Me gusta

21 3 5
                                    

– Papá.

– Perona.

– ¿No crees que Zoro está muy tranquilo hoy? No siempre se le ve trabajando en el patio.

Una tarde soleada. Las calles estaban tranquilas ese día, momento perfecto para dormir, trabajar en paz, hacer tareas... Cosas que normalmente no se podrían hacer, ni disfrutar, por el bullicio de todos los días.

En fin, una tarde tranquila. Perfecta hasta para pensar.

Hace una media hora el joven peli verde de la familia, Zoro, sin razón aparente u orden tomó un pico, una pala, unas tijeras y todo lo que se necesita para trabajar en el patio, con el jardín. Se puso unos guantes y un sombrero y, sin articular palabra, fue al gran patio de la casa.

Primero visualizó el ambiente; Día soleado, una que otra nube en el cielo, sin vecinos molestando, su hermana y su padre dentro de la casa, aunque sabía que pronto saldrían a buscarlo al no sentirlo, y el patio necesitando una mano.

Con todo a su favor puso manos a la obra sin prestar atención alrededor.

Parecía estar en otro lugar estando ahí. No parecía ser el Zoro de siempre, por eso Perona se preguntaba qué le pasaba. Al no saber qué mosco le había picado decidió preguntarle su padre, él debía saber o al menos sospechar algo.

Encontró a su padre en el balcón de su habitación con vista al patio, donde estaba Zoro, quién en ese momento podaba algunas plantas.

- Él está bien - Respondió su padre sin levantar la vista del periódico - Solo está pensativo -

– ¿Mi hermano piensa? 

– Sabes que sí.

Después de saber la respuesta, o al menos la mitad de esta, la peli rosa ladeó la cabeza y dirigió su vista a su hermano. Este estaba muy tranquilo, más de lo normal.

- No siempre se le ve así de tranquilo, me da curiosidad saber - Opinó - ¿Qué estará pensado? -

– No tengo idea.

Mihawk supo esconder bien la pequeña sonrisa que se había formado en su rostro.

.

- Padre - El peliverde había entrado a la habitación del mayor.

- Zoro ¿Qué necesitas? - El mayor volteó en su asiento dejando la taza de café de lado.

- ¿Cómo puedo saber si me "gusta" una persona? - Preguntó de repente.

Mihawk se sorprendió, nunca había pensado que su hijo le preguntaría algo como eso algún día, este no lo había visto interactuar de manera amorosa con alguien ya que no estaba interesado en esos temas.

- ¿Es porque soy la única persona adulta de confianza que tiene, tal vez? - Se preguntó a sí mismo, en su mente.

Bueno, podría ser eso.

- No soy muy apegado a esos temas, pero... - Habló - Es cuando sabes que quieres a esa persona, pero no la quieres con el mismo afecto a como sabes que quieres a las otras personas -

- ... - Zoro quedó pensativo por un momento - ¿Como por ejemplo...? -

Era lógico que pidiera un ejemplo, Zoro no era de las personas que se juntaba con todos, no era selectivo respecto a personas pero tampoco era como que muchos se le acercaran y viceversa.

- A mí me quieres, soy tu padre y he estado contigo desde que naciste. Aunque no me lo digas a menudo tienes un gran sentimiento de afecto, amor, confianza y admiración hacia mí - Respondió. Zoro volteó la cabeza, sonrojado. Era verdad lo que dijo su padre. Asintió para que continuara - Perona, aunque para ti sea un poco molesta a veces, es tu hermana. Las has visto crecer desde que nació y tienes ese sentimiento de cariño hacia ella y sientes esa obligación de protegerla aunque no lo quieras - Zoro volvió a asentir - Mhm... Ya tienes dos ejemplos, si algún día otra persona, fuera de familia, te hace sentir algún sentimiento de cariño y sientes que quieres vivir pegado a esa persona y que cada cosa que haga te gusta... Te gusta de manera romántica, no familiar ¿Entiendes? -

- Algo así... - Volvió a asentir.

 Ve a hacer algo y piensa en tu pregunta, la respuesta y los ejemplos que te di. Luego seguiremos hablando.

- Gracias - Sin más, salió de la habitación.

Cuando el chico salió, Mihawk no tuvo que darle muchas vueltas al asunto para saber, o al menos sospechar, quién era la persona que había flechado a su hijo.

.

– Cambiando de tema, papá ¿Sabes si a Zoro le gusta alguna chica? 

– Que le guste una persona tal vez, que sea chica no lo creo.

– ¿Insinúas que le gusta un chico? 

- Quien sabe - Alzó los hombro - ¿Quieres apostar? - Retó a la peli rosa.

- Apostemos - Aceptó el reto.

.

.

.

El día había llegado a su fin, el patio había quedado mejor que antes. Impecable.

Zoro guardó todo, entró a la casa y se bañó, cambió y cenó. Cuando pensaba ir a su habitación decidió pasar por la habitación de su padre.

Solo dio 2 toques a la puerta y entró sin esperar respuesta, cerró la puerta detrás de él y caminó hasta llegar al frente de la cama, donde se quedó de pie.

Mihawk levantó la vista y vio al peliverde frente a su cama.

- ¿Me dirás quién te gusta? - Fue lo primero que preguntó.

Zoro simplemente lo miró y asintió.

– Luffy... Monkey D. Luffy.

One Piece - HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora