Capítulo 6: Sanación y Cambio
Un año había pasado desde la trágica pérdida de Shetani, y Kion había crecido tanto en tamaño como en experiencia. Aunque seguía llevando consigo el dolor de su pasado, había encontrado en Chuluun, la leoparda de la nieve, un refugio inesperado y una amistad que le había ayudado a sanar en medio de la nieve y el frío.
Kion ya no era un cachorro indefenso, sino un león joven que había enfrentado la adversidad y la oscuridad. Aunque el dolor seguía latente en su corazón, también había encontrado fuerza y determinación en su camino hacia la redención y el perdón.
Un día, mientras Kion entrenaba en la nieve, la tristeza que había llevado consigo durante tanto tiempo comenzó a acumularse. Se sintió abrumado por la pérdida de Shetani y la vida que alguna vez conoció. En su frustración, comenzó a golpear un árbol con todas sus fuerzas, liberando su ira y dolor acumulados.
Cada golpe al árbol era una liberación de emociones reprimidas. Kion golpeaba con fuerza, tratando de deshacerse del dolor que lo había atormentado durante tanto tiempo. Sin embargo, la intensidad de su ira lo llevó a golpear con más fuerza de lo que su cuerpo podía soportar, y finalmente, se lastimó las dos patas delanteras.
Chuluun, que había estado observando en silencio, no pudo quedarse de brazos cruzados ante el sufrimiento de Kion. Se acercó corriendo a él y detuvo sus intentos de autolesionarse. Con cuidado, tomó un poco de nieve y la aplicó en las patas heridas de Kion para reducir la hinchazón y aliviar el dolor.
Kion gruñó y se retorció por el dolor inicial de la nieve en sus heridas, pero gradualmente sintió el alivio que proporcionaba. Miró a Chuluun con agradecimiento y respeto por su intervención oportuna. A pesar de ser naturalmente enemigos, habían desarrollado un vínculo único y especial.
Después de tratar las heridas de Kion, Chuluun se acercó con cautela y depositó un trozo de carne de caza cerca de él. Kion la miró con curiosidad, sin estar seguro de qué hacer con la carne. Chuluun parecía comprender su incertidumbre y empujó la carne un poco más cerca de él.
"Prueba", dijo Chuluun con voz suave pero firme. "Necesitas fortalecerte, y la carne te dará la energía que necesitas".
Kion vaciló por un momento, pero luego decidió probar la carne. A medida que mordía y comía, sintió una sensación de saciedad y fuerza que no había experimentado antes. La carne era una nueva adición a su dieta, y aunque al principio le resultó extraño, pronto se adaptó a su sabor y textura.
Chuluun observó con una pequeña sonrisa mientras Kion comía con ansias. Sabía que adaptarse a nuevos hábitos y alimentos no era fácil, pero Kion demostró su voluntad de cambiar y crecer. Una vez que Kion hubo terminado de comer, Chuluun se recostó cerca de él y lo rodeó con su cuerpo para compartir el calor.
Kion se acurrucó contra Chuluun, sintiendo el calor reconfortante que ella proporcionaba. A medida que cerraba los ojos, recordó los momentos difíciles y los desafíos que había enfrentado en su viaje. Agradecía el apoyo y la amistad que había encontrado en Chuluun, alguien que lo había cuidado y había estado allí para él cuando más lo necesitaba.
Poco a poco, el cansancio lo venció, y Kion se quedó dormido en los brazos de Chuluun. Mientras ambos descansaban en la nieve fría, Chuluun reflexionaba sobre el tiempo que habían pasado juntos y cómo había llegado a cuidar tanto de Kion. Había visto su dolor, su lucha y su deseo de cambiar, y se sintió honrada de ser parte de su proceso de sanación.
El tiempo seguía su curso, y Kion y Chuluun continuarían enfrentando los desafíos y las sorpresas que les deparaba la vida. A medida que Kion sanaba y cambiaba, descubriría que incluso en los lugares más inesperados podía encontrar amistad, comprensión y un camino hacia la luz. Juntos, forjarían un vínculo improbable pero profundo, que los llevaría a encontrar la redención y el perdón que tanto habían anhelado.
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kion malvado
Randomel odio de la familia de kion a el lo llevaron ala oscuridad eterna