La luz de la oscuridad ~ Shadonic

9

~ 1 año después ~

El erizo adulto miraba atentamente cada fotografía pegados a la pared y con varios hilos que trataban de unirlos a un punto distinto del mapa. Apreciaba cada detalle, analizaba todo lo que veía sin perder ni un solo detalle.

– ¿Estás segura de que es ahí la zona, Leyla? – preguntaba sin dejar de ver los puntos señalados.

Junto a él estaba una linda borrego de lana blanca, aunque era alguien de físico delgado, era bastante fuerte y muy audaz que trabajaba como informante para Charles.

– Sí.

– ¿Investigaste lo más que pudiste para llegar a esa conclusión? – miraba al borrego.

– Charles – sonreía un tanto burlona –, el mismo Mimic me llevó ahí. Me pidió que lo acompañara para la revisión del último prototipo del rubí fabricado.

– Te ganaste rápidamente su confianza. – sonreía con orgullo – Eres muy astuta, Leyla.

– Solo debes ir con mucho cuidado, fuera de ese laboratorio tienen detectores de movimiento esparcidos, guardias por todos lados y cámaras de vigilancia.

– Bien... Tengo que idear un excelente plan para eso – suspiraba mientras se frotaba la barbilla – ¿Quién esté a cargo se encuentra todo el tiempo ahí?

– No, solo suele ir una vez a la semana por lo que escuché y ya fue a darle un vistazo a su rubí.

– Bien, eso es un punto bueno para mí. – asentía suavemente con la cabeza – Solo tendría que cuidarme de toda su vigilancia que es más que obvio que aumentaría si ese sujeto está fuera. ¿Sabes si se llevó el rubí? – miró a su compañera.

– En realidad no, pero estoy segura de que permanece en el laboratorio.

– Mjm... – suspiraba hondo mientras pensaba.

– Perdón por no tenerte esa información, Charles. – lo miraba apenada – No me dejó estar mucho tiempo cerca del laboratorio.

– No te preocupes por eso, entiendo la situación. Yo me encargaré de lo demás, solo necesito un último favor, ¿Crees poder dejarme una camioneta dentro de la zona?

Leyla lo miró llena de preocupación y solo se frotó la cara con su mano dando un gran suspiro.

– Sé que lo que te estoy pidiendo tiene un riesgo mayor, pero necesito tener un poco más de ventaja. Te prometo que al terminar esto, te daré un lugar oficial dentro de mi equipo para que también estés protegida.

– Hmp... Por supuesto que mi vida estará en riesgo. – su mano se quedó quieta en su cuello y sus ojos miraban a la nada – Necesito idear un buen plan para dejar una camioneta ahí... Haré lo que pueda. – le sonreía ligeramente.

– Gracias, Leyla. Para no llevar mis vehículos y averigüen que estoy ahí.

– Y no vayas tú solo, Charles. – sugería – Lleva a más contigo para que tu plan resulte bien. – caminaba hacia la salida del centro de control – Sé que eres un legendario guerrero, pero serías muy tonto si vas tú solo.

Charles solo miró como ella salía de ahí y luego miró nuevamente a aquellas fotografías soltando un gran suspiro.

– ¿Y qué tiene ahí? – preguntaba el joven erizo mirando atentamente a su tío.

– Otro prototipo del rubí que recogiste.