capítulo XXVIII: teoría de la relatividad

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1 de noviembre, 12:55 am, ciudad de Madrid.

El equipo de Jeffrey acaba de llegar a la segunda ubicación para deshabilitar la segunda máquina, aterrizando a las afueras de la ciudad toman un par de camionetas dejadas allí con antelación y se dirigen al centro de la ciudad donde un ejército de zombis X los espera.

Durante el viaje, y al igual que en el equipo de Bryson, los nervios dominan al grupo, excepto a su capitán, quien se mantiene en total silencio con sus auriculares a todo volumen mientras disfruta la música con los ojos cerrados en el asiento del copiloto de una de las camionetas.

- se ve muy tranquilo capitán- dijo el recluta que iba al volante

- ¿y porque debería no estarlo?

- pues, por todo, todo lo que estamos por hacer, el hecho de que si fallamos el mundo se va al carajo ¿Eso no lo asusta?

- meh, para empezar el mundo no se va a ir al carajo, solo aquellos que tenemos poderes tenemos posibilidades de morir, en especial nosotros que estaremos más cerca del punto de difusión del virus, pero en esta línea de trabajo estar cerca de la muerte es historia de todos los dias, así que ya no dejo que eso me inquiete

- guau, no pensé que alguien tan joven tuviera esa forma tan tranquila de la muerte

- no confundas mí edad con mí madurez, tengo 19 pero ya tengo bastante historia para una autobiografía, más de la que hubiera esperado

- ¿Así qué no le tiene miedo a la muerte?

- no a la mía

- ¿Cómo?

- bueno basta de charla, estamos por llegar al punto de ataque, has señal al resto que frene aquí, no queremos llamar la atención tan temprano con el ruido de los motores

- entendido capitán

Con una señal de manos por la ventanilla todas las camionetas se detuvieron a unas manzanas de dónde se encontraba la primera línea de zombis. Cuando todos bajaron comenzaron a prepararse con sus equipos, excepto Jeffrey, quien seguía escuchando música apoyado contra una de las camionetas esperando a que el resto estuviera listo (Jeffrey no sé lo ha dicho a nadie, pero todos en su equipo lo desesperan ya que considera que son muy lentos y que el hubiera llegado más rápido si lo dejaban ir solo).

- bien ¿Ya están todos listos?- hablo en voz alta Jeffrey quitándose los auriculares y guardandolos en un bolsillo junto a una pequeña foto que miro por unos segundos antes de cerrar el bolsillo.

- okey reclutas, hagamos esto rápido antes de que todos mueran y bla bla bla

- capitán ¿No tiene algo para decirnos?

- ¿Qué no acabo de decirles que hagamos esto rápido? ¿Qué más quieren que les diga?

- nosé, tal vez un discurso motivador o algo, para quitarnos un poco los nervios

- ¿no querer morir no es motivación suficiente para ustedes?

- bueno si pero...

- solo sigan el plan que acordamos y terminaremos rápido, y esperemos que los otros dos idiotas también tengan éxito o esto será en vano

- de acuerdo capitán, como usted diga

- bien, pasó uno, tu él de la voz sonica, has lo tuyo y rompe un par de vidrios para avisar que estamos aquí

- a la orden jefe

El recluta que llamo Jeffrey se puso al frente del batallón y de una bocanada de aire lanzó un fuerte grito reventando todos los cristales por delante de ellos y algunas estructuras, su grito no paso desapercibido y, tal como quería Jeffrey, los zombis X comenzaron a aparecer en bandadas arremetiendo en la dirección de todo el equipo.

THIEF: principios de caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora