5.

2.5K 114 6
                                    

CAMILA

Debo admitir que anoche no pegue un ojo, simplemente no podía, había logrado por fin conciliar el sueño a eso de las 5:30 pero mi alarma sonó unas horas después.
Tenía unas ojeras gigantes y sentía un peso increíble en mi cabeza. Me dolía todo.

Estaba un poco aturdida por lo que había pasado, aún no lo creía, me había besado con enzo Fernandez. Y si que fue un beso. Ahora estoy en la duda si es que no pude dormir por el shock o por las ganas que tenía de más. Saco esos pensamientos rápidos de mi cabeza y me dispongo a mejorar mi apariencia un poco. Hoy es un día importante y tengo que dar lo mejor de mi.

Me lave la cara, los dientes y comencé con un maquillaje tapando las ojeras y un poco de rímel y nada más. No me gustaba mucho llenar el rostro de maquillaje y aparte no sabía usar demasiado y no tenía, la verdad.

Me puse una remera blanca, musculosa transparente y un jean cargo tiro bajo que dejaba al descubierto mi ombligo.

Hacía calor por ende me sentía cómoda y fresca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacía calor por ende me sentía cómoda y fresca.

Salí rápido a desayunar ya que iba unos minutos tarde.
En el camino me topé con Lisandro Martínez, me saludo muy bien pero noté algo que me inquietó, su mirada iba directo a mis dos amigas.
Y en ese instante caí en la cuenta que me había olvidado de poner corpiño. Ajá, vivo en el país de 50 sombras de grey.

Cuando me dispongo a volver a la habitación con la excusa de que deje la cámara, me topo con tato, quien es prácticamente el que me da las órdenes de las fotos, lugares y todo lo demás. —Cami—saluda abrazándome —Buen día, te comento que el spot de hoy es al aire libre, me gustaría cuando termines el desayuno si puedes venir directo a la cancha a armar el set y vemos cómo pueden quedar unas panorámicas. —No me da tiempo a decirle que si, que ya me esta llevando a rastras al comedor.

Ahí dentro la mayoría me observa y me sonríe y claramente la mayoría desvía su mirada a mis amigas. Me sonrojo y me pego mentalmente por ser tan estúpida. No solo porque estoy incómoda sino porque es algo tan poco profesional. Me quiero pegar mil veces.

Me siento junto a Julián quien está con Enzo y Gonzalo Montiel. Los tres tienen una ensalada gigante de frutas y jugo de naranja.

Yo solo tengo un café gigante.

—Buen día kuku —me saluda Julián y yo le pego medio de broma. —Algún momento tenían que saber tu apodo.

—¿porque kuku? —pregunta Gonzalo poniéndome colorada. Justo ese tema.

—Te contara Julián cuando yo esté bajo tres metros sobre tierra —le digo. Evitó mirar a Enzo quien se que me está observando con brazos cruzados.
No puedo sacarme la sensación de sus labios y los míos y no puedo entender cómo pasó. O sea si se como paso

FLASHES | Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora