Esa mañana de vuelta al trabajo todo era normal, ya no tenía que recopilar pruebas ni cooperar con interrogatorios, todo había vuelto a la normalidad y me sentía más animada.
Se acercaba una fecha en particular y con ella el invierno se intensificaba. Fui a la máquina expendedora para sacar un te caliente antes de subir a mi oficina.
"Buenos días."
Esa voz tan familiar con su característico tono burlón y curioso me hizo sobre saltar.
"Buenos días, Satoru ¿qué haces por acá tan temprano?"
"No es como que tenga muchos lugares a donde ir." Touche! Me mordí la lengua para no comenzar a reírme como desquiciada por lo avergonzada que me sentía.
"Ahm... ¿quieres algo? yo invito." Señalé la máquina expendedora.
"Nah, no me gusta nada de ahí, todo es amargo." Metió las manos en los bolsillos de su pantalón, hacía demasiado frío así que comencé a caminar por el vestíbulo hasta los ascensores. "Tengo una duda."
Dijo cuando las puertas se abrieron y ambos entramos en el cubículo. Lo miré de reojo.
"¿Por qué se viste tan diferente cuando no tiene que venir al trabajo? Pensé que tendría ese estilo de madre aburrida siempre."
"¿Madre aburrida? Solo me visto así porque hay código de vestimenta al igual que cualquier otro doctor."
"Definitivamente le sientan mejor las botas militares."
"Pienso lo mismo, además son más cómodas." Estiré una pierna revelando los tacones de charol café de casi diez centímetros. "¿Hay algún cronograma especial para navidad?"
"Eso debería saberlo usted." Se burló, otra vez me di golpes mentales por preguntar tal estupidez.
"Llevas más tiempo aquí que yo,¿normalmente que haces?... A eso me refiero."
"Ah... bueno, normalmente muy poca gente se queda así que aprovecho el menú especial y me voy a la cama." La forma en la que lo mencionó lo hizo parecer como si fuera la actividad más divertida del mundo. Sabía que solo estaba bromeando. Me reí.
Finalmente el ascensor llegó al piso de mi oficina, aun así, Satoru continuó siguiendome.
"Hablaré con Mei, ¡seguro que podemos hacer algo más divertido!" Entonces apareció en su rostro esa sonrisa ladina que tanto me cautivaba.
"¿Quiere pasar navidad conmigo? Debe estar muy loca por mí." Antes de que pudiera contestar algo, volvió a entrar al ascensor y cerró sus puertas. Bueno, a lo mejor tenía algo de razón pero él era la única persona que debía saberlo.
Me dirigí a mi oficina con la lata de te intentando calentar mus manos y con el corazón palpitando tan fuerte que podía oírlo, me sentía como una quinceañera que acababa de invitar a su enamorado a una cita, básicamente eso era, una cita con Satoru en navidad.
————
Aunque las horas del día avanzaban, la temperatura no aumentaba, me abracé a mi misma antes de tomar mis cosas para dirigirme a esa habitación de siempre. Mientras caminaba hacia allá me vi reflejada en el panel de una oficina, Satoru tenía razón, a lo mejor sería bueno encontrar un punto medio entre mi estilo normal y lo que me ponía para el trabajo porque mi único exponente de moda ejecutiva había sido mi madre y eramos completamente distintas.
Como ya era rutina, salude a los tipos de seguridad sin obtener nada de vuelta y abrí la puerta para entrar.
"AHG! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?" Satoru saltó de detrás de la puerta haciendo que casi perdiera el equilibrio del susto. Uno de los hombres de seguridad asomó su cabeza y yo le hice un gesto con las manos de que no tenía que preocuparse mientras Satoru se estaba riendo hasta el punto de sostener su estómago y tener que apoyarse en la pared.
"Dios mío, ojalá pudieras haber visto tu cara." hizo una mueca como imitandome y cuando su risa comenzó a descender, tomó asiento.
"¿Eres un niño? ¿qué te pasa, por qué hiciste eso?" Creo que nunca había escuchado una carcajada tan sincera y divertida de su parte, así que también se me contagió. Acomodé mis cosas y subí la montura de mis gafas antes de tomar asiento frente a él.
"La vi muy seria esta mañana, no tiene nada de malo."
"Bueno tienes razón." No sabía que me leía tan bien, de hecho no sabía que prestaba tanta atención a los detalles. "Ahora que casi me sacas el corazón por la boca, ya no tengo ganas de tener una sesión de psicoterapia, ¿tu si?"
Negó con la cabeza.
"Okay, entonces hablemos."
"¿Sobre qué?"
"Sería bueno abordar nuestros sentimientos como personas maduras."
"Tsk." chasqueó la lengua y rodó los ojos. "Ya sé que te gusto, ¿qué más podríamos hablar sobre eso?"
"Si yo te gusto a ti por ejemplo..." Me miró directamente a los ojos, parecía que quería decir algo pero no encontraba las palabras o simplemente no tenía una respuesta concreta. "Bueno, no te preocupes, no tienes que responder."
"Es que es extraño. No quiero parecer un maldito fetichista, pero su actitud hacia mi siempre ha sido como la de... una madre, sería asqueroso si admitiera que eso, bueno... me gusta un poco."
"Ah... bueno, a veces olvido que nuestra relación tiene una diferencia jerárquica."
Ambos nos quedamos en silencio, yo intentaba pensar en como continuar la conversación mientras él se veía algo inquieto.
"¿Puedo responder la pregunta luego?" Asentí sin más, era entendible que estuviera confundido.
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𝑃𝑇𝑆𝐷 || 𝐺𝑜𝑗𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑜𝑟𝑢 - 𝐽𝐽𝐾
Fanfiction"Donde Akane Mizuhara es un psiquiatra novata en el sanatorio más grande de Japón ubicado en las afueras de Sendai y Gojo Satoru uno de los pacientes más intrigantes y peligrosos. La misión de Mizuhara será obviar las reglas para ayudar a la mente q...