La semana estaba a full y todos estaban con una presión increíble. Entrenaban demasiado y al final del día estaban muy cansados.
Estábamos a una semana del mundial. A una semana.
Con Enzo no volvió a pasar nada, más que simples charlas subidas de tono por WhatsApp y encuentros entre pasillos. Pero nada más. No había tiempo realmente.
Por otro lado Lisandro había sido buena compañía a mis momentos fotográficos. Ya que me hacía reír constantemente.
— No quiero era foto e —me dice mirando las fotos desde mi cámara —Parezco un duende.
—¿que me decís? —dice el papú haciéndonos reír a carcajadas. Esto era la scaloneta y yo me encargué de grabar todo. Para que la gente vea desde afuera lo que fue vivir esto, que ojalá se nos de.
No quiero decir ni la palabra porque aquí me matan.
—A ver las mías —me dice Julián dándome un abrazo por atrás.
—Salí nene estás todo transpirado—le digo empujándolo con cariño. —Y encima tenes olor horrible.
—si bueno transpiro flores yo —Me dice.
Les muestro las fotos a la mayoría pero no veo a Enzo por ningún lado. Mientras les dejo la compu así vayan viendo, que parecen nenes de dos años con un juguete nuevo me acerco al banco donde suelen estar los suplentes y nada. No está ahí.
—Si lo buscas a Enzo esta en enfermería —me dice una voz que me hace sobresaltar de forma abrupta. Es Otamendi.
—Eh no no —tartamudeo —O sea si lo buscaba pero así pueda ver sus fotos.
Su sonrisa me deja de piedra. ¿Sabrá algo?
—No hace falta que conmigo mientas flaca, yo se todo —me dice haciéndome sonrojar aún más. ¿Que sabrá?
—¿saber que? —le digo haciéndome la tonta, claramente.
—Vos sabes —me dice mientras se acomoda su camiseta. —Está en enfermería, le dolía la rodilla, le va a hacer bien ver a su cordobesa si quieres yo te cubro, anda—me dice guiñándome un ojo y yéndose a ver las fotos junto con el grupo.
Quedo unos mini segundos parada y deduciendo lo que acababa de suceder. Es que acaso ¿Otamendi que sabía? Enzo en enfermería.
Corro inmediatamente e ingreso al predio, me auto felicito por haber estado entrenando estos días sino ahora ya necesitaría un oxígeno para llegar.Leo "enfermería" y paso sin pedir permiso. Y me encuentro a un enzo acostado con sus manos en su cara, frustrado.
—No quiero nada Nancy gracias —dice sin mirar quién está en la puerta, su voz... esa voz que derrite cualquier persona en la faz de la tierra ¿estoy hablando de la voz?
—¿seguro no necesitas nada? —le digo sonriendo mientras me acerco a la camilla, el se sorprende y se sienta rápidamente. Noto dolor en su rostro. —¿que te paso? —le preguntó señalando su rodilla. Me es imposible no ponerme nerviosa.
—no sé, me tiró . —me dice recostándose de nuevo, siento dolor en sus palabras y ruego a Dios que no sea nada. —Me dice Nancy Que quizás esforcé de más el músculo y eso, una sobrecarga.
—Seguro que si ya vas a ver —le digo intentando calmarlo.
—¿viniste a verme? —me dice esperanzado.
Camino rodeando la camilla haciéndome la misteriosa. —nah, pensé estaba el lugar vacío así me cambiaba aquí viste.
Su risa inunda la sala y me atrae con un brazo a su lado, estamos frente con frente, las respiraciones se unen al compás y mi corazón no para de latir, al igual que el suyo.
Me da un beso, sentía que no lo besaba hace días, años, sentía que necesitaba eso estos últimos días para seguir, lo necesitaba. Y no me gustaba.
No me gustaba necesitar a nadie. No me acostumbre a eso, la ultima vez me fue mal. No quiero car en eso. Pero Enzo es diferente, o al menos ruego para que lo sea.

ESTÁS LEYENDO
FLASHES | Enzo Fernández.
Fanfiction-Vos vas a terminar siendo mi novia, mientras yo levanto la copa del mundo. Prohibida su copia y duplicado. +18