Esto de tener que cortar con mis siestas era el único lado negativo de estar con la scaloneta. Después de esta mañana, no pude ver a ningún jugador ya que cada uno había partido a sus habitaciones porque estaban muy cansados, algunos venían de largos vuelos. Y los entendía, entonces decidieron una pequeña siesta. A lo cual yo no pude porque tuve que pasar todas las fotos que había sacado y hasta eso de hizo la hora de la cena y mi cabeza explotaba.
Me mando un mensaje la chica que organiza todo, la cual me olvide su nombre, diciéndome que la cena estaba lista.
Me cambié, me peine y me puse perfume, y subí una foto a mis historias:
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Salí con destino a la cocina y mientras más me acercaba, escuchaba el alboroto. Y me moría de nervios.
Cuando entre nadie se percató de mi presencia salvo Julián que inmediatamente se levantó y me dio un abrazo de esos que te despegan del suelo.
—Hola kuku —me dice al oído. —¿cómo estás?
El Juli cariñoso dámelo siempre.
—No repitas ese apodo jamás aquí Julián me muero de vergüenza. —le digo abrazándolo.
—Ahhhhh ya se con que amenazar a la modelo.
—¿modelo? —le digo sentándome en una mesa vacía junto a él. —Deja de hablar pelotudeces quieres?
Su risa sonora hace que varios nos vean.
—Che che araña no vas a presentar a tu chica, dale no seas ortiva —Dice Rodri DePaul, quien me deja sin aliento en el momento que se acomoda la camiseta, si, la más pajera. Que bien come Tini.
—No es mi novia triple r —le dice el, haciéndolo reír. —Es mi mejor amiga.
—Hola soy Cami —lo saludo. El me da un sonoro beso y asiente.
—¿sos la famosa fotógrafa entonces? —me dice mientras se sienta con su plato lleno de verduras.
—¿famosa? —le digo riéndome —seria un honor si mi mamá me reconoce aunque sea.
Rodri y Julián se ríen. —¿Cordobesaaaaa?
—No de jujuy. —le digo irónicamente. El se ríe aún más
—Así es ella, ahora ya está en confianza —Le dice Julián a un rodri que no para de reírse.
—¿eh qué onda que no cuentan el chiste? —Nos interrumpe Leandro Paredes, dejándome sin aliento una vez más. ¿Sobreviviré?
—La jujeña —me presenta DePaul a su amigo.
—Pensé era de cordoba —dice Paredes con confianza y un atisbo de emoción se asoma en mi al pensar que sabe de mi.
