Te Odio Pero Te Amo

Perdón

Al día siguiente me levanté con un ligero dolor de cabeza, fui hasta el comedor donde estaba Dustin desayunando con mi tía.

-¿Irás al club en la tarde prima?- Me dio un vaso con jugo de naranja

-No lo sé

-Lo correcto sería no ir, debería decir que estás castigada- Mi tía me miraba con ojos tan tiernos que no podía creer que ese era su regaño

-¡Oh! Vamos mujer, Artemiza es pieza importante en el club- Contestó Dustin dando un leve golpe en la mesa con sus puños

-De acuerdo- Rodó sus ojos-Por cierto Artemiza estaré fuera el resto del día iré con unas amigas ¿quiéres acompañarme?

-No, muchas gracias tía prefiero quedarme en casa a descansar- Señalando la venda en mi cabeza

Después de desayunar me dejaron sola, me quedé recogiendo los platos para después lavarlos.

Tenía la casa para mi sola así que no dudé en poner la música a todo volumen.

Había tomado la escoba como micrófono y guitarra según lo ameritaba la parte de la canción, estaba dando vueltas hasta que veo a alguien asomado por la ventana que estaba a lado de la puerta.

Sin bajar el volumen le abrí la puerta a Eddie pero sin dejarlo pasar.

-¿Qué quieres? Estoy ocupada

-Es lo que veo- Estaba tratando de ocultar su sonrisa transformando su rostro en una extraña mueca.

Tomé la puerta de la perilla para cerrarla y continuar con mi concierto cuando lo detiene con su mano.

-Vengo a hacer las paces- Sacó de su mochila un par de películas de terror y una pizza que tenía forma de carita triste con la ayuda de la piña y el jamón- La pedí para este momento

-Estas demente- Arrebaté la pizza -Piña en la pizza creí que la rara era yo

Lo invité a pasar, saqué un par de vasos desechables y refresco que había en la nevera para comer la pizza en la sala mientras veíamos las películas.

-Artemiza de verdad discúlpame anoche me comporté como un cretino

-Así es

-¿Me puedes perdonar?- Pusó ojitos de perrito regañado

-Mmmmm....- Lo estaba fulminando con mi mirada- De acuerdo

Me dió una sonrisa que mostraba todos sus dientes -Entonces ya puedo ver la película

La tarde se pasó muy rápido, Dustin llegó y se sentó con nosotros para ver el final de la cuarta película que habíamos visto.

-Es hora de irnos al club- Se levantó Eddie al acabar la película -¿Vienes?- Extendió su mano hacia la mía

-De acuerdo

Como era costumbre dejé que Eddie manejara mi bici mientras me aferraba a su delgado cuerpo, habían empezado unas carreritas entre él y Dustin así que íbamos más rápido de lo normal.

Era increíble pero había sido un empate, comenzaron a pelear por el primer lugar como niños chiquitos. Decidí dejarlos afuera mientras entraba a la bodega donde estaban los demás chicos.

-Eres una chica popular- Anunció Lucas

-¿Por golpear un grupo de chicas mimadas?- Me senté a lado del trono de Eddie quien era el líder de esta campaña.

-Algo así, te has convertido en la chica ruda, en la peligrosa...

-No ya me habían etiquetado asi- Pregunté desconcertada