CAPÍTULO #10

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CHUUYA

Me despierto gracias a los rayos del Sol que atraviesan la ventana. Me siento en la cama sobándome los ojos y soltando un gran bostezo busco a Dazai con la mirada mas lo único que encuentro es una nota que está en la mesita de noche, lo agarro y la leo.

"Buenos tardes Chuuya, supongo eres de los que les gusta dormir hasta tarde. Disculpa si no estoy contigo, el problema es que tuve que irme a atender un asunto urgente y no quería despertarte. Solo quería decirte que tienes el día libre."
PD: Asegúrate de tomar leche para que crezcas
                        Dazai

Rompí la nota en mil pedazos por lo último. ¿Quién se cree para hablar así de mi altura? Respiré hondo para tratar de calmarme por lo menos hoy tengo el día libre. Me levanto de la cama para ir a desayunar. Bajo hacia la cocina encontrándome con varios subordinados de Dazai los cuales hacen una reverencia cuando me ven.
Me sorprendo al ver la mesa lista con varias comidas y Mei degustando de estas. Me siento en silencio sin dedicarle una mirada.

—Se saluda —me dice

—Buenos días —miro con el ceño fruncido a la comida al ver que es el almuerzo

—Buenas tardes querrás decir—ladeo la cabeza confundido—Chuuya ya es mediodía.

—No puedo creer que haya dormido tanto

—Parece que tuviste una noche muy ajetreada

—No, fue tranquila.

Parece que el comentario le molestó porque le dio un golpe a la mesa.

—¡Oye que te pasa, no ves que estoy comiendo! —espeto molesto

—Crees que soy tonta o nací ayer. Se perfectamente que pasaste la noche con Dazai y lo que hicieron.—reclama molesta

— Lo que haga con Dazai no es asunto tuyo—digo igual de molesto

—¡Si es asunto mío porque conozco a Dazai primero que tu y estoy segura que lo amo más que tú!¡Yo no voy a dejar que venga un tipo cualquiera y robe lo que es mío!

—Te equivocas en dos cosas. La primera: Dazai no es tuyo y la segunda sabes perfectamente que estoy aquí en contra de mi voluntad y no estoy aquí para soportarte.

—No entiendo lo que ve Dazai en ti.

—Es muy sencillo—me levanto de la silla—ve todo lo que no ve en ti.—dije saliendo del comedor

—¡Oye! ¿A donde vas?

—¡Eso ni te importa!

Termino de salir del comedor dejando  a una Mei roja de la ira. Mi estómago reclama comida ya que no logré terminar lo que estaba comiendo. Fui a mi habitación para bañarme y ponerme ropa adecuada para ir a la agencia. Cuando salí del baño me puse una ropa y bajé hacia el jardín de la mansión. Quedé encantado por la belleza de sus flores. Me senté en unos de los bancos que estaban allí tratando de ignorar los gruñidos de mi estómago, cierro los ojos dejandome llevar por la tranquilidad que emana el lugar.

—¿Hoy es tu día libre?

Una voz interrumpe el momento de tranquilidad que estaba teniendo y giré a mirarlo molesto.

—¿Es que todos se han puesto de acuerdo para molestarme cuando intento relajarme?

—Lo siento, no sabía que estabas de mal humor. Los días libres no se deberían tomarse así.

—Pues es mi maldito modo de pasar mi día libre ¿Tienes algún problema?

—Oye tranquilo no quería molestarte sólo estaba aburrido y quería que alguien me hiciera compañía.

Tus ojos de color carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora