Win es un príncipe Omega que para proteger a su amada familia se ve obligado a tomar una difícil decisión; irse como esclavo con el rey de otro país.
Él cual es un Alfa con mucho dolor y sentimientos negativos en su corazón. Este busca venganza por...
Gun se sentía muy mal por lo que le dijo a su Alfa, él estaba muy angustiado por su hijo y dejó que el dolor lo llevará a decir eso, cosa que era muy injusta de su parte, ya que Off también estaba sufriendo y siempre los había protegido.
-Amor, lo siento tanto- lo abrazó fuertemente -Fui un idiota al decir eso, tú siempre nos has protegido y dado tu amor, perdóname- el Omega se aferraba con todas su fuerza al Alfa y este gustoso lo recibió, comenzó así a repartir caricias por toda su espalda.
-No hay nada que perdonar, aunque admito que me dolió mucho, es entendible que no estés bien, pero te prometo que lo traeré de vuelta.
-Confío en ti, gracias por ser el mejor Alfa, te amo.
-Gracias a ti por ser el Omega de mis sueños, yo también te amo- los corazones enamorados latieron al mismo ritmo y sus labios se juntaron en un beso con mucho sentimiento.
Un ruidito los hizo separarse.
-Lo siento, mis reyes- se disculpó la enfermera al interrumpir -Es que ya su orden de salida está lista.
-Muchas gracias, pero me gustaría ir a ver a mi hijo.
-Por supuesto, su majestad.
La enfermera con ayuda de Off lo acomodaron en una silla de ruedas y se dirigieron al área donde estaba su pequeño cachorro. La Omega salió de la habitación para darles privacidad.
Gun observaba totalmente enamorado a pequeño, él era muy fuerte y estaba avanzando muy rápido. Pronto estaría totalmente saludable y podría llevárselo a su casa
La pareja sonreía mientras disfrutaban de ver dormir al bebé, por un momento volvieron a ser felices y olvidaron un poco el sentimiento tan estresante que los atormentaba.
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Como habían planeado días después los reyes de Chiang Rai empacaron todo y partieron al reino vecino con muchas preocupaciones, el viaje se sintió más largo y pesado de lo normal.
Cuando llegaron querían descansar, pero a la vez ponerse a trabajar para solucionar el asunto de su sobrino.
Se bajaron del carro de forma elegante e imponente, Boun era un Alfa con olor a Canela y Prem era un Omega con olor a Chicle. Estos venían acompañados del jefe de los guardias reales de su reino; Luke, un Alfa con olor a Chocolate.
Los guardias los saludaron e hicieron reverencia con respeto, mientras Gigie se encargaba de darles la bienvenida a los reyes.
-Bienvenidos, mis reyes, es un placer tenerlos por aquí- sonrió haciendo una reverencia.
-Muchas gracias, Gigie.
-Hola, Luke- saludó la Alfa con un apretón de mano.
-Hola, Gigie- respondió con amabilidad.
-Permítanme guiarlos- está los llevó en dirección al estudio, ya ellos sabían la ubicación, pero por educación ella los acompañó.