capitulo1 parte 2

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Parte 2 del Capítulo 1: El Entrenamiento con Shetani

Kion despertó entre las sombras del crepúsculo, rodeado de hienas que lo miraban con curiosidad y asombro. No entendía por qué Shetani lo había llevado consigo, pero su instinto le decía que debía permanecer alerta y cauteloso. Aunque el odio que albergaba en su corazón lo impulsaba a desconfiar de todos, una pequeña chispa de esperanza lo mantenía intrigado por el propósito de Shetani.

Durante los días siguientes, Shetani se dedicó a entrenar a Kion con una intensidad implacable. A pesar de su corta edad, Kion demostró una habilidad sorprendente para aprender rápidamente las tácticas de combate y las artimañas de las hienas. A medida que avanzaba el entrenamiento, Kion empezó a apreciar la lealtad y el sentido de comunidad que existía entre las hienas. Aunque habían sido vilipendiadas en el reino, bajo el liderazgo de Shetani, encontraron un propósito y un lugar donde pertenecer.

Kion se esforzó por impresionar a Shetani y ganarse su aprobación. Aunque nunca olvidó el rencor que sentía hacia su antigua manada, la influencia de Shetani comenzó a socavar su odio y a abrirle los ojos a nuevas perspectivas. Las hienas eran astutas y crueles, pero también se preocupaban unas por otras y compartían un fuerte sentido de camaradería. Kion empezó a cuestionarse si, tal vez, él también podría encontrar un sentido de pertenencia en este mundo que le era ajeno.

Un día, mientras entrenaba con Shetani y las hienas, Kion se encontró enfrentando a cinco hienas adultas. Era una prueba difícil y agotadora. A pesar de su progreso, Kion todavía era joven e inexperto en comparación con sus adversarios. Sin embargo, para sorpresa de todos, Kion demostró una ferocidad y una valentía que superaron todas las expectativas.

Las hienas miraban asombradas mientras Kion luchaba con una destreza inusual para alguien de su edad. La furia y el resentimiento que había llevado dentro de él durante tanto tiempo se liberaron en cada movimiento, y su melena negra se erizó con una intensidad que reflejaba la llama ardiente que había surgido en su corazón.

Shetani observó con admiración y una pizca de temor a medida que Kion derrotaba a las hienas una por una. El joven león había demostrado ser un prodigio, superando incluso a los miembros más experimentados de la manada. En ese momento, Shetani supo que tenía un poderoso aliado a su lado, alguien que podría ayudarla a lograr sus planes malévolos de conquistar el Reino de la Roca del León.

Con el atardecer, llegó la noche y una brisa fría sopló sobre la sabana. Kion se sintió abrumado por el cansancio y la soledad. A pesar de sus logros, el vacío en su corazón seguía presente. No pudo evitar recordar a su familia y el hogar que había dejado atrás. Mientras se acurrucaba junto a las hienas para mantenerse caliente, una mezcla de tristeza y nostalgia lo invadió.

Shetani, aunque conocida por su maldad y falta de empatía, percibió la tristeza en los ojos de Kion y, de manera inusual, decidió acercarse a él. Sin decir una palabra, lo abrazó con una calidez maternal que Kion nunca había experimentado. En ese instante, por un breve momento, Kion sintió que había encontrado una figura materna en Shetani. Aunque confundido, se permitió disfrutar de ese momento de ternura y conexión humana.

Ambos se quedaron dormidos bajo la luz de las estrellas, con el silencio de la noche como testigo de esta extraña alianza. Los sueños de Kion estuvieron llenos de recuerdos y emociones conflictivas, mientras su destino seguía entrelazándose con el de Shetani y las hienas, quienes lo acogieron en su clan.

Sin embargo, la oscuridad que se cernía sobre Kion y la influencia de Shetani amenazaban con cambiarlo para siempre. El camino que elegiría en el futuro estaba en sus manos, y solo el tiempo revelaría si la luz de la bondad podría finalmente disipar las sombras del odio que habían dominado su corazón por tanto tiempo.

kion malvadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora