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Capítulo 1

Seis años atrás.

Nunca imaginé que, siendo tan joven, pudiera tener un matrimonio como el que tengo y muchas quisieran tener, no obstante, una carrera exitosa y una buena vida.

A mis veinticinco años y cinco años de casada, las estadísticas apuntan que casarse joven es estancarse.

A la mierda con eso, Harry y yo somos felices, aunque puede que él me gane con esa felicidad.

El sexo es bueno, la comunicación es excelente, pero me está matando su ausencia.

Por supuesto, uno que otro problema como cualquier pareja de casados, pero auténticos, siempre auténticos. Terminé mi carrera universitaria de economía mientras Harry entraba en el mundo de los lobos como corredor de bolsa en Wall Street de Nueva York y luego su salto a CEO en su propia.

Lo tenemos todo, menos los hijos, aunque esos vendrán tarde o temprano, lo puedo sentir. Mientras Harry y yo hacíamos el amor en la bañera esta mañana, atisbé esa mirada de cachorro de querer pedirlo.

Un hijo.

Desde luego que no. No me siento preparada. Soy hija única de padre y madre, de hecho, me tocó crecer sola desde temprana edad. A diferencia de mi hermana mayor Sidney, fruto de una aventura de mi padre mientras estaba casado con mi moribunda madre. Nunca había sido tan unida a alguien después de mi marido que con ella. Es mi mejor amiga. Y mi problema es ése, temor de formar mi propia familia después de haber quedado huérfana tan joven y de haber tenido un padre infiel, mientras mi madre moría lenta y dolorosamente de cáncer de hueso.

Harry dice que debo superarlo.

Bueno, Harry dice muchas cosas. Y yo por otro lado debo dolorosamente callarme otras.

Pero, aunque Harry es el amor de mi vida y yo el suyo, estoy muy lejos de ser perfecta como él. ¿Razones? Muchas, pero por los momentos solo puedo decir una.

Una.

Tengo un amante sin siquiera desearlo.

Soy infiel, aunque no debo serlo. Pero lo soy, no estoy orgullosa de ello y todos los días me prometo a mí misma y a Dios si existe, que voy a parar. Pero no es cierto.

Él no me deja hacerlo.

Bien, te diré que al principio sí me sentía mucho más culpable por lo que hacía. Por lo que hago. Ahora ya no sé si soy una víctima o una marioneta.

Hay culpabilidad cuando voy de regreso a casa, pues estoy un poco nerviosa, pero en cuanto veo que todo está bien, que nada ha cambiado y que nadie se ha dado cuenta, me siento mejor y se me pasa todo el mal sentimiento de culpabilidad.

Y todas las lágrimas valen la pena mientras Harry esté a salvo.

Y por supuesto Damien ya está tramando la siguiente cita conmigo, ése es su nombre, Damien Walk, también economista, lo llamaría "jugador".

Lo conocí hace muchos años, antes de conocer a Harry, de hecho, me fui primero a la cama con Damien que con Harry.

Damien era buen amante, no puedo compararlo con mi marido. Pues llenaba necesidades diferentes. Harry es romántico pero ausente, muy trabajador―demasiado diría yo― y a veces un poco misterioso.

Por otro lado, Damien es un espíritu libre, a diferencia de él y Harry es que Harry es celoso y sobreprotector, Damien no, a él no le importaría compartir a su mujer con otro hombre, en la misma cama.

Una Criminal CulpableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora