A Crowley no le gusta que Gabriel viva con Aziraphale y se le ocurre un plan para estar cerca de su ángel.
Gabriel es condenado a pasar una temporada en la tierra, a vivir como un humano, ver lo importante que es la vida en la tierra y a comprender...
Aziraphale tuvo un pesadilla esa noche, no era por el vino, no era por el frío. No sabía por qué lo tuvo, fue una desgracia.
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Estaba caminando en el parque con el sol en lo alto, junto a unas niños que le pedían dulces, cuando de repente una fuerza oscura se apoderó de él, inmovilizandolo por completo, la luz del sol se apagó de repente dándose cuenta que el escenario era otro, en un cuarto oscuro iluminado por alguna tenue luz desconociendo el origen de la misma.
Busco en todas las direcciones una salida o alguien que le ayudara, sintió un calor infernal por todo su cuerpo, trataba de chasquear sus demos y zafarse de aquella situación. Sintió algunas lágrimas caer cubriendo sus mejillas, trato de razonar con él ser que lo apretaba, tenía que hacer algo o terminaría muriendo en el acto. Llamo a Crowley pero no funcionaba, con cada grito su voz se cortaba más y perdía gran cantidad de valioso oxígeno en sus pulmones.
Tenía miedo, hace mucho que dejó de tener esos sueños, siglos para ser sinceros, tenía que calmarse sabía que hacer, comenzó a controlar sus respiraciones y repitiéndose en la cabeza "es un sueño, no es real, todo estará bien, despierta" una y otras vez, aunque está vez el sueño se sentía tal real, muy pocos veces lo sentía con una fuerte intensidad.
Crowley por su parte tenía un sueño... Diferente por decir. Estaba en su departamento de Menfy viendo la T.V cuando toda la temperatura bajo drásticamente, las ventanas tenían un poco de nieve y su cuerpo se entumecido, trato de calentar su hogar pero sus milagros no funcionaban, sus plantas antes verde se habían cubierto de una capa de hielo, si seguía así terminaría hecho un gran bloque de hielo, jugó su carta maestra convirtiéndose en una serpiente de 2 metros así podría mantener algo de calor en él, trato de buscar una salida pero le costaba moverse.
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No supo cómo pero de repente una energía brillante se presento en medio de su sala, serpentío hasta estar rodeado de esa energía mágica que le calentó sus escamas. Necesitaba más, enrrollo todo su cuerpo en la energía, felizmente estaba salvado, saco su lenguaje bífida para oler la superficie, sabía a miel, comenzó a dar lengüetadas en la energía, estaba feliz, un buen sueño si se lo preguntan.
