Profesionalidad.

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"...ne... ¿Akane? ... ¡Akane!" La forma en la que Mei Mei gritó mi nombre me hizo sobre saltar. Miré a sus ojos intentando recordar donde estaba y por qué estaba aquí, era su oficina, estábamos otro psiquiatra y yo y estábamos teniendo la reunión sobre las actividades para el nuevo año que se avecinaba. "Si estabas demasiado cansada para prestar atención, debiste decirlo."

"Ah... no es eso, solo me perdí en mis pensamientos unos segundos, pero escuché todo, te quedaste en tenemos un presupuesto extra." Mei Mei entornó los ojos y luego miró al otro psiquiatra que siempre olvidaba su nombre, continuando con su discursos obre el buen uso de las donaciones y sobre como las políticas de los anteriores directores eran deshumanizantes. Me volví a desconectar de la conversación aunque seguía escuchando. Seguía dándole vueltas a lo que pasó en el juzgado hace un par de días, seguía dudando sobre lo que pasaría con el veredicto y me reprendía mentalmente por traer cosas personales al trabajo.

Hablar con mi madre esos días que estuvo en mi apartamento había ayudado pero ahora tenía más dudas que respuestas y decisiones difíciles por tomar.

Finalmente decidí que lo mejor para olvidarme de eso y despejar mi mente era prestar atención a la reunión, Mei Mei estaba muy interesada en que los novatos nos sintiéramos parte de las decisiones importantes y aprendiéramos como funcionaban las cosas... aunque no fuera su plan heredarnos el sanatorio y su fortuna.

Estuvimos discutiendo asuntos profesionales y empresariales por un tiempo hasta que Mei Mei finalmente nos dijo que podíamos volver al trabajo luego de explicarnos cuando aplicaría nuestro bono por trabajar en época de festividad.

Me levante y comencé a recoger mis cosas de la mesa antes de dirigirme a la puerta, en cuanto tomé el pomo recordé...

"Mei-"

"No Akane, no sé donde crees que estás pero te recuerdo que no estás en posición de una conquista y que yo no soy su madre para que me estés pidiendo su mano."

Me quedé helada. "Solo quería..."

"Mira, sé que quieres crear una buena relación con tu paciente y que te gusta pasar tiempo con él, entiendo que tus intenciones son buenas pero yo debo garantizarle al estado que él no ande por ahí de la mano con su amante como si fueran un par de estudiantes enamorados."

"No estamos enamorados." Mei Mei se rio entre dientes.

"Necesitas más que eso para convencerme de lo contrario, es muy obvio."

"Es que... oí que muchos pacientes pueden salir y quería que él también lo hiciera, me dijo que desde que entró nunca ha salido para disfrutar de noche buena." hablé tan rápido con pude.

"¿Y también recuerdas que su estatus es diferente al de un paciente regular?" Abrí la boca para decir algo pero no logré generar ninguna palabra. Miré a mis pies, estaba dispuesta a irme de ahí. "Voy a preguntar, ¿sabes? entiendo como te sientes, Satoru es encantador pero entiende que debemos ser profesionales. Puedes irte."

Le hice una reverencia antes de volver a tomar el pomo y luego cerrar la puerta tras de mí, salté por el pasillo hasta el ascensor y una vez que las puertas metálicas se abrieron me encontré de lleno con esos ojos azules brillantes tan hipnotizantes. Satoru venía acompañado de un señor vestido de negro, me hice a un lado para que pudieran pasar. No compartimos ni una palabra pero sabía que estaba feliz de volver a verme por la expresión en si rostro.

Los vi entrar a la oficina de Mei Mei mientras yo entraba al ascensor, mordí mi labio y volvía a bailotear, habían posibilidades de pasar navidad con ese hombre guapo, no tenía a quién presumirle pero seguro que alguien en el mundo sentiría envidia de mí.

————

Miré el reloj de mi escritorio, solo faltaban diez minutos para las nueve. Se me había ido el tiempo organizando el papeleo legal de los medicamentos para los pacientes que se iban a sus casas, menos mal había logrado autorizar todo. Me levanté de la silla y me estiré todo lo que pude antes de ir al armario para cambiar mi bata por mi chaqueta y mis tacones por las botas militares. Salí de mi oficina y me dirigí al ascensor que me llevaba al sótano cuando una mano tomó la mía.

𝑃𝑇𝑆𝐷 || 𝐺𝑜𝑗𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑜𝑟𝑢 - 𝐽𝐽𝐾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora