13 Nueva rutina laboral

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El viernes reinicie mi trabajo normalmente, hice mis visitas médicas rápido, eficientemente y visite los más médicos posibles y trate de realizar mi trabajo de la forma más efectiva posible. De hecho, yo iba adelantada en mi trabajo como por 2 semanas, ¿la clave que encontré yo para hacerlo?, pues como en todo el mundo, ser linda te abre muchas puertas, usar tu encanto, usar la inteligencia, vestir bien son detalles que también te abren muchas puertas.
Una tarde comimos mis compañeros de trabajo y yo en un restaurante italiano, más tarde cada quien regreso a su trabajo, menos yo porque ya no tenía citas programadas, así que acompañe a una de mis compañeras a realizar sus visitas, fuimos a la torre de consultorios donde se encuentra el Dr. Farías, ese día yo iba vestida bien, casual, pero elegante, llevaba un pantalón gris claro, y una blusa manga larga azul cielo, cabello suelto y mis gafas, sin accesorios ni cinto. Me veía bien, y efectivamente al estar en una de las salas de espera vi que llegó el doctor, se veía muy guapo, en un traje azul, cuando llego la verdad es que no volteo a mirarnos ni a mi compañera ni a mí, yo solo me encogí de hombros y seguí en lo mío con mi compañera, en eso estábamos cuando una de las secretarias se acercó a nosotras, estábamos un grupo de representantes platicando, yo pensé que se acercaba a nosotros para callarnos, pero se dirigió a mí y me dijo: “dice el Dr. Farías que puede pasar”, le dije a la secretaria que en realidad iba a visitar a otro médico, que a él ya lo había visto la semana pasada. Luego se retiró la secretaria y seguimos en lo nuestro. Me dio coraje que paso frente a nosotras y ni me pelo, pero al parecer éste médico quería que entrara con él cuando él quisiera y sentí que como “a escondidas”, pasaron como 15 min y me sonó el teléfono, era el Dr. que me preguntaba porque no quise pasar, le dije muy educadamente que estaba trabajando con otros médicos, y que a él recién lo había visitado, pero que si se le ofrecía algo estaba para servirle. Me dijo que, si se le ofrecía algo, que, si no podía pasar a su consultorio por favor, solo le conteste que en un momento. Le dije a mi compañera que ya me iba a retirar, y me fui a mi casa, en el camino me llamo por teléfono con un tono ciertamente agresivo, y me pregunto qué porque aún no pasaba, que me estaba esperando, le dije que estaba trabajando con otros médicos y que estaba con mi gerente regional, que en otra ocasión pasaría a visitarlo a su consultorio, que tenga usted muy buenas tardes y colgué el teléfono. Siento que lo deje muy molesto, pero no me importaba, en realidad que caso tenia entusiasmarlo conmigo, que tal si me convenciera a que tuviéramos sexo y que se diera cuenta de mi defecto, todo iba a acabar mal, mejor lo deje así.
Al llegar a mi casa llore mucho, estaba molesta por ser tan tonta, estaba molesta por no permitir que gente en realidad exitosa se acercara a mí, como era posible que a otras personas de la peor calaña si les permitiera acercarse a mí y que me hicieran de todo y me trataran de lo peor, poniéndome en riesgo, y poniendo mi autoestima en el escalafón más bajo. Basta recordar a Violeta a la cual no deseo ver jamás en toda mi vida, o a las personas que he conocido solo para tener sexo por una noche y ya. Yo misma comprendí que desde que me ubicaron en el sitio en donde pertenezco; cuando me dijeron que en realidad soy una mujer; cuando hice mis trámites legales en donde se me ubica en mi condición de mujer, pues ahí las cosas empezaron a cambiar, ya no tenía que aparentar lo que en realidad era, eso elevo mi autoestima y empecé a respetarme más y a exigir y merecer respeto por los demás.
Más tarde me llamo mi hermana Malena y me invito a cenar a su casa, me quedé solo un rato en su casa y luego me fui a mi casa, me desperté tarde el sábado, aún estaba algo deprimida, triste, nostálgica, aunque en realidad no tenía motivos, no sé porque estaba así. El fin de semana no salí de mi casa para nada, solo hice mis quehaceres y vi la TV y películas. Esperaba ansiosa el lunes para reiniciar mi trabajo y no pensar en el tiempo que falta para mi cita, y también esperaba no pensar cosas negativas, ni tampoco pensar en sexo. Durante la semana igual realice mi trabajo sin problemas y me despeje de todos mis demonios, estaba muy entusiasmada ahora, me gustaba vestirme linda y que me admiraran en mi trabajo, con mis médicos, mis compañeros y mis jefes.
Hacer frente a la rutina laboral era el estímulo diario para levantarme y vivir intensamente, mantener bien mi casa en las mejores condiciones, mantenerme sana y linda yo misma, tener un vestuario de lo más completo, hacer mis compras desde el mandado hasta mis cosas personales (maquillaje, perfumes, ropa, y toda clase cositas) era mi objetivo, sin embargo el pasármela bien también era una de mis prioridades, en una de esas tardes siendo como las 6pm que fue la hora en que llegue a mi casa, pues también estaba muy caliente la verdad, con ganas de encontrar a mi novio o a mi marido y que me hiciera el amor en cualquier parte de la casa y de la forma o manera que él quisiera. Pero ante la falta de ello, pues decidí optar por la medida emergente, llame a quien tenía a la mano, decidí llamarle a Marcos, yo creo que ese día él estaba también muy ganoso porque lo invite a mi casa para que pasara por mí y llego en 15 minutos, no tuve tiempo de cambiarme de ropa, me fui con lo que llevaba puesto, ese día estaba con un pantalón color mamey, y blusa color hueso estampada con detalles anaranjados y botones anaranjados, cinturón café y zapatillas crema. Así como estaba salí, y me subí a su carro, hola le dije, a donde vamos, a donde gustes, oye que bonita te vez hoy también, gracias, vengo del trabajo, vengo cansada, con hambre y con ganas de coger, que hacemos primero, no pues veras, ¿pasamos por algo para comer y nos perdemos por ahí como la vez?, ok le conteste, pasamos por unas hamburguesas y nos fuimos a un hotel, obvio que primero pasamos a lo primero, llegamos y de inmediato nos dimos y beso apasionado, con su lengua que me llego a la garganta, me quito muy rápido la ropa, y yo de inmediato sentí su virilidad sobre su pantalón, así que con permiso, pero yo traía muchas ganas, me arrodille frente a él, le quite el cinto, le desabroche el pantalón y empecé a besar su portentosa verga sobre el calzón, ya estaba muy humedecido por sus secreciones y por mi saliva, finalmente le permití salir al animal y en verdad que el chamaco no se aguanta, siento que su verga está cada vez más grande y gruesa, ciertamente me asusto un poco el que me fuera a lastimar, así que pues por lo pronto le empecé a dar una mamada que él no se iba a aguantar, como siempre empecé por sus huevos, uno a uno y luego ambos, con mi lengua recorriendo toda la longitud desde los huevos hasta la punta, chupando y saboreando las gotitas de secreción de su pene, empapando con mi saliva toda la extensión de ese miembro y saboreando y disfrutando sus jugos y su olor, que delicia, en esta ocasión no me fue posible meterme a la boca esa verga por completo, súbitamente me detuvo, me levanto y me puso de espalda hacia él, termino de quitarme la ropa, me bajo el pantalón y sobre mi ropa interior empezó a acariciarme mi cosita primero muy despacio y luego muy rápido, termino por desnudarme y dejarme solo con los calzones, jugaba con los resortes del calzón, de nuevo me arrodillo y me dio su verga en mi boca de nuevo, sus bolas estaban geniales, grandes, llenas de leche, le colgaban, estaban muy suaves, y velludas, mírame me decía mientras le mamaba el pitote, como te encanta verdad, me decía, si mi amor, me encanta, dámela toda papito, no podía rodear su verga con mis manos, no podía alcanzarla, estaba más gruesa que nunca, créanme que a mí siempre me a gustado complacer a mis hombres con una buena garganta profunda, pero por vez primera no me fue posible complacer a Marquitos, por más que intente no pude meterme toda su verga en mi boca, mi maquillaje estaba chorreado en mi cara, lo único que pude hacer para complacerlo fue hacerle la mamada sin usar mis manos y con los puros labios, sin lengua ni nada, yo he notado que cuando les hago eso a mis hombres se retuercen de placer, y fue justo lo que hice, luego sin más preámbulos me subió a la cama y quería cogerme, pero pues por donde, solo puso su verga sobre  mi clítoris y empezó a frotarlo, claro que no tarde mucho en venirme muy intensamente, ahí mismo me dio vuelta en la cama y sentí su verga caliente y húmeda sobre mi ano, y lentamente empezó a meter primero su cabeza, luego me iba entrando sin dificultad poco a poco, de hecho con mucha suavidad me lleno toda, yo sentía sus testículos en mis piernas y fue cuando me di cuenta que ya estaba toda “ensartadita”, luego vino esa sensación de entre dolor y placer cuando entraba y salía ese portento dentro de mí; luego me puso de pie y me subió una pierna sobre el borde la cama y me inclino un poco hacia adelante, y empezó a arremeterme nuevamente pero esta vez se estaba portando un poco mal porque me lo estaba haciendo muy fuerte, al grado que termine boca abajo sobre la cama y con cada arremetida que me daba nos desplazábamos hacia el borde de la parte de los pies de la cama, así llegamos no sé cómo pero yo estaba con el rostro sobre la alfombra del piso con mi colita aun sobre el borde de la cama y el de pie dándome de lo más duro, luego nos fuimos a un sillón, me puso en cuatro patas y me empezó a dar por atrás de una forma muy agresiva, pero en realidad me gustaba mucho estar siendo tratada de esa manera, aproveche esa posición para frotar mi cosita y logre venirme nuevamente, creo que estuve gritando y gimiendo muy fuerte, luego él se sentó en el sillón y yo sobre él, yo estaba controlando el ritmo, yo me sentía muy bien porque yo misma me estaba penetrando hasta el fondo, pero creo que a él no le gusto, porque me tomo de las caderas, y yo quede de lado sobre el sillón y el quedo hincado en el suelo y pues nuevamente en forma muy fuerte me penetro, luego se retiró, se puso de pie y me pidió que se le chupara la verga, pero ya no hubo tiempo porque cuando estaba por hacerlo empezó a venirse a chorros sobre mi cara, yo en forma instintiva me trague lo más que pude y lo demás me cayó en el cabello y orejas, exhalo un grito de satisfacción y tomo mi nuca para que limpiara los restos de semen de su verga con mi boca, finalmente los dos nos tumbamos en la cama, me abrazo e incluso nos dormimos un rato, cuando despertamos estuvimos platicando y empecé a juguetear con su pene y testículos cuando de pronto tuvo una erección nuevamente, me baje a chuparle los huevos y el pene, estuve buen rato dándole una buena felación, el mismo tomo un frasco de vaselina que estaba en el buró y se lo unto en el pene y me lo unto en mi culo, se quedó el acostado y me monte en el dándole la espalda, me ensarte de nuevo ese pene y entro hasta el fondo como si nada, me lo trague todo hasta el fondo nuevamente, en esa posición parecía que le gustaba mucho porque ponía caras de placer muy extrañas, estuvimos buen rato así, pero quiero que sepan ustedes que esa posiciona a mí me encanta porque alcanzo a frotar mi clítoris sobre el pubis de mi hombre y estando yo ensartada, y sin tallarme alcanzo orgasmos increíbles, y en esta ocasión no fue la excepción, me vine como perra al grado que tuvimos que detenernos  cuando me estaba viniendo, las piernas me temblaron por buen rato y no podía controlarlo, cuando termine me puso de cucharita y me entro de nuevo todo de un solo golpe, pero en esta ocasión no tuvo compasión de mi porque empezó a cogerme muy rápido y muy fuerte, en esa misma posición acabo y me dejo su semen en mi colita, la verdad es que esa relación estuvo ,muy fuerte, muy violenta, muy intensa, ambos nos venimos de lo lindo. Nos quedamos otro rato tumbados en la cama, cuando me di cuenta eran la 1am, el tiempo había pasado volando, de hecho, nos despertaron de la administración del hotelucho, nos decían que el tiempo había terminado y que lo teníamos que desocupar ya jajá. Nos vestimos y luego yo lo invite a cenar unos taquitos de carne asada, luego me llevo a mí casa y quedamos en vernos de nuevo muy pronto. Al llegar a casa como a las 2:15am me metí a dar una ducha y luego me fui directo a mi cama, estaba muy satisfecha y tranquila después de la tremenda cogida que me habían dado esa noche. Al otro día por la mañana me vestí y me fui al trabajo, como a las 12 del día nos habíamos quedado de ver unas compañeras representantes y yo en un restaurantito para tomar café y platicar, ahí estaba una de mis compañeras que es muy mal hablada, directa y que no se anda con rodeos y que no tiene pelos en la lengua. Cuando se refiere a hablar cosas de sexo siempre sale con cada ocurrencia, fue precisamente ese día que ella comento sobre una de nosotras y le dijo “hay mi niña, tienes cara que te hace falta que te den una muy buena cogida , todas  reímos, pero yo no me salve, porque me dijo, en cambio la Antonia tiene cara de que le encanta la verga y de seguro ayer le pusieron una buena cogida, ya ven esa risita de satisfacción  no se la quita nadie, todas reímos, pero no sé qué habrá visto esta amiga, si supiera que así fue en realidad.

Del nacimiento de la mujer que siempre fui.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora