A TU LADO YO ESTARÉ

TERRY EL PATO (CAP 33)

Habían llegado más tiempo de lo que esperaba, cargar las cajas no fue difícil, el reto de los 2 fue llegar las plantas de la librería al apartamento del pelirrojo. Eso y materializar al Bentley en su cocheras.

- Gracias ángel, no creó que haga podía hacerlo yo solo, son demasiadas plantas.

- Descuida me alegra saber que estas devuelta en tu departamento, las plantas podrán estar más tranquilas y necesitaban su espacio.



- Lo dudo, suelen ser algo flojas. - Paso sus dedos por las hojas de un palo de Brasil, sintió el miedo en las hojas templado, al menos esta vez podría gritarles a todo pulmón sin ser reprendido por su ángel - ¿Quieres una copa?

- Claro,me vendría bien para terminar la noche. - Le dio unos toques a una planta que tenía una flor.

- iré a buscar una buena botella

Entro a su cocina, las botellas estaban en unos anaqueles de madera de caoba, sacó 4 botellas, 2 copas y una bolsa de hielos. Encontró a su ángel en un sillón, se sentó en otro sillón para estar de cara con su ángel. Depósito las botellas en la mesa de cristal

- ¿No paso nada más? Aparte de las sospechas de Michel. - Alcanzó el vino tinto para servirse una copa y la de Aziraphale.

- No, estuve en la biblioteca del cielo y en mi cuarto, fuera de eso no paso nada importante. - Agarro su copa y susurro un "gracias querido"

- Me sorprende que estés aquí, conociéndote eres capaz de pasar años en esa biblioteca. - Dio unas vueltas a su copa, oliendo su vino.

- A mi también, por eso le pedí a una amigo que fuera a verme en unas horas, en caso de que se me pasará el tiempo. - Dijo tan casualmente, como si siempre hablara del cielo.

Crowley tuvo que mantener su cara de póker, tenía curiosidad de esto. Aziraphale no suele hablar mucho del cielo aparte de sus misiones he incluso eso fue hace unos siglos, solo mencionaba a los arcángel pero fuera de eso no sabía nada.

- Por suerte para mí - Encendió su TV para mantener un ruido de fondo - ¿Puedo saber quién es ese amigo? Nunca hablaste de él.

- Ah - se dio cuenta Aziraphale de su desliz de lengua - Es un viejo amigo, muy amable y divertido. - Sonrió en pensar en Sariel, no dudaba que en estos momentos estaría en el cielo jugando, sonrisa que no paso desapercibida por Crowley -Le perdí que fuera por mi a la biblioteca sino salía en una par de horas, además quería verme antes de volver a la tierra.

- Ya veo... - Solo un amigo.

- Ahora que lo pienso - Dio unos golpes pequeños con sus dedos el sofa - Él no sabía que detuvimos el apocalipsis, no sabía que Gabriel fue degradado por 1 año, pensó que solo subí a saludar.

- ¿Solo a saludar?¿ Esa fue tu mejor escusa?. - que tierno mi ángel. - Entonces no saben nada de tu juicio.

- No, ni él ni nadien en el cielo, todos piensan que fue bueno detener el apocalipsis. - Le dio un sorbo a su vino - Además nadien sabe lo de Gabriel, saben que fue a la tierra pero no saben él por qué.

- Es raro ¿Por que ocultar eso?

- No lo se, pero te pido un favor Crowley. - Le miro directo a los ojos, bueno a los lentes.

- Lo que sea ángel, solo pide - Le sonrió - ¿Que es?

- Si algún ángel llega a la tierra no le digas nada del apocalipsis, de Gabriel y de los juicios. No quiero que se enteren de eso. - Quería que cualquier ángel se mantuviera al margen de la situación, en especial Sariel. No sabía cuándo volverá a la tierra pero quería ocultar todo.