaba la puerta con furia.-Déjenme salir-golpeando la puerta ahora con mis manos, nada se escuchaba, aunque sabía que esos dos gorilas de mi madre que había puesto para que yo no pudiera ir a ver a Alfonso estaban parados ahí, solo cuidando la puerta.
Dios esto era una tortura, sabía que Alfonso me estaría odiando, que este sería el final, no por favor dios que no sea el final.
Me di la vuelta y dejé que mi cuerpo quedara apoyado en la puerta.
Con mis dedos comencé a masajear mi sien ya que comenzaba a dolerme la cabeza.
-Muévanse par de gorilas -se escuchó una voz al otro lado de la puerta, una muy familiar.
-Lo siento no..
-Y un pepino que no puedo pasar-chillo Dulce ya con tono algo enojado.
Se escuchó como se introducía la llave, me aleje de la puerta unos tres pasos y después esta se abrió y dejando pasar a mi amiga.
-Dulce-dije con alivio ya cuando entro en la habitación, ella se acercó a mí y con sus brazos me abrazo fuertemente.
Yo le correspondí y no pude evitar soltar algunas lágrimas.
-Hey tranquila-susurro Dulce deshaciendo en abrazo.
Agarro mi rostro con sus manos obligándome a mirarla-Cálmate al bebe no le hace bien que estés nerviosa o agresiva-dijo y asentí mientras limpiaba mis lágrimas.
-No aguanto más-dije caminando hacia mi cama y sentándome en ella.
Dulce se sentó en a mi lado y comenzó a acariciar mi espalda.-Sé que él me odia, sé que me detesta y no me puede ver ni en figurita, lo sé-dije tirándome hacia atrás mirando el techo-Además sé que me odiara más cuando se entere de el-lleve mis manos a mi vientre y lo acaricie por sobre la ropa.
- Anahí yo creo que él no te odia-susurro Dulce-Ni a ti y ni a el-dijo y deposito un beso en mi estómago.
- ¿Y por qué crees eso?-pregunte algo enojada, mientras me ponía de pie.-Por mi culpa él está en donde está, ahora está en prisión y esto es solo el comienzo, mi madre va a decir cualquier cosa para que él se pudra en la cárcel, por así decirlo-comenzó a caminar de un lado a otro mientras Dulce me veía sentada en la cama.
-Amiga cálmate-pidió con voz tranquila-Dile a tu madre-dijo soltando el aire.
Me detuve y levanté una ceja mientras la miraba.
- ¿Que le diga qué?-pregunte confundida.
-Dile todo, explícale, habla con ella y dile de él o ella-dijo señalando a mi vientre.
-Ya lo intenté Dulce, todo el día de ayer, hoy a la mañana, trate de llamarla, hablarle, explicarle pero ella no quiere escuchar, me odia y me odiaría más si le digo del bebe-dije volviendo a la cama y acostándome en ella.
Dulce se acostó a mi lado y acaricio mi barriga por arriba de la ropa.
-Es la única solución Anahí, no queda de otra, encuentra el momento y díselo, es una madre, es tu madre, no te dejara sola en este momento de tu vida tampoco creo que dejara sin un padre a esta criatura, no quera que se repita la historia con él o ella-dijo refiriéndose a mi barriga y a mi historia con mi padre.
Solté aire y cerré mis ojos para aclarar mi cabeza, Dulce tenía razón, si le digo, si hablo con ella de seguro entenderá, comprenderá todo, lo haré hablare con ella, tendrá que escucharme quiera o no.
-Gracias-dije mientras giraba mi cabeza para mirar a Dulce que estaba al lado mío.
Ella copio mi acto y también me miro.
-¿Por qué?-pregunto frunciendo el entrecejo.
-Por estar siempre que te necesito-dijo con media sonrisa.
Ella sonrió y después dijo:
-y tú en la mía, amiga.

(...)


No supe cuánto tiempo transcurrió o como este se fue volando, solo supe que eran las cuatro cuando Dulce se tuvo que ir.
Ahora estamos acá, dos horas después, mirando el techo porque era lo único que podía hacer, eran las seis, sabía que a las siete mi madre llegaría y los gorilas que estaban en mi puerta se irían y yo sería libre.
La puerta se escuchó y por ella entro Mika.
-Hola Mika-dijo me sentía algo avergonzada frente ella pero no sabía muy bien el motivo.
-Hola Anahí -dijo Mika, por primera vez me llamaba por mi nombre, me agrado pero me hizo sentir algo mal, ya que siempre me decía señorita por respeto y ahora con todos los actos que cometí ¿abra perdido todo su respeto hacia mí?.
-¿Sucede algo?-pregunte mientras me sentaba en la cama, la comida no podía ser ya que uno no traía alguna bandeja y dos me la había traído hace una hora y me lo comí todo, más bien el pequeño que tengo dentro se lo devoro todo.
-Hay una llamada para usted-dijo estirando el teléfono y yo corrí rápido hacia ella, agarre el teléfono y me lo lleve al oído.
-¿Hola?-pregunte ya que no se escuchaba nada.
-Hasta que al fin contestas-dijo la voz de Alfonso algo apurado.
-Alfonso-mi garganta se convirtió en un nudo que no podía tragar.
-Si soy yo no tengo mucho tiempo-dijo, seguro los policías estaban atrás de él.
-Alfonso lo siento tanto, todo esto es mi culpa, fui una tonta, trate de comunicarme, pero no me contestabas, no sabía dónde más llamar, además estaban con las cosas de tu madre, que también lamento eso y todo paso tan rápido y sé que me odias, lo sé, no tienes que decírmelo, pero hay algo que debo decirte..
- Anahí cállate y deja de hablar-pidió Alfonso-No te odio, te amo y esto-dijo refiriéndose a todo lo que está pasando-Esto es solo una roca en el camino, lo resolveremos, todo saldrá bien-Dios no podía creer que tuviera tanta fe en que se resolvería las cosas, yo estaba por tener un colapso.
-Alfonso lo resolveré, de un modo u otro te sacare de ahí y resolveré todo-necesitaba que confié en mí, aunque sabía que lo hacía necesitaba escucharlo.
-Confió en ti-fue como si leyera mi mente.
La habitación comenzó a dar vueltas y me sentí mareada.
-¿ Anahí ,que querías decirme?-fue lo último que escuche antes de que todo se vuelva oscuro y yo caiga al suelo inconsciente.

(...)


comencé a incorporarme lentamente, abrí mis ojos y mira a mi alrededor, aún seguía en mi habitación, estaba en mi cama acostada con un paño mojado en mi frente, no recordaba que ocurrió, solo recordaba que estaba hablando con Alfonso después todo se volvió negro.
-Me desmaye-susurre para mí.
Mire a mi derecha a mi mesita de luz eran las ocho de la noche, dios mi madre ya estaba en casa y yo había perdido tiempo sagrado.
Me levante de la cama con un movimiento brusco, mala idea, ya que me sentí un poco mareada, me quede quieta y después de unos segundos volví a la rutina normal, camine al baño y allí me peine, cambie, lave mis dientes e hice mis necesidades.

Mi Alumna Favorita (AyA Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora