CAPÍTULO 11

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Me he despertado hace unos cinco minutos pero me quedé sentada viendo un zapato que estaba frente a la cama mientras le daba tres vueltas al planeta Marte en mi cabeza.

<A veces me parece que te drogas>

A mí también fíjate.

Una vez que llegué de Marte y puse los pies en la tierra (el suelo) me dirijo al baño para darme una ducha antes de bajar a desayunar.

Luego de veinte minutos ya he terminado de bañarme y estoy envuelta en la toalla pero antes de salir del cuarto de baño decido hacer mi rutina de skincare, al terminar salgo y comienzo a vestirme. He decidido ponerme un vestido un poco ajustado de color café y esta vez he dejado mi cabello suelto.

Cuando ya estoy lista bajo para desayunar con los chicos y me encuentro a Marcos por la escalera.

—Tan linda como siempre.

Solo le sonrío y continúo caminando hacia la cocina, tengo mucha hambre.

<La mayoría de las veces>

En la cocina me encuentro con todos excepto con Marcos que ya me lo había cruzado en la escalera. Quién aparece detrás de mí. Doy los buenos días pero solo recibo de vuelta el de Emma y Jane. Dylan no ha formulado ni una sola palabra y sin echarme apenas un vistazo se levanta para salir de la cocina, no sin antes coger una tostada.

Yo sin decir ni una sola palabra me siento a desayunar.

             **********************

Hemos quedado que dentro de un rato nos íbamos por lo que estamos todos en nuestras habitaciones recogiendo las maletas. Ya a mí solo me falta por guardar dos vestidos pero no sé donde los voy a poner porque ya no tengo espacio.

Nunca entenderé ese misterio de por qué no se puede guardar las cosas en la maleta como mismo las guardaste la primera vez, nada me cabe, no lo entiendo. Juro que lo he puesto todo igual a como lo traje, al menos eso creo y aún así me quedan dos cosas por empacar.

Luego de unos cinco minutos he podido buscar un lugar para los vestido aunque no sea el más adecuado.

<Amarrarlos alrededor de la maleta, ¿te parece un buen lugar?>

Lo importante es que no se queden, así que silencio.

Salgo de la habitación ya con la maleta medio hecha. A duras penas camino hasta el pasillo donde están las escalera, se me hace un poco difícil bajarlas ya que tengo las manos ocupadas.

<Si hubieses guardado el móvil>

Arruinas todo mi drama de no poder bajar con facilidad las escaleras. Cállate un rato.

Por mi lado pasa Dylan y ni siquiera me brinda su ayuda.

Esoo, sigue bajando, no necesitaba una mano ni nada. Es un idiota y se está comportando de forma inmadura, cómo me va a acusar de una cosa que no hice y que le he explicado muchas veces. Además, en caso de que tuviese razón y el chico del voley me estuviese echando ojitos, no es mi culpa, malo sería si hubiese sido al revés, ahí estaría en todo su derecho de molestarse.

Gracias a todos los dioses aparece Marcos, el cual en un abrir y cerrar de ojos ya tiene mi maleta en la mano y está bajando como si nada, yo le sigo hasta el salón, solo faltan por bajar Emma y Brian.

Una vez que estamos todos en el salón nos dirigimos hacia donde están los coches para repartirnos. Al final quedamos en que las chicas vamos en el coche de Layla y los chicos en el de Dylan.

<Ustedes si le saben a eso de la inclusividad>

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Ya falta poco para llegar a casa, unos quince minutos más o menos. Todo el transcurso del camino me la he pasado escuchando música mientras observaba el panorama, el ambiente estaba muy tenso y no me apetecía ser yo la que rompiera el hielo, ya que yo era la que estaba molesta con Emma por sus actitudes.

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