Capitulo 47: Las aventuras de Vulpesregina

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Hola Pergaminos y Nazarins, les traigo otro capítulo de mi fanfic El que Volvió, una vez más con Vulpesregina.

Algunas aventuras ligeras, la calma antes de la tormenta.

Con ustedes

El Que Volvio

Capitulo 47: Las aventuras de Vulpesregina

Nos días siguientes, Vulpes fue presentada a su nueva casa y sus habitantes.

Las Pléyades siempre ayudaban en los cuidados cuando no estaban ocupadas.

Cuando Entoma la llevó hasta Arwintar, la zorra inmediatamente se hizo amiga de las gemelas bajo el cuidado de Inta. Jugaron tanto que casi fue imposible separarlas cuando era hora de irse.

Dentro de la Tumba, nunca faltaba alguien para prestar atención. Las empleadas homúnculos quedaron encantadas al enterarse de que alguien de Nazarick ahora tenía una hija.

Los Guardianes de los pisos discutían y celebraban varias reuniones para descubrir cuál era la intención de su maestro al permitir tal cosa.

Demiurge imaginaba que todo era parte de un plan para reunir seres con talento para servir a la Tumba, ya que Vulpes podía ver lo invisible y tenía una gran habilidad para pasar desapercibida.

Aura se imaginaba entrenando a una gran zorra en algún momento.

Mare solo veía a un bebé bonito.

Cocytus estaba extasiado desde que, en una oportunidad, la niña se lanzó sobre sus hombros y empezó a reír mientras él corría; mal podía esperar para ser llamado tío.

Shalltear y Albedo estaban en sus delirios sobre su maestro queriendo tener hijos.

Por otro lado, Ainz estaba contento al ver cómo la niña había generado un cambio en la actitud de Lupus, una esperanza para el desarrollo personal de los integrantes de la Tumba.

Un cierto día, él estaba solo en la sala del trono, ya que Albedo estaba fuera junto con Renner, su nueva secretaria. Por ello, se sintió cómodo ojeando algunos documentos fuera de su oficina, cuando de repente escuchó una voz susurrante.

- ¿Vulpes, dónde estás, niña? ¡Vulpesregina Beta, aparece ahora mismo!

- ¡Hola! ¿Eres tú, Lupusregina?

- ¡Ainz-Sama! Perdóneme, no sabía que usted estaba aquí. Me retiraré de inmediato.

— No es necesario que salgas de Lupus, solo estoy revisando unos documentos, ¿cómo has estado?

- Bueno, mi señor, Vulpes ha estado tomando mucho de mi tiempo, NADA QUE ME DISTRAIGA DE MIS DEBERES.

- No te preocupes, sé que has tenido mucha ayuda para entretenerla. Pronto comenzará a tener clases, así que ella estará ocupada, fu! fu! fu!

- Si logro encontrarla en este tiempo...

- ¡Ah! Sé dónde está.

- ¿En serio? ¿Dónde, mi señor?

- Aquí, toma. - dijo estirando una pierna y exponiendo a la niña zorra que estaba colgando, roiendo el Tobillo Supremo.

- ¡VULPESREGINA!!!
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Os días pasaron sin grandes acontecimientos. Albedo se dirigía a entregar uno de sus informes en el despacho de Ainz y, si era posible, tener un momento con su maestro. Golpeó la puerta, que se abrió.

- Lady Albedo está aquí para verlo, Lord Ainz. - anunció la empleada a cargo del día.

- Por favor, déjela entrar, Cixous.

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