A TU LADO YO ESTARÉ

PELEAS (CAP 38)

Egipto, tierra de faraones, una cuidad llena de arena y anécdotas antiguas que se remontan a los orígenes de la humanidad.

A la distancia se pueden ver las dunas que esconden secretos tragados por las tormentas de arena al paso de los siglos.

Egipto esta lleno de recuerdos para Aziraphale, al pasar por las calles recordó cada aventura que tuvo en este desierto, espero a Crowley y Sariel.

Se alegra al saber que Crowley se haya puesto de acuerdo con Sariel para está salida los 3 juntos, podría explicarle a Sariel como la cuidad cambio al pasar de los siglos, contar anécdotas que tuvo con Crowley y contar anécdotas de Sariel a Crowley.

Se encontraba paseando entre ambulantes, rodeado de gente, cuando su cuerpo se erizo.

¿Es él?

No, tenía que ser un error, sabe que fue encadenado a unos kilómetros de la ciudad, en medio del desierto para que nadien diera con él por casualidad.

Quizás es otro demonio similar.

Se alejo de la multitud, ver desde afuera del cuadro de ese modo podría saber de quién se trataba.

¡Es Hastur! Gracias a quien sea... Pensé que...

Lástima, el ángel hizo lo que nunca se tienen que hacer, lo que Michel le enseñó.

Nunca bajes la guardia, un segundo y estás muerto.

Hastur se rió al ver cómo Azzrus golpeaba al rubio, corrió a unirse a la diversión. Tiro un golpe que dio al aire.

— ¡Maldito! No te puedes esconder. — Exclamó enojado.

Azzrus no dejaría que nadien a excepción de él tocará a su presa, espero siglos para este momento.

Usando sus poderes logro llevar al rubio al desierto, donde nadien escucharía sus lamentos y súplicas.

Aziraphale logro escapar de las manos del demonio, tomo distancia entre los dos.

— ¡No has cambiado! ¡Cuánto tiempo Azi! — Azzrus sonrió ampliamente.

— ¡No me llames así! — Le gritó enojado.

— ¿Por qué? — Dio vueltas al rededor de Aziraphale — Somos amigos ¿No?

— Nunca lo fuimos. — Se mantuvo en movimiento, nunca dejo de ver a Azzrus a la cara, nunca le dio la espalda — ¿Cómo es que escápate?

— Un amigo me saco, lo conoces bien, adivina.

— Hastur

— ¡Exacto! Me dijo MUCHAS cosas — Se acercó aplaudiendo — Sobre tu y el débil de Crowley, déjame decirte que me sorprendió eso y me ofende — Tocó su pecho — Creí que éramos amigos, pensar que me cambiaste por ese estúpido.

— ¡Nunca fuimos amigos!

— Tienes mejores opciones que ese estúpido.

— Cállate, no sabes nada

— Se que te dejo aquí, te alejo de tu otro amigo emplumado.

Me ha espiado...

— Sabes que las conciencias no existen Azi. El plan inefable, siempre hablas de eso — Recordó

— No te metas con ellos, esto es entre tú y yo.

— Nos falta uno ¿No crees? ¿Dónde esta? — Busco con la mirada sabiendo bien que era vez no vendría. — Se perderá la diversión.