Reino Metallicana, castillo de Judas;
Todo estaba hecho un desastre. Habían Hidras y Gigantes extraños por todo el Reino de Metallicana. Matando a todo aquel ser vivo que se le atraviese.
Obviamente, algo estaban buscando. Y estaba justo ahí. Siendo protegido y custodiado por la realeza.
Las personas rezaban a los Dioses de que enviaran a alguien para salvarlos. Para evitar que más personas murieran.
—!Oh, por Dios!, ya se están acercando. ¡Protejan a la princesa!—.
Los líderes estaban más que asustados. Estaban aterrorizados. Tenían miedo de que los enemigos se apoderaran del sello que ellos tenían en sus manos. Si eso pasaba, estaban totalmente perdidos.
La princesa, el gran sacerdote, los ministros y el mismísimo Rey, jadearon con horror al observar cómo uno de los Gigantes se acercaban más y más hacia ellos. Con el propósito de obtener a toda costa lo que se le había ordenado.
En total desesperación recordaron que todavía tenían esperanza. Todavía tenían salvación.
No todo estaba perdido.
Había algo.
Algo....
Una última opción. No se hubieran imaginado que ese día llegaría tan pronto. Pero tenían que hacerlo, si no, todo acabaría.
Era la única opción que quedaba para qué tal vez sobrevivieran.
En ese mismo lugar, se encontraban dos personas más, una pelirroja y un niño pequeño. Ambos asustados, bueno, el niño más que la chica.
—Yoko, por favor ayúdame. Tengo mucho miedo—. Con desesperación el niño logró articular. En medio de temblores que sacudían su cuerpo.
Ella que también estaba asustada y desesperada, trataba de calmarlo. Sin embargo, ella sabía que había algo que podría detener lo que estaba pasando. Pero su vergüenza y egoísmo no la dejaban pensar en que personas inocentes estaban muriendo por cada minuto en el que ella perdía el tiempo pensando en si lo hacía o no.
Las personas en su último momento rezaron por última vez, que alguien viniera a salvarlos.
Cuando sucedió.
Algo descendía del cielo, como si fuera un ángel. De verdad lo parecía para aquellas personas que estaban apunto de morir a manos de esas horribles criaturas.
El gran sacerdote dejó escapar un jadeo de sorpresa al reconocer tal poder. Reconociéndolo de inmediato.
De un momento a otro, el tiempo se paralizó. Todos pararon. Los monstruos, las personas, el aire. Todo.
El poder de tal criatura se apoderó del lugar. Destruyendo a los monstruos y a aquellos enemigos. Cuando finalmente sus pies tocaron el suelo, todo el aire se purificó y de repente el tiempo corrió con normalidad, volviendo todo a su estado normal.
Las personas que estaban aún vivas lloraron de alivio al ver que ya no había más peligro. Una pelirroja suspiró de alivio al ver que no pasaría la vergüenza de su vida.
La criatura de repente desapareció, así mismo como había aparecido. Nadie lo había visto con claridad ya que una luz blanca lo envolvía por completo, haciendo que nadie viera más allá. Excepto el Gran sacerdote quien ya conocía de quien era ese poder y energía.
Todos los que estaban vivos estaban agradecidos por haber enviado a un ángel a salvarlos.
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Holaaaa, esto es un cap rápido que escribí. Se que estaban muy curiosas de lo que pasaría y esto es alguito. La verdad, no tenía planeado publicar nada hoy, ya que se me había borrado el primer capítulo y ya saben :(. Pero esto es algo para mantenerlas entrenidas y que estén atentas, ya que en cualquier momento, puedo actualizar. Todo depende de mi inspiración y mi tiempo.
*Cambiare muchísimas cosas del anime, pero obviamente tendrá su esencia, solo cambiaré las cosas que crea que tenga que cambiar por el bien de la trama.*
Besos y buenas noches <3.
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We will see us again-(Dark Schneider x tu) / BASTARD!!/.
Fantastik¿Que pasaría si antes de Yoko o incluso antes de Nei (La emperatriz del trueno y hija adoptiva de Dark Scheneider), hubo otra mujer?. Otra mujer no, más bien una Diosa que había robado por completo el corazón del desalmado, cruel, perverso, hermoso...