C A P Í T U L O 8

127 21 6
                                    

Jared

—Yo quiero Froot Loops —pidió Alisson agarrando la caja de cereal para mostrármela.

—Yo quiero cereal de chocolate —refutó James con los brazos cruzados.

—James, llevamos chocolate la última vez.

—Si me lo dices tú, no me importa —le sacó la lengua.

—Llevaremos Froot Loops —zanjó Alisson.

—Chocolate.

—¿Quién eres tú para decidir?

Tiró la caja hacia el pecho de James, provocando que luego cayese al suelo y que una señora a pocos pasos de nosotros nos mirara extraño.

—Tu hermano mayor —se jactó el gemelo con orgullo.

Masajeé el puente de mi nariz y suspiré.

—James, si eres el mayor, entonces compórtate como tal —intervine, señalando la caja en el suelo—. Alisson, recoge eso.

Ambos se quedaron en silencio, siguiendo mis indicaciones y yo tomé dos cajas de cereal con frutos secos y la metí en el carrito.

—Si tanta dificultad hay para escoger, entonces llevaremos el favorito de mamá —decidí.

—Acabas de meter dos —señaló James.

—Pudiste haber metido uno de cada uno, entonces —refunfuñó Alisson.

—Los de mamá son mucho más baratos —indiqué, antes de señalarlos a ambos—. Y esto también les enseñará comportarse entre ustedes y comenzar a llevarse bien.

James bufó.

—Ya suenas como mamá.

—Tal vez no lo haría si no estuviese de compras con dos niños. —Me crucé de brazos—. Hay una larga lista de cosas que llevar, así que divídanse los objetos y comiencen.

—Yo me encargaré de la comida —informó Alisson, agarrando la lista que James también comenzaba a tomar.

—Yo lo haré —refutó mi gemelo.

Rodé mis ojos y tomé las cuatro listas que entre todos habíamos armado con las necesidades de cada uno y las separé. Les di una al azar y yo me quedé con la lista de la comida, dado que nunca acabaríamos si los dejaba discutir de nuevo.

—Yo iré por la comida —decidí—. Así que los quiero aquí en treinta minutos con lo que tienen en sus listas.

Mis hermanos menores se miraron con desafío y comenzaron a correr por el supermercado con un solo objetivo en mente que distaba de hacer las compras de forma rápida: ganarle al otro.

Peiné mi cabello hacia atrás con frustración y suspiré cansado al tener que convivir a diario con adultos que se comportaban como niños. No entendía la razón por la que James y Alisson se trataban tan mal, teniendo en cuenta lo mucho ambos protegían al otro, pero a veces sus discusiones se salían tanto de control que me preocupaba que algún día llegarán a un punto de no retorno.

No me gustaba que fueran tan lejos al momento de molestarse.

Me dirigí a la sección de los conservantes y encurtidos con carrito en mano y me adentré al pasillo mirando productos y marcas para cerciorarme de que se trataba de lo que estaba indicado en la lista. Diane a veces era demasiado específica con las cosas que pedía y los chicos demasiado idiotas con lo que colocaban en las listas.

Me detuve ante los frascos de encurtidos, intercalando la mirada entre dos marcas distintas de un mismo producto. En la lista mamá especificaba la marca, pero ambos productos se veían igual, por lo que no tenía idea de qué llevar. En un renglón había un solo frasco y en el contiguo había un montón, por lo que mi lógica me dijo que si había solo uno en el lado izquierdo, tendría que ser muy bueno si estaba acabándose.

El enigma de Derek  [P#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora