𝑃𝑇𝑆𝐷 || 𝐺𝑜𝑗𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑜𝑟𝑢 - 𝐽𝐽𝐾

Encuentro.

Akane Mizuhara contempló el imponente edificio del sanatorio Kaisei que se erguía ante ella. Sus manos temblaban ligeramente por la ansiedad mientras sostenía la cartera que contenía sus documentos de ingreso. El viento suave de las afueras de Sendai ondeaba su cabello mientras ajustaba sus anteojos y daba un paso adelante. El edificio era de un blanco inmaculado por dentro y por fuera, Akane se permitió detallar los pasillos mientras escuchaba como sus tacones repiqueteaba al caminar.

Después de pasar por el control de seguridad, Akane se encontró en el vestíbulo del sanatorio. La directora Mei Mei la esperaba con una sonrisa enigmática. "Akane Mizuhara, ¿verdad?" preguntó Mei Mei con una mirada penetrante. Akane asintió con un gesto tímido mientras le entregaba sus documentos. "Estoy contenta de que estés aquí", dijo Mei Mei. "Tu madre hablaba con mucho cariño de ti y tenía grandes expectativas. Sin embargo creo que no tengo muy buenas noticias de bienvenida, se decidió que te harías cargo de uno de nuestros pacientes de alto riesgo."

Akane tragó con fuerza. "¿Eso significa que...?"

"Tu paciente a cargo es alguien que cumple una condena en Kaisei." Mei Mei dijo con sequedad y comenzó a caminar. Akane asintió nuevamente con su cabeza haciendo que sus gafas se resbalaran por su tabique y luego acomodándolas con su mano libre, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Mei Mei la dirigió por los pasillos hacía su oficina, todos los pasillos eran iguales y ya se podía imaginar la cantidad de veces que se perdería por ellos.

"Este es tu despacho, todo lo que necesitas está ahí, si tienes dudas pregunta a alguno de tus colegas." Dijo abriéndole paso "Ah y revisa tu cronograma". Mei Mei simplemente desapareció, sus tacones se oían alejándose.

"Cronograma..."

Era su primer día pero nadie le enseñaría cómo hacer las cosas en ese lugar, Akane corrió a su escritorio y tomó la única carpeta blanca que había sobre este, era el expediente de un paciente, lo primero que llamó su atención fue la foto. El chico en la foto era albino, sus ojos parecían ser de un color claro aunque no sabría de cual porque esta estaba en blanco y negro. Luego leyó el nombre, siguió su camino, era menor que ella aunque en su foto se veía más joven. "Tal vez la tomaron cuando ingresó." Pensó, luego procedió a leer la descripción y notas, sintió cómo su estómago dio un giro de ciento ochenta grados. Cada línea era peor que la anterior.

Él estaba condenado a vivir el resto de su vida en Kaisei luego de tomar la vida de su mejor amigo y única víctima, Suguru Geto. No se sabe qué pasó exactamente esa noche, sin embargo las únicas pistas eran un pedazo de vidrio como arma del crimen y el hecho de que Suguru Geto había asesinado a sus padres horas antes. Al parecer, a partir de ese día, quien parecía ser un hombre completamente normal, sufrió una ruptura en su mente y creó un mundo de fantasía donde cree que él es el más poderoso y utiliza la física para atacar cosas que él denomina 'maldiciones'. Incluso a veces agrega los nombres de los pacientes y trabajadores del sanatorio a sus ilusiones. Lo más impactante es que él se sigue mostrando como alguien
completamente normal, agregando que está recluido voluntariamente.

Akane suspiró con pesadez, sabía que el trabajo en este lugar iba a ser duro sin embargo nunca se imaginó cuánto. Siguió pasando las hojas y la última era su cronograma "Gojo Satoru, 3pm." Miró al reloj en la pared, "2:17pm", nuevamente un suspiro salió de su nariz. Decidió que lo mejor para su primer encuentro sería estudiar el expediente a fondo, no conocía nada de ese tipo y ahora sentía incluso miedo de lo que pudiera pasarle. Los minutos volaron y cuando se reincorporó para tomar un respiro tocaron la puerta.

"Adelante."

Enderezó su postura, había olvidado su cita así que casi sale corriendo cuando vio al tipo alto con cabellos completamente blancos entrar por la puerta.

"Hey, ¿eres la nueva doctora? Mucho gusto" Estiró su mano y Akane se puso de pie tropezando con sus propios pies para tomarla. "Soy Satoru, es un gusto."

"El gusto es mío, toma asiento por favor."

"¿¡Que m...!? este tipo es completamente normal."

Pensó para sí misma mientras tomaba asiento ella también. Se tomó un momento fugaz para apreciar la seguridad con la que su paciente se desparramaba en la silla frente a ella.

"¿Te gusta lo que ves?"

Su voz grave y juguetona la hizo volver su mirada siendo atrapada por los profundos ojos azules que también estaban analizándola.