Capítulo 3

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- El Centro Histórico de la Ciudad de México , edificio 1128, tercer piso, departamento B -dijo Dulce leyendo el papel que el profesor Herrera me había entregado.

Nos encontrábamos en mi habitación, ella estaba sentada con una pierna flexionada y la otra aplastado por su trasero.

Yo estaba en el piso, todos mis instrumentos de arte estaban a mi alrededor, desparramados el lápiz, la regla, las pinturas y mi pequeño caballete con un lienzo apoyado en el.

No sabía muy bien que pintar o que hacer, así que solo me quede viendo el lienzo para ver si una idea venía a mi cabeza, pero...nada.

Mire a Dulce que seguía con el papel en la mano mirándolo como queriendo que cobre vida o algo por el estilo.

- Estoy en blanco, creo que perdí el toque - bufe algo molesta mientras me acostaba al lado de mi amiga con la mirada en el techo blanco escarchado.
- No creo, seguro tu cabeza esta algo desconcertada y por eso no te sale nada - dijo ella mientras se acostaba a mi lado.

Le saque el papel de la mano y lo observe.

- El Centro Histórico de la Ciudad de México, edificio 1128, tercer piso, departamento B - leí lo que decía el papel, después lo pegue a mi pecho - Tu tuviste la idea ¿qué le voy a preguntar? - pregunte girando la cabeza para mirarla, ella hizo el mismo acto y nuestras miradas se cruzaron.

- No sé, esa idea me salió en ese momento, no tengo mucha imaginación para las preguntas - dijo y se mordió el labio inferior.

Rodé los ojos e hice un puchero.

¿La puerta sonó y la mucama entro, que no les conté?, pues mi madre es una famosa diseñadora de moda, gana millones cada semana y vivimos en una casa grande, y sí, tenemos una mucama.

- Permiso señorita Puente - pidió permiso tímidamente, era una mujer adulta, tenía el pelo rubio atado con un carmín y vestida con una estúpida vestimenta que le hizo poner mi madre.

- Mika he pedido que me digas Anahí, señorita Puente suena muy... cordial y anticuado, no estamos en la edad media - dije mientras me sentaba en la cama y fruncía el ceño - ¿Que sucede? - pregunte.

- Es su madre, en el teléfono - dijo y se acercó para alcanzarme el teléfono.

- Gracias - lo tome, ella asintió y se marchó de la habitación.

- ¿Mama? ¿qué sucede? - pregunte

- hija, tengo unos problemas acá en la oficina, unos vestidos no se entregaron a tiempo y debo resolverlo, tal vez no pueda hoy a la noche - dijo con un tono preocupado.

- Mama, por favor no lo hagas otra vez, el viernes pasado me has fallado, no otra vez, por favor - dije levantándome de la cama y comenzando a caminar por la habitación, no ella no podía hacer esto, hoy teníamos que ver una película de terror siempre lo hacíamos con papá y era una tradición, más que una tradición era una obligación, papá lo declaro así y así debe quedar.

- Lo se hija y lo siento mucho, pero no puedo tengo que resolver esto – dijo

*Elizabeth, ven te necesitamos*- se escuchó en la otra línea la voz de su asistente, Lisa.
- Hija debo colgar, lo siento mucho, otro día será, adiós- dijo y colgó dejándome con la palabra en la boca.

Enojada colgué el teléfono y lo avente en el escritorio que tenía por ahí en la habitación
- Hey ¿Qué ocurre?- pregunto Dulce parándose y poniéndose frente a mí.
- Mi madre, nuevamente me va a fallar – dije con lágrimas en los ojos, no era por tristeza era por enojo - ¿por qué lo hace? ¿por qué siempre me pone después de su trabajo? ,nunca le voy a importar, siempre está su trabajo antes que yo - gruñí molesta, tenía ganas de romper todo y tirarlo a la mierda.
- Hey, tranquila-dijo ella y me abrazo, eso de alguna manera me calmo y me pude tranquilizar.
- Gracias - dije después de separarnos -Ya fue, ¿te gustaría venir hoy en la noche? - pregunte.
Ella hizo una mueca con la boca.
-Me encantaría, pero no puedo, mi padre y madre quieren salir a cenar, aunque yo no quiera, seguro hablaran de cuando tenía 3 años y hacia un montón de travesuras - dijo rodeando los ojos ,yo solo reí por lo bajo.
- ¿Y no puedes cancelar? - pregunte triste.
-No los siento , ya hicieron reservaciones a un lugar muy elegante - dijo haciendo gestos con las mano, yo reí y la abrace.
- Esta bien - susurre.
El teléfono de Dulce comenzó a sonar, se separó de mí y lo atendió.
-<Hola> <si acá estoy> <okey, ya voy, no grites> - dijo y colgó, guardo su celular en su bolsillo trasero.
-Debo irme mi madre está algo desesperada, seguro es su vestido de gala - dijo e hizo una mueca con su boca de frustración – Adiós - dijo y beso mi mejilla.
- Adiós - susurre, ella me sonrió y salió de la habitación, dejándome completamente sola.

(...)


Las horas pasaron volando y ya eran las 9 de la noche, me la pase toda el día acostada en mi cama solamente mirando el techo y escuchando algo de música con mi MP3.
Me di una ducha de unos 15 o 25 minutos y depuse baje a comer algo en la cocina.
La casa era grande y un tanto espaciosa.
Baje las escaleras y me dirigí a ella , me encontré a Mika limpiando unos platos sucios en el lavabo.
- Hola Mika - dije entrando mientras me sentada en una de las altas sillas y apoyaba mis codos en la mesada que estaba en medio de la cocina.
- Señorita, ¿como esta? ¿tiene hambre? - pregunto cerrando el grifo de agua y secándose las manos con una servilleta descartable.
- Bien Mika y si tengo mucha hambre, puede hacerme un emparedado, como usted ya sabe hacer-pregunte con una media sonrisa.
- ¿No quiere un guiso u otra cosa?- pregunto frunciendo el ceño - usted no comió nada en todo el día.
- No solo eso gracias igual - dije y ella asintió.

Mi Alumna Favorita (AyA Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora