Licencia.

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Esa mañana fría de miércoles me sorprendí al ver un correo en mi bandeja de entrada nada más prender el cacharro. Era de Mei Mei

'Querida Akane.

Me complace darte esta noticia, como sabes, todos nuestro pacientes tiene licencias para salir algunas veces en el año, y me refiero a TODOS los pacientes, eso incluye a Satoru. Él nunca ha tomado ninguna de sus licencias pero ahora que tiene una doctora encargada lo mejor es que salga contigo. Su cita está programada para este sábado, estarán acompañados de un hombre de seguridad y tendrán desde las 10 am hasta las 6 pm para estar afuera. Cabe recalcar que por el tipo de paciente que es el señor Gojo, no pueden salir a lugares públicos ni concurridos.

No me envíes nada de vuelta, son órdenes."

Incluso comencé a morderme las uñas mientras leía.

¿Salir del sanatorio con Satoru? ¿Y que se supone que hagamos si no puede estar en espacios públicos? ¿Por qué tengo que ser yo? Soy su psiquiatra, no su madre.

Mi subconsciente empezó a entrar en pánico, durante el resto de la semana no pude concentrarme, divagué y divagué buscando una idea pero no se me ocurrió nada para hacer con Satoru.

————

El sábado a las 10 am estábamos en una camioneta de Kaisei de camino a mi departamento, si iba a pasar mi preciado fin de semana con Satoru, simplemente haría lo que siempre hago. Él no dijo mucho cuando me vio, ni cuando nos subimos al auto, ni cuando llegamos al edificio donde vivía. No parecía tener ni un solo pensamiento en su cabeza. Entramos al ascensor y presioné el botón del piso 16. El silencio comenzaba a ser inquietante.

Cuando entramos en el departamento, Copito, mi gato completamente blanco y Blair, mi gata completamente negra, lo saludaron, como si él fuera su verdadero dueño y no yo, él se puso en cuclillas para acariciarlos. La escena es simplemente tierna y hago una foto mental.

"Puedes quitarte el abrigo." Dije mientras yo obedecía mis propias palabras, él lo hizo igual, en silencio y luego se quedó de pie en la entrada.

"¿Qué se supone que vamos a hacer?"

Me sorprendió su voz, era raro ver a otra persona en este apartamento que no fuera yo.

"Vamos a... ver películas y descansar."

"¿Descansar de qué?"

"No lo sé, Satoru, yo he trabajo toda la semana."

Se veía patético, un tipo tan alto con esa expresión de sentirse como una presa acorralada.

"Sientete como en casa."

Luego de decir eso me mordí la lengua, olvidaba que Satoru no vivía en una casa hace años y que probablemente haya olvidado la sensación de compartir un hogar con alguien. Me sentí realmente mal así que solo me senté en el sofá y palmeé a mi lado para que él hiciera lo mismo, aún con su expresión de aterrado obedeció.

"Es raro verte tan callado."

"Nunca había estado a solas en el apartamento de una mujer soltera."

"Oh..."

De repente sentí como que la atmósfera de mi acogedor departamento se volvía tan pesada e incómoda.

"Está bien, puedes relajarte, te recuerdo que esto se considera como horas extra así que aun sigo trabajando, no creo que podamos hacer algo."

Pude sentir como todo su cuerpo se destensionaba a mi lado. Ahora la tensa era yo.

"Veamos una película, ¿sí?"

Fue lo que terminamos haciendo el resto de la mañana, ver películas, luego pedimos comida para almorzar, Satoru me contó que casi no le gustaba la comida picante así que tuvimos discordias para saber que pedir. Poco a poco se comenzó a sentir más cómodo en mi presencia, seguro estaría pensado en lo aburrida que es mi vida.

Volvimos a nuestras posiciones en el sofá para ver otra película, si embargo cuando iba casi por la mitad, su cabeza se recostó en mi hombro, sabía que se había quedado dormido por lo relajado que se sentía su cuerpo sobre mí y su respiración tranquila. Giré mi cabeza con cuidado de no hacer movimientos brusco y despertarle. Efectivamente, estaba durmiendo con un  gatito.

Con mi mano derecha alcancé la manta que uso normalmente cuando estoy en el sofá para envolverlo en ella.

Me quedo inmóvil escuchando su respiración tranquila y algo pesada mientras yo también comienzo a sentirme algo somnolienta.

————

Despierto algo sobresaltada, miro por la ventana, el atardecer naranja comienza a aparecer en el cielo. El reloj del microondas indica las 5:02pm.

Satoru duerme plácidamente sobre mi hombro, se me arruga el corazón solo de tener que despertarle así que levanto mi mano para darle una caricia gentil a su rostro. Lentamente abre los ojos y luego se sobresalta cuando ve que su almohada soy yo.

"Lo siento, de repente me sentí muy cansado."

Él se disculpó limpiando la baba que había en la comisura de su boca, me reí un poco porque su actitud era realmente infantil y tierna.

"No te preocupes, yo también tomé una siesta." Le regalé una sonrisa sincera entes de continuar. "Pero ya son las 5, así que deberíamos darnos prisa y volver."

Él asintió y se dirigió a la entrada para comenzar a ponerse sus zapatos. Yo pegué un estirón seguido de un bostezo antes de ponerme de pie e imitarlo. La siesta hubiera sido más provechosa si él me hubiera dejado acomodarme.

𝑃𝑇𝑆𝐷 || 𝐺𝑜𝑗𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑜𝑟𝑢 - 𝐽𝐽𝐾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora