Chifuyu odia a Baji. Eso dice él, eso dice Baji.
Baji ama molestar a Chifuyu. Eso dice él, eso dice Chifuyu.
@Los personajes no me pertenecen sino a Ken.
@Historia totalmente original y se niega su adaptación.
@MPREG (hombres que se pueden embaraz...
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Extra 2.
Este extra pasa antes del extra 1.
Kasuki no se consideraba un niño consentido, pero sí el favorito de su padre Baji. Sin embargo, él jamás se ha considerado ser chiflado, solo se dejaba consentir por sus padres y sus tíos.
Hasta que Yasu llegó a su vida.
Tenía tres años cuando vió a su tío Mikey llegar con un bebé, su panza ya no estaba grande como antes, su bebé había salido y eso robó la atención de todos, hasta de él.
—Es muy pequeño —había escuchado decir a sus padres mientras cargaban al pequeño en sus brazos —el doctor dijo que no podrá volver a tener otro hijo. ¿Cómo te encuentras por eso?
Su tío Takemichi se encoje en hombros mientras pequeñas lágrimas salen de sus ojos, Manjiro lo abraza e intenta sonreír.
—Es algo duro, pero no podemos hacer nada. El tener a Yasu simplemente aquí es suficiente para nosotros.
Kasuki no entendía lo que decían, solo se acercó a su tío Takemichi e intentó abrazarlo. Su tío lo carga y lo apega a su cuerpo dándole cariño.
—¿Tú bebé? —Apunta a la panza de Manjiro con inocencia. Este lo mira con ternura, y luego apunta a su padre quien tiene en sus brazos al bebé.
—Ya salió de la panza, se llama Yasu.
—Yasu —repite el niño.
—¿Quieres verlo? —Le pregunta Baji a su hijo, este asiente y Takemichi lo acerca a su pequeño hijo. —es tú primo, Yasu.
A esa edad, no entendió lo que su pecho sintió, no entendió porque sus tíos lo cuidaban demasiado. Sólo fue hasta que creció que se dió cuenta que Yasu es diferente a sus otros primos.
Su primo Yasu no podía jugar como los demás niños, cuando corría se cansaba demasiado rápido y le sangraba la nariz si estaba mucho tiempo bajo el sol.
Con el paso de los años, Yasu comenzó a salir un poco más, pero no mucho. Tomaba medicamento para poder jugar y ya no se cansaba tan rápido como antes, pero la sangre en su nariz seguía saliendo, al menos solo cuando hacía calor. Cuando hacía frío podía jugar sin ningún problema y su nariz no producía sangrado.
Se estaba comportando como un verdadero niño, a sus doce años.
—Papá —Takemichi miró a su pequeño llamarle —¿Puedo preguntarte algo?
