En mi oreja, sentí la canción de 'Mal de amores' de Juan Magan, ¿enserio
estaba soñando con una canción? abrí mis ojos soñolientos y me los froté, la dichosa musiquita aún seguía sonando debajo de mi cabeza.
-Mierda...
Me había dejado el puto móvil debajo de la almohada. Desbloqueé la pantalla y vi que eran las nueve de la mañana.
-¿Que coño quieres a esta hora, Kiarah?-Contesté de mal humor.
-Buenos días a ti también.-Dijo mi mejor amiga con una risita.
-No le veo la gracia.
-¿Puedes quedar?-Preguntó.
-Sí, ¿para eso me llamas tan temprano?
-Digo, si puedes quedar ahora.
-¿Ahora? ¿para que?-Pregunté con curiosidad, a saber.
-Cuando te vea te lo digo, por cierto, estoy delante de tu casa, así que vístete y baja.-Colgó.
Mi amiga definitivamente no era normal. Suspiré con pesadez y abrí el armario para ponerme cualquier cosa, en este caso unos shorts vaqueros y una camiseta de tirantes que ponía ''Chicago 33'', muy hipster yo.
El orangután seguía durmiendo en su habitación así que me ahorré un mal de cabeza y bajé silenciosamente la escalera, cuando abrí la puerta de la calle Kiarah estaba sentada en el suelo mirando el móvil con una sonrisita tonta.
-Esa sonrisa como que me la conozco yo.-Dije sonriendo.-Eh pillina, que te he pillado.-Se giró sobresaltada.
-¡Ostia! me has asustado.-Luego su cara se puso de color rosado.-No es nada de lo que tu piensas.
-No que va.-Me senté a su lado en el portal.-¿No será... el chico de la
discoteca?
Miró el móvil una vez más y otra estúpida sonrisa tonta le salió de la cara.
-¡Sí! Se llama James, tiene el pelo castaño, y los ojos de un verde
impresionante, dios... no pasó nada en la discoteca por que me tuve que ir
temprano, pero me dio su número y ahora no paramos de enviarnos mensajes.
-Wow, que suerte tienes tu, ¿cuantos años tiene?-Le pregunté sorprendida.
-Tiene dieciocho.-Dijo bajando su mirada al suelo.-Si mis padres se enteraran de que me gusta un chico de dieciocho no me dejarían salir de casa.
-Los mismos que Marcus...-Susurré pensativa.
-¿Qué has dicho?
-Nada.
Pasamos el día por ahí y a la tarde fuimos al centro comercial, cuando Kiarah divisó un escaparate lleno de vestidos, me cogió de la mano y me arrastró literalmente dentro de la tienda.
-Me encanta este vestido.- dije saliendo del probador.- ¿A ti que te parece?- le pregunté a Kiarah, quien me miraba seria de arriba a bajo.
-Hannah, ¡te queda genial!- gritó, llamando la atención de algunos clientes.
-Cuando te vea Marcus con ese vestido... seguro que va a querer quitártelo de
inmediato.-Dijo sonriendo picara.
-Oye, ¿y a ti quien te dijo que lo voy a comprar para impresionarlo?-Gruñí.-Me cae mal, es medio bipolar así que no pienses estupideces.
-¡Está claro que te gusta!
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El chico que vive en mi casa.
Roman d'amourHannah es una chica de quince años divertida, competitiva y un poco inocente, que vive con su tía. Un día, se encuentra una sorpresa en su casa, un tal Marcus, que viene a pasar el verano con ellas por problemas familiares. Él tiene dieciocho años...