CAPÍTULO #13

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CHUUYA

Escuché varios sonidos a lo lejos, me removí en la cama tratando de que ese sonido no me molestara, lo cual no funcionó. Al momento que intenté abrir los ojos una terrible ola de dolor invadió mi cabeza. Aturdido cerré los ojos para evitar que los rayos del sol que golpeaban en mi rostro. Con mucho esfuerzo abrí los ojos, parpadeé para acostumbrarme a la luz. Los sonidos se escuchan más fuertes cuando estoy despierto por completo. La puerta es abierta por una patada, acción que me provoca un terrible dolor d cabeza por el ruido. Mei sale de ella y se ve muy enojada.

—Señorita Mei es mejor que lo deje dormir.—dice una empleada tratando de calmarla

—¡¿CÓMO TE ATREVISTE A HACERME ESO?!—me grita ignorando por completo a la empleada

—No sé de lo que estás hablando. Te pido de favor que te retires.

—Tú a mi no me das órdenes y no te hagas el imbécil porque sabes perfectamente de que estoy.

—No me estoy haciendo el imbécil pero tú estás haciendo el ridículo y hoy no tengo la paciencia suficiente para aguantar te. Así que te lo diré una última vez. Vete de mi habitación.

—Señorita haga caso al joven Chuuya.—aconseja la empleada

—Joven Chuuya mis cojones. Será mejor que no te metas sirvienta de quinta, esto es entre él y yo, así que ve  circulando para que vayas haciendo lo único que sabes hacer ¡LIMPIAR!—Esto último se lo grita

—No te voy a permitir que le hables así a una persona en mi habitación y en ningún lugar de la casa. Lárgate antes de que te eche a patadas de aquí.

—Ja, tú no me mandas, puta—dijo haciendo énfasis en la última palabra.

Camino hacia ella y le doy una fuerte bofetada

—No vuelvas a dirigirte a mi de esa manera ¿Entendiste?

—Lo siento no te escuché, podrías hablar más alto—dijo burlándose de mi altura

Estaba a punto de responderle cuando alguien entra interrumpiendo la discusión.

—¿Qué está pasando aquí?

—¡QUIEN DIABLOS ERES!—grita mientras voltea hacia la voz, veo como se queda sorprendida al ver a la persona que está en la puerta —S-señor M-mori —tartamudea

—Nunca creí ser tan mal recibido en la casa de mi querido hijo.

—¿Hijo?—pregunto confundido

—Oh—voltea a verme—Tú debes ser el muchacho que trajo mi hijo a su casa, me presento soy Ogūai Mori padre de Dazai. —dice con una gran sonrisa—Mei no deberías tratar mal a los invitados de mi hijo y hablando de él ¿Donde está?

—En el hospital.

<<¡¿HOSPITAL?!>>

POV DAZAI

Estoy de sentado en unas de las bancas que están en la área de espera, no me he movido de aquí desde que me avisaron del estado de Kouyo, sinceramente ella ha sido una madre para mí y no quiero que le pase nada malo. Salgo de mis pensamientos cuando un doctor sale de su habitación levantándome en busca de noticias.

—Familiares de la señora Kouyo.—llama el doctor

—Soy yo, soy... su hijo ¿Como está ella?

—Ella está estable gracias a la sangre donada, debo admitir que fue un milagro que sobreviviera. Ella a solicitado su presencia.

Tus ojos de color carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora