14. | Vuelo

820 52 8
                                    


CAMILA

Mi teléfono en el lapso de unos minutos había estallado a mensajes y notificaciones de todo tipo de red social, que solo me quedaba apagarlo, y eso hice.

Después de un Enzo dudoso que abandonó la mesa con la excusa de que tenía que buscar unas cosas, y un Licha ¿raro? me quede solo meditando sobre el rumor y que carajos haría ahora para negar todo.
Lea me dijo que no responda nada, que siga mi vida porque así se manejaban estas cosas, a puros inventos y que si salía a decir algo iban a tener más material para seguir hablando de mi.

Así que no tenía que hacer nada

—¿que onda rubia? —dice nahuel con el mate en la mano. —¿que pasó esa carita?

—Que onda nahui ¿no tendrás algún palo santo para llenarme de buenas energías?

El se ríe a modo de respuesta y al ver que le digo en serio, su sonrisa se borra.

—Eh morocha, tengo mis refuerzos de palo santo pero los estoy guardando para Qatar.

Me hace reír. —Bueno solo te dejo pasar porque el mundial es más importante.

—¿Estás así por el rumor con el Licha? —me pregunta curioso.

—Es el causante de mis males. —me digo apoyando mi cabeza en la mesa, cuál drama. ¿quien me puede juzgar? soy acuario.

—Cierto que sos una bebé con los rumores, el secreto está en jamas pero jamás —dice señalándome —tienes que salir a hablar nada.

—Lea me dijo lo mismo. —le cuento.

—A mi me separaron como cien veces y me inventaron rumores con miles de minas.

—Que calvario —le digo poniéndome en su lugar y si que eso no podría aguantar, estar en el foco del mundo.

Pasamos unos minutos más con Nahui que debo admitir que es una compañía muy linda, me hace acordar a julián.

Cuando nos avisan que tenemos que ir a la sala de reuniones para informar del viaje e itinerario.

Nos dirigimos entre pesares y en mi mente solo está la noticia, y Enzo. Nos adentramos y están la mayoría sentados, pero todavía no hay vistas de Enzo.
Me siento con Nahuel y del otro lado está Paredes, veo a julián que entra con Licha e inconscientemente me pongo nerviosa, después de unos segundos entra Otamendi con Enzo, este último está cabizbajo.

—Muchachos, seguro ahí les llegó al mail, los embarques del vuelo, salimos mañana a la mañana. Sé que estamos con muchas emociones y sobre todo mucha ansiedad, pero vamos con un objetivo claro, y pase lo que pase somos un grupo —informa Scaloni, y me es imposible que no se me infle el pecho de orgullo. —Agradecer desde ya a todo el equipo que está detrás o por delante de nosotros, desde las chicas de cocina, utileros, masajistas, fotógrafos, todos pero todos pertenecen a la scaloneta —Nos dice. —Que sea lo que Dios quiera, y ojalá que quiera que venga a casa.

Todos aplauden y hacen chistes y gritan. Amo este clima, la piel de gallina es parte de mi ser desde hace rato.

Espero para acercarme a Enzo quien está sonriendo, con esa sonrisa reservada para los que lo queremos.

Me adelanto a él y me sonríe. Inmediatamente me abraza y me levanta del piso. Necesitaba un abrazo. Necesitaba ese abrazo...

Julián también se acerca y me dice haciéndome reír —Che che yo ella conocía antes.

Lo abrazo también —Que bello compartir esto con mi hermana —Y ahí llore, maría magdalena entro en acción. Está en mi ser.

Pasamos lo que queda de espera e incertidumbre haciendo boludeces, desde jugar a las cartas hasta ver pelis, en teoría descansar. O tratar al menos..

FLASHES | Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora