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CAMILA

Que el camino al lugar fue incómodo es poco, estábamos que el aire se podía cortar con un cuchillo.
Era una situación tensa y me ponía triste pero al mismo tiempo me enojaba que mi mejor amigo esté así conmigo. Sé que fui yo la que se mandó la cagada pero bueno, no es nada de otro mundo no?

—Reserve aquí porque se que la vez que te traje te gusto mucho ¿no? —me dice señalando un bar, y sonrió al pensar en esa primera vez en capital, cuando juli había cobrado su primer sueldo y estaba muy feliz y como me había prometido me regalo una merienda de los reyes.

Cuando estamos sentados y ya pedimos nuestra comida, Juli me dice:

—Odio que estemos así.

Yo asiento. —Yo lo odio más Julian, te juro que detesto toda esta situación de mierda.

El me mira a los ojos con profundidad. —¿pero no entiendo porque me ocultaste algo así? Siempre me cuentas todo —me lo dice con dolor en la voz —¿que pensabas?

—No pensé te soy sincera —le admito —O si lo pensé pero fue todo muy rápido, que no me dio tiempo a asimilar.

—Pero cami ¿no confías en mi?

—Ay juli como vas a decir eso, sabes que sos mi hermano, que sos todo lo único que tengo en este planeta —le digo a un paso de llorar —me es imposible no contarte las cosas, me deje llevar con todo..

—¿Estás bien? —me dice el después de unos segundos de silencio —Quiero decir con Enzo.

—Sisi todo bien —le digo. —¿vos? —la situación era tensa, no era lo de siempre, lo sentía pero no lo entendía.

—Bien... estoy viendo a emi de nuevo —me dice revolviendo su café. —Vamos a intentarlo de nuevo.

Mi mirada debe haber sido tal que Julián Manzo una risa —Si bueno ya se que nunca se llevaron bien pero puedes disimular ¿no?

Me sonrojo al instante. —Perdón juli... pero pensé que Emilia estaba de novia con el pibe ese del barrio —le dije recordando que lo había dejado a Julián por él o mejor dicho le había dejado los cuernos más altos que un edificio.

—Bueno ya no —me dice el tajante. —Me dijo que terminaron hace como cinco meses por ahí.

Oh casualidad que fue cuando Julián fue citado a entrenar... pensé.

—ah.... —digo incapaz de ocultar lo que siento por esa chica, siempre fue puro interés por Julián, siempre, y cuando tenía la oportunidad lo dejaba por otro, y como Julián es tan Bueno, para no decir estupido, volvía con ella una y otra vez. La última vez fui yo la que le dije a Julián que corte todo de raíz porque hasta se le estaba complicando concentrarse en todos lados. —Bueno espero que funcione...

El asiente. —Aunque no lo creas cambio ¿eh? Y se le nota —me dice.

Dudo demasiado pero bueno, tengo que dejar de lado mi parte víbora y aceptar las cosas y decisiones de mi mejor amigo por más idiotas sean. —Bueno, es dudoso pero te creo, y si te hace bien a vos Julián es lo único que importa.

El asiente sonriéndome. —No estamos en nada serio igual, yo quiero esperar al mundial y recién enfocarme en lo demás —me confiesa.

—Pero... —le digo conociéndolo. Se que tiene algo más para decir.

—Le regale los boletos para que vaya a Qatar.

¡Y si! Ay dios. Hombre. Hombre.

—Wow —le digo —Rara forma de ir lento.

FLASHES | Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora