Era viernes en la tarde. Había comenzado a encontrar un gusto por almorzar con los pacientes, comenzaba a entender por qué Mei Mei tenía una política tan digna con ellos, son interesantes, siempre tiene anécdotas que contar e ideas locas, sin embargo, cuando eres un profesional de la salud y entiendes por qué sus mentes funcionan de esa manera es incluso más intrigante.
La comida de la cafetería era deliciosa, deslicé la bandeja en la mesa y tomé asiento para comenzar a deborarla cuando alguien puso su bandeja a mi lado y seguidamente tomó asiento.
"Creo que me volviste más loco de lo que ya estoy, he pensado en Suguru toda la semana, ni aunque remueva mi cerebro y lo lave con lejía podría dejar de pensar en él."
Dijo tan casual, yo casi me atraganté con mi propia saliva al verle, Satoru casi siempre se sentaba solo, había intentado invitarle a almorzar conmigo pero decía que no le gustaba que le vieran comer.
"¿Y qué has pensado sobre tu amigo?"
Efectivamente, él no me miraba ni tocaba su comida, pero yo moría de hambre así que empecé a llevar porciones de arroz a mi boca.
"Escribí algunas notas, se las mostraré en la próxima sesión."
Dijo sin más y comenzó a acompañarme comiendo. El ruido ambiente de la cafetería amortiguaba el sonido de nuestras bocas masticando así que seguro por eso se sentía cómodo, decidí hablar en cuanto nuestros almuerzo estuvieron casi terminados.
"¿Quieres dar un paseo, Satoru?"
Por primera vez desde nuestra sesión pasada giró su cabeza en mi dirección y me miró directamente a los ojo, ni siquiera tuvo que decir más, entendí su "Sí quiero" a la perfección.
Devolvimos las bandejas y salimos a los jardines a caminar, cada vez hacía más frío y el hecho de que Kaisei estuviera rodeado de un bosque de pinos no ayudaba mucho, froté mis manos para mantener un poco de calor.
"¿Tiene mucho frío?"
Miré a Satoru, parecía preocupado, aunque su expresión era difícil de leer. Asentí. Él pareció captar algo que yo no y miró a los alrededores antes de tomarme por la cintura y arrastrarme detrás de una columna. Ver como se alzaba sobre mí, imponente, era aterrador, casi siempre lo veía sentado pero sabía que era alto porque su cabeza casi chocaba con el marco de la puerta de mi oficina, yo también era una mujer que podría considerarse alta pero aun así me sacaba un par de cabezas. Él hizo un movimiento para pegarme a la pared e inmovilizar mis manos sobre mi cabeza.
"¿Qué h..."
No pude terminar de hablar porque su mano libre se posó sobre mi boca. Él no dijo nada pero sus ojos me ordenaban que me quedara callada, ni siquiera sé por qué obedecí. Di un pequeño salto cuando su pierna derecha se puso entre las mías. Mi respiración se puso pesada mientras él viajó a mi cuello y lo mordió con suavidad, solo acariciando mi piel con sus dientes, luego un beso y luego pasó su lengua cálida por el mismo punto. Casi solté un suspiro o gemido, quien sabe, cuando él simplemente me soltó y siguió su camino fuera de mi vista.
"¿Qué mierda acaba de pasar?"
Dije en un susurro, aun seguía detrás de la columna pero no tenía todo el día para analizar el suceso, le preguntaría después cuando nos veamos en sesión.
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𝑃𝑇𝑆𝐷 || 𝐺𝑜𝑗𝑜 𝑆𝑎𝑡𝑜𝑟𝑢 - 𝐽𝐽𝐾
Fanfiction"Donde Akane Mizuhara es un psiquiatra novata en el sanatorio más grande de Japón ubicado en las afueras de Sendai y Gojo Satoru uno de los pacientes más intrigantes y peligrosos. La misión de Mizuhara será obviar las reglas para ayudar a la mente q...