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Sus manos acomodaban los pequeños mechones que caian bajo su rostro, se levanto a paso lento y cambió su vestimenta, dando un paseo por su cuerpo al estar frente al espejo.
Unas cuantas pizcas de perfume y ya estaba afuera de su hogar, dispuesto a salir rumbo a su trabajo.
Seokjin adoraba las flores, le hubiera gustado que sus exnovios le dieran aunque sea un pequeño ramo, pero nunca fue así, usualmente era el quien se las compraba para si mismo.

Su vista vago por todo el local de un color púrpura con azulado, lindas flores amarillas y blancas de decoración y unas cuantas luces colgantes también, podría admirarle durante todo el día si fuera posible. Con su mano saludo a Nayeon y Eunwoo, otro chico que había entrado a trabajar, era amigable, y guapo a decir verdad.

La florería estaría llena esos días, por eso estaba allí, usualmente solía trabajar desde casa debido a los pocos clientes que había aveces, por lo tanto solo Eunwoo y Nayeon estaban, o aveces solo Woo. Atendió a los clientes que llegaban, tomando sus pedidos y entregando ramos que hacían para llevar a domicilio, hace poco había rentado un carro de entrega, y otro chico que le conduciera, Hyunjin.
Aquel chico era pelirubio, aunque casi no era muy social, solía hablarle muy poco, se notaba que era algo tímido.
Estaba haciendo algunos apuntes de la florería cuando un carro estacionó, levantó su vista pensando que era Hyunjin que ya había terminado de entregar las flores, apreto el lápiz entre su mano al ver el rostro conocido, Kim Taehyung.
Trato seco al verle acercarse, esta vez el venía con un acompañante que no conocía, pero podría asegurar que no se trataba de Jimin.
Estaba a punto de darse vuelta para decirle a Eunwoo o Nayeon que le atendieran, pero fue tarde cuando la voz de Taehyung le habló.

—Seokjin.

Dio una vuelta para cruzar su mirada con Taehyung, forzando una sonrisa en su rostro.

—Buenas tardes, bienvenido a "Seokjin flower shop" ¿en que puedo ayudarle? -hablo en un tono bajo y suave-

—Seokjin, vengo a recoger un pedido de girasoles, los pedí vía llamada con Nayeon esta mañana, son 30 girasoles.

—Claro, ¿a que nombre es el pedido?

—No es algo claro, Seokjin, sabes mi nombre.

—Lo siento, ¿a que nombre esta el pedido?

—Taehyung. –suspiro- Kim Taehyung.

Seokjin asintio, tomando la tablet de la florería buscando aquel nombre entre los pedido hasta dar con el, etiquetandolo como entregado para tomar el ticket y cobrar el pedido mientras Eunwoo lo colocaba sobre la barra.

—Serían 150 dólares, ¿en tarjeta o efectivo?

—Efectivo, seokjin. –saco su billetera para sacar ciento cincuenta dólares exactos y entregárselo a Seokjin,  tomando su ticket y las flores.

—Que tenga un bonito día, señor.

—Podrías dejarme de tratar como si no me conocieras, por favor.

Seokjin ignoro aquello, dándose vuelta para ir a la bodega, dejando a Eunwoo a cargo, necesitaba solo unos minutos a solas.

Aquel momento incómodo se esfumó en cuanto estaba en casa, comiendo unos deliciosos pastelillos de moras que le gustaban demasiado, a Seokjin le encantaba cocinar, era otro de sus tantos talentos, aparte de tocar el piano.
Recordaba como en el colegio donde iba, solía haber un lindo piano blanco y viejo pero que servia bien, su profesor en ese tiempo, el profesor Kang, le ayudaba a aprender, al parecer era el único interesado en esa clase, los demás compañeros no les gustaba, decían que era un instrumento aburrido y poco útil pero para el no, el adoraba pasar esa clase, solía revisar el reloj que había en el salón de clases de la señorita Ju, verificando el tiempo que faltaba para el piano.
Eran lindos recuerdos, lastimosamente,  el profesor Kang tuvo que retirarse después de un tiempo de estar en el colegio, puesto que solo era por asi decir, un maestro sustituto.

Observo aquellos pastelillos sobre la bandeja, escuchando el sonido de la televisión de fondo con noticias, su manos desocupada estaba sujetando su celular mientras veia videos y mandaba mensajes a sus amigos, Yoongi y Hoseok habían ido de viaje por si aniversario,  encargándole la casa a Seokjin. Namjoon y Jungkook habían también ido de viaje, era su aniversario de boda también, y el, solamente podía quedarse en su soledad.
Alguien llamo a la puerta, haciéndole salir de sus pensamientos con un pastelillo en la mano y su celular sobre la mesa, abriendo lentamente, divisando tras la puerta a el pelinegro, Bangchan.

—Chan, ¿que haces aquí?–

—Tus amigos me dijeron que estabas solos, vine a hacerte compañía sorpresa, espero no te moleste. –dijo sonriendole levemente mientras mostraba una caja de donas– traje donas, de moras y fresas, y de chocolate.

Seokjin río bajo y le dio un pase dentro, adoraba tener a Chan de amigo, y le agradaba saber que Chan no se había tomado a mal aquella decisión, al contrario,  se llevaban mejor como amigos que como por así decirlo, ligue.

Aquella tarde en cuanto llegó Chan, fueron risas y habladurías, juegos de mesa y anécdotas.

—Entonces, ¿Como te va con el chico que me dijiste?¿Jeongin?–

Chan asintió.

—Apenas estamos conociéndonos, realmente no se si lleguemos a algo pero quiero tener esperanza de que si.

—Espero y así sea, Chan, mereces tener felicidad.

—Tu también,  Seokjin,  ¿como va con Taehyung?¿Arreglaste todo con el?

—No Chan, hoy fue a mi florería por girasoles,  me dirigió palabras pero no le hice caso, supongo que es aún doloroso.

Chan acaricio suavemente el hombro de Seokjin, dándole apoyo.

—Todo estará bien, todo a su tiempo, Jinnie, no te debes preocupar.

Seokjin agradecía todo el apoyo que le daba Chan con el tema de Taehyung, y si, Chan había empezado a conocer a un chico, no le molestaba, le daba felicidad. No podría vivir sabiendo que Chan se había quedado vagado esperándole, y le daba mucha felicidad que el fuera feliz.
Esa tarde, después de más risas, Chan fue a casa, despidiéndose de Seokjin con una sonrisa.

Desde lejos, un auto negro les vigilaba, un chico de cabellos negros que estaba celoso de aquel chico que salía de la casa.


Pido perdón, andaba en las nubes 😭

         SEGUNDA OPCIÓN; TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora