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Es realmente doloroso pensar que todos esos años de noviazgo y un casi matrimonio se habían ido al caño, pensar que siempre me dejé de parte de él, por sus palabras, dejarle pasar todas esas citas arruinadas y todos sus insultos en las discusiones que teníamos.

Ridículo, eso es, soy un ridículo por todo.

¡Dale una oportunidad,  Seokjin!

No lo hagas, el te engaño con ese chico Jimin.

Jimin, Jimin,  ¿que tenía el que yo no?

El es lindo, Tu no, Jin.

No es un simple vendedor de flores.

Simple vendedor de flores, eso era yo, un simple vendedor de flores ...

—Seokjin, ¿estas escuchandome? — pregunto Chan, pasando su mano frente al rostro de Seokjin quien estaba en sus pensamientos.

—Eh, a, ¡sisis! Me decías que te habías caído,  ¿no?

—No, te hablaba sobre el trabajo de secretario en mi empresa que te ofreci.

—Oh, eso, bueno .. no eh tenido tiempo de pensar sobre aquello, ¿sabes? Tengo muchos revoltijeros en mi mente que resolver.

—No hay problema,  El puesto siempre estara en vacío para ti,  lo primero es que resuelvas tus problemas.

—Te lo agradezco,  Chan,  eres un gran amigo.

—Tu igual, Jinnie.

Y si, yo y Bangchan habíamos quedado como simples amigos, por ahora, los problemas que estoy teniendo recientemente no me dejarían tener algo lindo con el, prefiero resolverlo todo antes de crearle una falsa esperanza a alguien.

De camino a casa pase por el pequeño puesto de flores, saludando a Nayeon, una chica nueva que estaba trabajando allí, era alguien responsable y amigable a la vista, siempre trataba bien a todos y todos a ella. Pregunté por los pedidos de flores nuevos que se habían registrado, realize algunos acomodados y otros trabajos que faltaban.

Aquella florería era linda,  era lo único que tenía después de que mis padres fallecieron, era la tienda que ellos mismos habían construido con el tiempo y años, sudor y lágrimas ...

Aveces me preguntaba si era que algún algún alguien me amaría de la misma forma,  siempre me ponía a pensar en como muchos de lso chicos con los que estuve nunca me habían echo preguntas sobre mis gustos.

¿Que flores te gustan?

¿Que pasatiempos son tus favoritos?

¿Que dulces te gustan, o que postres?

Tenía esperanzas sinceramente, o bueno,  las pocas que me quedaban.

Ingrese a aquella casa y deje mi bolso en la mesa de madera cerca de la puerta, el olor a frutas del aromatizante llegaba hasta mi nariz, Hoseok amaba la limpieza,  lo se, Yoongi no era tan así.

Deduje que no estaban, todos los domingos solían ir a cenar con Jungkook y Namjoon en una cita doble, amaría ser parte de esas cenas en un restaurante y charlar con mis amigos y sus parejas. 

Mi cuerpo necesitaba una ducha, también un descanso eterno,  arrastrando mis pies llegue a la habitación para darme esa placentera ducha y cambio de ropa, divisé mi celular vibrar así que me acerque hasta el, viendo el nombre del remitente, Taehyung..

Ignore esas llamadas, quería un poco de paz, dejé el celular dentro del buro y baje hasta la cocina para comer algo, mi estoamgo rugia como un oso, busque un poco de sopa ramen y comenze a prepararla.

Al cabo de unos minutos ya estaba en el sofa viendo una película,  unos toqueteos me hicieron girar la cabeza de mi lugar,  puse pausa y dejé mi tazón en la mesa, acercándome hasta la puerta para abrirla.

—¿Tu que haces aquí?

—Oh, que fea bienvenida,  ya veo porque Taehyungie te dejo.

         SEGUNDA OPCIÓN; TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora