—Hola pequeño —la voz de un chico lo tomo por sorpresa—. Veo que te encuentras solo, ¿quieres divertirte esta noche conmigo? —La voz seductora del joven le erizo la piel y solo se quedo inmovil.
No sabía que hacer, no sabía si gritar y salir corriendo del lugar o decirle que si y tener una divertida noche. Claro, es mejor lo segundo, ¿o no?
—¿Qué opinas, pequeño? —le susurro a su oído.
—Me parece bien —Moon Bin le sonrió y aquel hombre se aferro más a su cintura.
Aquel chico lo hubiera besado de no ser por alguien más.
—¡¿Qué crees que estas haciendo?!
—¡¿Qué te pasa idiota?! —el chico se levantó del suelo pues había sido empujado por el otro sujeto—. ¡Estaba apuntó de cumplir un reto y vienes a interrumpir imbecil! —y Moon Bin de nuevo se sintió mal, no era más que un simple objeto para los demás.
—Repite lo último que dijiste. ¿Quién putas te crees para llamarme así? Si no lo sabes, esta es mi casa y me respetas idiota —No dudo ni un segundo en darle el primer golpe al chico quien ya iba a abalanzarse contra él de no ser por Moon Bin.
—Minnie —Moon Bin no dudo ni un segundo en tomar a Eunwoo del brazo para luego hacer que lo mirara a los ojos—. Ignora al otro y mejor veme a mi —Moon Bin comenzó a jugar con su camisa, desabotonando los primeros botones de esta dejando ver sus marcadas clavículas.
Eunwoo no resistió más y se abalanzó sobre el menor comenzando a besarlo apasionadamente mientras varias personas de aquella estúpida fiesta presenciaban la escena. Algunas comenzaron a grabar mientras que otros solo estaban en su lugar admirando todo.
A Eunwoo no le importaba el estar ante muchas personas en esa situación, solo sabía que quería tener al menor en su cama gimiendo y gritando para él, y así lo hizo.
Todos sabían que si Eunwoo se proponía algo, lo obtenía, y ese día no fue le excepción.
Eunwoo tomó de la cadera al menor y la apretó con ambas manos provocando un ligero quejido por parte del más joven.
—Moon Bin, mi pequeño Moon Bin, quiero tenerte así todos los días —Eunwoo comenzó a masajear suavemente el trasero de Moon Bin dejando ligeros apretones a su paso.
Por su parte, Moon Bin no paraba de desear que las suaves manos de Eunwoo recorrieran su cuerpo desnudo, y estaba dispuesto a conseguirlo ese mismo día.
—Minnie —le susurro Moon Bin en su oído —. Quiero que me folles —dicho esto, se dispuso a lamer y mordisquear el lóbulo de la oreja del mayor.
Eunwoo sonrió ante su petición, finalmente obtendría su venganza —. Lo que diga el caballero —cargo a Moon Bin obligándolo a rodear su cintura con sus piernas y simplemente se dirigió a su cuarto.
No le importo apartar a demasiadas parejas con ganas de follar, a él solo le importaba llegar a su habitación y devorar al pequeño diablo que en ese momento tenía en sus brazos.
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