Mi Alumna Favorita (AyA Adaptación)

Epilogo

--------------------------------6 AÑOS DESPUÉS------------------------------------

Ahora puedo comprender la frase "Después de la tormenta sale el sol" ya que lo viví en carne propia.
Estos últimos 6 años fueron perfectos, yo comencé y termine la universidad, me dedique al arte que era específicamente mi vida, tendría pronto una exposición en una de los mas grande galerías de México, estaba trabajando mucho con este proyecto que a decir verdad lo amaba.
Alfonso sigue trabajando como profesor pero ahora en una universidad donde le va más que bien, la vida junto a él va como el viento en popa por no decir perfecta y única por supuesto, llena de amor y alegría claro que hay discusiones por nuestras diferencias pero eso es normal porque a todas las parejas les pasa lo mismo. compramos una casa con jardín grande, cuatro habitaciones, un living, cocina, comedor, cinco baños y dos estudios una para mí y otro para Alfonso.
Se escucha tres golpees desde la puerta de mi estudio.
-Pase-grite cerrando mi computadora donde estaba viendo algunas cosas.
Alfonso entro a mi estudio con un pequeño bulto entre sus brazos, yo apenas los miro sonrió de oreja a oreja.
-Lo siento molestarte pero alguien quiere a mamá-dijo Alfonso con una sonrisa.
Si lo que escucharon, Soy mamá, el pequeño bulto que sostiene Alfonso es nuestra hija de tan solo 2 meses, la llamamos Alanis como quería Alfonso, ella es hermosa, su carita redondita y unos grandes cachetes, los ojos todavía no sabemos de qué color serán pero seguro miel como los del padre, el pelo se está empezando a notar y es de color negro.
-Aquí estoy-dije acercándome a él y agarrando a Alanis en mis brazos, ella se movió un poco, abrí los ojitos, nos miró a ambos y después bostezo para volver a cerrarlos.
Mire a Alfonso y el solo a la nena, es tan pequeña y hermosa, no pesaba casi nada así que no era un peso en mis brazos.
Desde la sala se escucha un diminuto llanto y rápido fuimos los dos.
-Shh-dije Alfonso acercándose a un cuna donde estaba nuestro hijo Daniel, si... DOBLE MAMA, resulta que tuve mellizos, una nena y un nene, él también tiene el pelo negro y los cachetes redonditos.-Shh tranquilo-dice Alfonso mientras lo toma en sus manos y lo alza, lo pone contra su pecho y comienza a darle palma ditas.
-Eres bueno en esto-dije mientras camine hasta el sillón y con cuidado me siento en él, comencé a acariciar el cabello de Alanis, era suave y negro intenso.
-Tu tampoco lo haces tan mal-dijo el sentándose a mi lado con Daniel en brazos con dos biberones en la mano.
-Aquí tienes-dijo entregándome el de tapa rosa.
-Gracias-dije mientras lo agarraba y le saca la tapa.
Lo acerque a la boca de mi beba y con cuidado comencé a alimentarla.
-¿A qué hora vendrán los otros?-pregunto Alfonso.
estaba por responder pero en eso sonó el timbre.
-Yo voy-dije y me puse de pie con Alanis en brazos y el biberón en la mano.
Abrí la puerta y hay encontré a Dulce con don cajas grandes una azul y otra rosa.
-Hola-dijo feliz apenas me vio.
-Cállate, están durmiendo-dije refiriéndome a los bebes.
Dulce se tapó la boca y después sonrió. La deje pasar y puso las dos cajas en el suelo.
-Quiero tener a mi ahijada-dijo dando pequeños brinquitos, sonreí y me di con cuidado a Alanis.
-Dios que chiquitita es-dijo sonriendo mientras la miraba con adoración, saludo a Alfonso y se sentó a su lado en el sillón para darle el biberón.
-¿Donde esta Dylan?-pregunte a Dulce, Dylan era el prometido de Dulce, se conocieron en la universidad y desde ese momento no se separan más, es muy agradable, se ha vuelto un gran amigo y lindo también.
-Debe estar por venir tenía que hacer algo en el taller-dijo sin prestarme mucha atención, ya que toda su atención estaba en la nenita en sus brazos.
El timbro sonó otra vez y abrí rápidamente, en ella estaba Dylan.
-Hola perdón la tardanza-dijo Dylan algo cansado.
-No importa pasa-dije mientras me hacía a un lado, me saludo con una beso en la mejilla, después a Alfonso con las manos y se acercó a Dulce para darle un lindo beso en los labios.
Cerré la puerta y me acerque a Alfonso que estaba terminando de darle de comer a Daniel este ya estaba más que dormido.
-Es hermoso-dije mientras me sentaba a su lado y miraba a mi hijo.
-Sí, lo es-afirmo Alfonso.-Tenlo-dijo entregándome a Daniel-Debo comenzar a hacer la barbacoa, pronto llegaran los otros-dijo besando mi frente, yo asentí y sonreí.-¿Dylan me ayudas?-le pregunto.
-Claro-dio Dylan poniéndose de pie, salieron al patio y comenzaron preparar todo.
El timbre sonó y me levante a abrir, mi madre estaba parada en el marco de la puerta, a su lado estaba izquierdo Mika y en el otro lado Ethan, el nuevo novio de mamá, primero no me agrado la idea de otro hombre con mama pero Ethan me callo bien así que lo deje pasar, aunque le puse los puntos claros, que él nunca será mi padre.
-Hola mama-dije sonriendo.
-Mira que preciosidad-dijo mi madre enternecida agarrando a Daniel y entrando la casa, ignorándome por completo.
-Hola Anahí -saludo Mika y se dirigió donde estaba Dulce.
-Hola Anahí -saludo Ethan estirando la mano.
Negué con la cabeza y lo abrase, el me correspondió pero después no separamos.
-Traje algo para los bebe-dijo sacando dos cajitas de su saco color piel.-Ten, son para cuando sean más grandes-dijo con una sonrisa y yo agarre las cajitas.
Eran dos cadenitas de oro y plata con sus iniciales grabados en una chapita de oro.
-Ethan, no debiste-dije apenada.
-Es un regalo, no puedes rechazarlo-advirtió y yo sonreí.
-Gracias-dije dándole otro abrazo.
Deje que el pasara y se acomodara, mientras tanto yo fue a la pieza de los bebes y deje las dos cajas que trajo Dulce que resultaron ser dos enormes osos y el regalo de Ethan.
Me quede un rato en la pieza mirando las cosas de los bebes.
-Hey cariño, ¿estás bien?-pregunto Alfonso entrando por a la puerta.
Lo mire y asentí, él se acercó a mí y me abrazo por atrás.
-Como para el tiempo-dije con una sonrisa, las lágrimas estaban de vuelta, todo el embarazo fue así, no podía ver una película que me haga llorar ya que Alfonso se burlaría de mí.
-Sí, pasa muy rápido-dijo en un suspiro.
-Tenemos una casa, dos hermosos hijos, amigos y familia que nos quieren ¿podemos decir que es una vida perfecta no?-pregunte agarrando sus manos.
-Sí, creo que si-dijo y soltó una risa.
-Ven vamos o pensaran mal de nosotros-dije soltándome y caminando a la puerta.
Alfonso agarro mi mano y me jalo para que me acerque a él.
-Te amo tanto-dijo rozando su nariz con la mía.
-Yo también te amo-dije y lo bese profundamente enredando mi dedos en su pelo.
Se escuchó un llanto seguido de otro y uso gritos llamándonos. Eso hizo que no separáramos.
-Vamos, nuestros hijos lloran por sus padres-dije y agarre su mano para caminar a la puerta del cuarto de nuestros bebes.

FIN.