*Capítulo 7*

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Capítulo 7.


—Así que...te quieres bañar—soltó el pequeño rubio con algo de temblor en su voz.

—Sí, hace dos días que no me baño, ¿no crees que huelo mal?

—No, yo creo que hueles muy bien.

Keisuke le sonrió haciendo aparecer pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos. Sabía que le ponía nervioso el hecho de que lo viera desnudo y sobre todo que le tuviera que lavar todo, TODO el cuerpo. Baji no lo obligaría a nada, le podía pedir ayuda a Mitsuya o a Draken si Chifuyu no quería.

—Si no te sientes cómodo haciendo esto no te obligaré, le puedo pedir ayuda a alguien más.

Chifuyu negó rápidamente.

—Puedo hacerlo.

—Bien entonces, ayúdame a quitarme la ropa.

La cara de Matsuno se tornó un poco roja cuando comenzó a quitarle la playera a su novio y ese color le llegó hasta las orejas y parte de su nuca cuando comenzó a hacer lo mismo con los pantalones. Hizo su cara a un lado comenzando a bajar el bóxer, Baji observaba aquella divertida y tierna reacción del menor. Realmente eso era una erótica escena que esperaba volver a tener en otras circunstancias.

—Andando—de un saltito se puso de pie y tomo la mano del mayor para dirigirse al baño.

Al siguiente día de que Baji hubiera tenido ese altercado volvió a casa, su madre se dirigió a él muy preocupada, tuvo que ocultar su regaño y lo que realmente quería decirle a su hijo al ver que este venía acompañado de Chifuyu.

Matsuno después de la escuela siempre va a casa del pelinegro y le ayuda en cualquier cosa que necesite. Siente que de cierta forma se han conocido mejor, a pesar de toda la mentira que sabía que tenían entre él y sus amigos. Aun no tenía ese valor para preguntarle a la cara que era lo que ocultaban, decidió esperar a que se recuperara.

Con mucho cuidado, ayudó a Baji a que se sentara en la tina, intentaba no verle de más, sus ojos a veces lo querían engañar queriendo ver lo que había debajo y también queriendo ver su trasero, se repetía que no debía hacerlo. Comenzó a esparcir agua por su pelo y hombros, que eran los lugares a los que el agua de la tina no llegaba mientras tarareaba una canción.

—¿No te quieres bañar conmigo? —Pregunta alzando una ceja en forma de coqueteo. El sonrojo vuelve a aparecer en la cara del menor—. No te preocupes, luego podremos bañarnos juntos.

—Sí, quizá luego.

Ahora, es el momento de esparcir jabón por la esponja y recorrer el cuerpo de Keisuke Baji. No puede evitar el estar nervioso, de manera paciente comienza a realizar su trabajo y recorre el cuerpo bien trabajado de su novio, comienza por la espalda, los hombros, su cuello y pecho, cando llega a la parte de abajo lo hace de manera rápida y mirando hacia el techo haciendo que Baji sonría de manera tierna.

Hey, bebé. || BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora