CAPÍTULO 6

81 23 7
                                    

Estoy sola en casa y haciendo un trabajo de la uni, llevo en esto desde que Emma me dijo que iba a salir con Jane, al parecer han quedado para ir a tomar helado porque Jane le quería contar algunas cosas.

<Como que estas dos se están haciendo muy amigas>

No es que no me guste pero siempre hemos sido Em y yo para todo, sin una tercera persona llamada JANE.

<Estás celosa>

Na, como crees.

No estoy acostumbrada a que exista una amiga más, no piensen que estoy siendo egoísta es solo que no es lo mismo.

Emma y yo nos conocimos desde pequeñas para no decir que nos conocemos desde que estamos en la pansa de nuestras madres. Mamá y Clara (la mamá de Emma) se conocieron en la agencia de modelaje y ahí comenzaron a formar una bonita amistad. Siempre quedaban después de los desfiles e iban a celebrar el éxito que tenían. Obviamente todo esto me lo ha contado Clara porque este tema es tabú con mamá. Por suerte Emma no tuvo que pasar por lo mismo, su madre tuvo un parto vaginal, por lo que pudo recuperarse con mayor rapidez, sin necesidad de abandonar su carrera y obviamente sin una cicatriz.

Clara muchas veces habló con mamá sobre el tema incluso luego de que le cancelaran el contrato con la agencia, le propuso trabajar con ella, sí, Clara después de lo que pasó con mi madre, decidió irse de la agencia por voluntad propia y creó la suya por su cuenta, donde quería que mamá estuviese pero ella se negó. La entiendo, es que le dijeron tantas cosas horribles por lo de la cicatriz que se lo terminó creyendo.

Desvío mis pensamientos a otro lado porque luego me la paso deprimida en mi habitación. Este tema como que es un poco sensible para mí.

Decido llamar a papá para que luego no diga que no me acuerdo y bueno también porque es reconfortante hablar con él. Al tercer pique papá contesta.

—Mi niña —sé que dice esto sonriendo así que sonrío también al imaginarlo.

—¿Que tal estás?

—Pues todo bien pero dime ¿qué tal tú? —hace una pequeña pausa —No se te oye muy bien.

Me sorprende lo mucho que me conoce y eso que no me está viendo, pero no quiero que se preocupe y se supone que esto de mamá es un tema que ya más o menos he superado.

—Nada, estoy bien, es que..... —tengo que pensar algo rápido para que me crea —Me acabo de despertar.

—A las cuatro de la tarde Layla, ¿es qué no tienes cosas de la escuela que hacer? —me regaña.

—Bueno sí pero.... - escucho el sonido de la puerta y me dirijo hacia ella, Emma no puede ser porque ella tiene llave, no he pedido pizza así que no sé quien pueda ser, tal vez un asesino que estuvo espiando hasta que estuviese sola para atacarme y acabar con mi pobre ser.

—Layla. ¿Estás escuchándome? —pregunta al no obtener respuestas de lo que sabrá Dios estaba hablando.

—Sí, lo siento es que... —le respondo a papá mientras abro la puerta pero me quedo tonta, no me lo esperaba —Papá tengo que colgar luego te llamo, te quiero.

Cuelgo antes de que le de tiempo a decir otra cosa y luego no tenga para cuando parar. Sigo un poco tonta, Dylan está parado frente a mi puerta.

<Esto me encanta, están solitos>

—Eh...Hola —dice mientras se rasca la cabeza.

—Hola. ¿Qué haces aquí? —creo que eso ha sido un poco pesado por lo que decido arreglarlo —No lo digo en mal plan, es solo que no me lo esperaba.

Todo por un viaje Donde viven las historias. Descúbrelo ahora