Capítulo 16*

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Capítulo 16

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Capítulo 16


Kazutora se encontraba amarrado de las manos mientras veía el lugar en el que se encontraba. Era una sala demasiado elegante para su gusto, había música clásica reproducida de un disco vinil, tanto el suelo como las paredes estaban forradas de terciopelo color vino. Sentía sus piernas muy débiles, como si hubiera corrido un maratón, podía sentir la mirada de Kisaki sobre él.

El chico de lentes lo observaba y se preguntaba, ¿cómo Hanma había podido estar con ese sujeto? Aunque los gustos de Hanma nunca han cambiado, siempre iba tras sujetos con cara de muñeca, por eso nunca le creía cuando le decía que lo amaba.

El plan no era secuestrar a Kazutora, pero cuando se enteró que Hanma se había acostado con él por más tiempo del necesario los celos se le subieron a la cabeza y cuando lo vió solo no dudo en tomar la oportunidad. Había discutido con Hanma por eso, pero al final, como siempre, se había salido con la suya.

—Ya les envíe la dirección —la voz de Hanma interrumpió el silencio que había en la sala. —sigo pensando que es innecesario usarlo como carnada.

—Es lo más cercano que tenemos de llegar a Manjiro. Todos los Sano deben morir hoy. No importa a quien usemos para llegar a ellos, ¿O acaso te importa?

Hanma no dijo nada por un momento. Le sorprendía que Hanmeiya no haya intentado huir.

—No, no me importa.

—Pues bien, aunque el plan original era secuestrar a ese perro rabioso de Bonten, los planes no cambian, solo la persona. —dejó la copa de vino que estaba bebiendo y se puso de pie —iré a cambiarme, tú deberías hacer lo mismo. Saldremos en veinte.

—Muy bien —Kisaki desapareció por las escaleras y solo se quedaron Hanma y Hanemiya solos, el más alto no dudo en acercarse al menor hincándose y mirando su cara, tenía un corte en la ceja, seguramente intentó defenderse —¿Estás herido?

Kazutora ni siquiera lo miró.

—Te advertí sobre esto y no me hiciste caso, si te hubieras mantenido a mi lado nada de esto hubiera pasado. Ahora tus amigos morirán por tu culpa. Eso debe estar matándote por dentro, ¿no? —De nuevo, el chico ni se molestó en mirarlo —oye, te puedo dejar ir si nos envías directo a los Sano, ¿qué dices?

—No sabes con quienes tratas, ¿cierto? —Hanma tembló un poco, Hanemiya nunca le había hablado de esa manera tan fría, sus ojos dorados lo volvieron a mirar después de tiempo separados, pero ya no había esa chispa tierna y liviana, ahora había enojo y resentimiento —te juro que morirás junto a Kisaki.

—¿Es una amenaza? —Preguntó burlón el chico con tatuaje en las manos —No seas tonto, puedo dejarte libre, piensa en eso. Cheque la bolsa que traías contigo —los ojos de Tora se abrieron y lo miraron con sorpresa —una prueba de embarazo, ¿realmente lo estás? ¿Es mío?

Hey, bebé. || BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora