Todos por igual

45 1 0
                                    

– ¡Te convertiré en piedra! 

– ¡Te sacaré el corazón! 

.

.

.

– ¡Luffy - Senpai! 

- ¿Ah? - El mencionado volteó a ver al chico peliverde, con peinado en cresta y colmillos, que lo estaba llamando - Oh, Bartolomeo ¿Qué tal? -

- ¿A-ah? ¡¡Luffy - Senpai me está preguntando cómo estoy!! - Dijo emocionado y dando pequeños saltos en su lugar, hasta brillitos se le podían ver - ¡No, Bartolomeo! No es momento para eso ¡Pero es que no puedo evitarlo! ¡Desde que Luffy - Senpai se aprendió mi nombre me emociono hasta cuándo respira! Pero eso siempre lo he hecho... -

Si no fuera por la voz de Luffy, Bartolomeo seguiría hablando y hablando consigo mismo.

– Am... ¿Bartolomeo? 

- ¿Eh? ¡Sí! - Se puso serio, o al menos lo intentó - Trafalgar Law y Boa Hancock empezaron una nueva discusión, solo venía a decirle eso -

- ¿Solo eso? - Bartolomeo asintió - Pues gracias, Bartolomeo. Nos vemos más tarde - Dio la vuelta para retirarse a la cafetería, donde los demás lo esperaban. 

- ¡Espere, Luffy - Senpai! - Pero Bartolomeo le detuvo - También le traje esto. Mi disculpa por quitarle unos minutos de su valioso tiempo -

Bartolomeo le extendió una cantina donde, desde fuera, se veía un buen pedazo de carne.

- ¡Oohh! - Luffy tomó la cantina de plástico con los ojos hecho brillos - ¡Gracias, Bartolomeo! ¡Te la devuelvo después! - Se despidió con la mano mientas comía de la carne.

- ¡No hay de que, Luffy - Senpai! - Bartolomeo esperó hasta que Luffy no estuviese en su campo de visión - ¡¡Luffy - Senpai se emocionó por un regalo de mi parte!! -

Bartolomeo no cabía en su Felicidad.

.

.

.

En otro lado, específicamente en la cafetería, se estaba llevando a cabo una discusión, el tema de la misma ya no le sorprendía a nadie.

- ¡Ya ríndete, Law! - Dijo chica pelinegra y pendientes de serpientes - ¡Luffy es mí príncipe! ¡Me escogerá a mí y se casará conmigo! -

- ¡Te equivocas, Hancock! - Replicó otro chico pelinegro, con sombrero blanco con manchas marrones - ¡Mugiwara - Ya en su vida pensaría estar contigo! -

– ¡¿Ah, no?! ¡¿Por qué?! ¡Dime! 

– ¡Por el simple hecho de que eres fastidiosa e irritante! 

– ¡¿Ah?! ¡No lo digas cómo si tú no lo fueras, idiota! 

– ¡Aquí la idiota e irritante eres tú! 

¿Cómo es que esos personajes pueden ser primos?

¿Qué opinaba Luffy al respecto?

Simplemente no le importa, ni le prestaba atención al tema en sí.

Estaba en la cafetería y la discusión se llevaba a cabo casi delante de él, un par de mesas delante de él.

Él solo veía todo junto a su grupo como si fuese una película. Para él era gracioso. Aunque no supiera de el por qué, o quién, discutían frecuentemente.

- ¿Por qué discuten todos los días? - Preguntó Luffy cuando la discusión se había tranquilizado un poco - No lo entiendo -

- ¿Aún no te das cuenta que se pelean por ti? - Pensaron todos en el grupo.

- íi que a veces eres un extremo idiota, Luffy - Dijo Usopp.

– ¿Cuántas veces te hemos dicho que ellos discuten frecuentemente por ti? 

- ¿Ah? ¿Por mí? - Preguntó con la boca algo llena - ¿Por qué? -

Nami suspiró.

– Vivi, explícale tú esta vez 

- Claro - Asintió la chica - Escucha, Luffy. Law y Hancock discuten por quién se quedará contigo -

- ¿Eh? ¿Quedarse conmigo? - Había tragado la comida que tenía en la boca y comió lo que le quedaba - ¿Por o para qué se quedarían conmigo? -

- Porque le gustas de forma romántica. Ellos hablan de "Quedarse contigo" de forma romántica. Te quieren como novio - Respondió Usopp.

Para ese punto de la conversación, Luffy había dejado de prestar atención. Ahora estaba robando la comida de Usopp.

- ¡Luffy! - Se quejó este.

- ¿Qué? - Devolvió con si nada - Sigan hablando, los escucho -

Nami volvió a suspirar.

- También discuten por saber a quién quieres más.

Luffy volteó a ver a la chica con una ceja alzada.

- Yo los quiero a todos por igual - En ese momento había recordado que llevó consigo la cantina que Bartolomeo le había dado, y empezó a comer el poco de carne que había dejado.

- Sí, lo sabemos. Pero ellos no lo ven así - Dijo Sanji.

– Nah... Algún día tendrán que entender que a ambos los veo como amigos y que los quiero por igual.

Mientras Luffy decía eso, entrelazó su mano con la de cierto peliverde, amante de los Onigiris, debajo de la mesa, que estaba a su lado.

One Piece - HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora