VENGANZA REAL 👑(OMEGAVERSE BW)

CAPÍTULO DIECISEIS

Davika estaba desesperada ya que el rey no le prestaba la atención de antes, todo lo que hacía para llamar su atención era en vano.

Odiaba a ese maldito Omega estúpido, desde que llegó a sido el centro de atención de todos, en especial el de Bright, ya ni siquiera la tocaba o daba los regalos finos y costosos que tanto le gustaban.

Al principio no entendía porque lo había traído, pero luego de hablar con Foe se enteró de todo, ese Omega era más patético de lo que creyó, ella jamás haría algo así por su familia. Sus padres nunca le pudieron dar lo que ella merecía y los odiaba por pobres, agradeció tanto cuando salió de esa miserable vida, desde entonces no sabe nada de ellos y tampoco le interesa saber qué fue de esos viejos.

Cada vez le resultaba más difícil estar tan siquiera un minuto junto al rey, estaba volviéndose loca y la gota que rebasó el vaso fue el desplante tan humillante que le hizo al echarla de esa manera de su cuarto, eso jamás se lo va a perdonar.

Y si ese estúpido Omega pensaba que al pasar el celo con él, le iba a quitar todo lo que con tanto sacrificio le había costado obtener, pues estaba muy equivocado y se encargaría de él de una vez por todas.

Sus planes en un principio eran ayudarlo a escapar, obviamente quería deshacerse de él de una manera menos sospechosa, ya que al ser un príncipe no quería meterse en problemas graves, pero ahora solo deseaba verlo muerto, ese sería su castigo por haberse metido con ella.

Esa misma noche con ayuda de sus aliados salió del palacio para reunirse con un viejo brujo, ese que en situaciones muy desesperadas siempre la ayudaba a desaparecer a cualquier persona que fuera un obstáculo para ella.

Con una gran túnica que impedía que alguien la reconociera entró en la casa del Brujo.

Como siempre le pidió que hiciera lo mismo que había hecho con las otras personas para que así por fin pudiera recuperar lo que era ella consideraba suyo.

Sacó de su bolso una de las prendas del Omega que había tomado de su cuarto sin que se diera cuenta, el brujo la olfateó, cerró sus ojos y comenzó a recitar una oración en un lenguaje extraño que Davika nunca había podido comprender, igual después que funcionará no le interesaba saber el significado.

-Algo anda mal- dijo el brujo con el ceño fruncido.

-¿A qué se refiere?- preguntó desconcertada.

-Él hechizo no está haciendo efecto- respondió aún incrédulo.

-¿Qué?, ¿por qué?- estaba enojada y disgustada, ese Omega todo se lo ponía difícil.

-Al parecer está muy bien protegido, carga consigo un objeto que impide que cualquier hechizo pueda caer sobre él.

-¿Un objeto?- repitió. Luego de pensarlo un poco a su mente llegó la imagen del anillo ¡Claro! Ese era el objeto al que se refería, con razón no se lo quitaba -¿Y usted no puede hacer algo?- preguntó irritada.

-No, la persona que aseguró el objeto usó una magia muy poderosa, ni siquiera yo puedo hacer algo.

-¡Mierda!, ¡Eres un inútil!- gritó altanera.

-¡Más respeto!, estás en mi casa y por más buena clienta que seas no dudaré en echarte a patadas, además de darte un regalito del que no te podrás olvidar jamás- Amenazó con voz temible y dura.
Por lo que, Davika aterrada trago en seco y se disculpó de inmediato.

-Lo siento, no fue mi intención ofenderlo. Es que ese maldito Omega me vuelve loca. ¿Está seguro que no se puede hacer otra cosa?

-No puedo echarle algo directamente, pero puedo darte una poción para acabar con él.