Capítulo 68: Cura

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Hola Pergaminos y Nazarins, estamos casi al final de otro arco en mi fanfic El que Volvió.

Ainz necesita volver a mostrar su poder curativo.

Con ustedes

El que volvió

Capítulo 68: Cura

La declaración de Antilene era impactante. A pesar de que el ejército del Rey Hechicero se estaba retirando, ahora contaba con cientos de miles de soldados agregados a sus filas, muertos reanimados que seguían todas las órdenes de Ainz Ooal Gown.

- S-su Majestad, esta información es... perturbadora. Nos gustaría poder discutir estos acontecimientos de manera más calmada, así que, si es posible, le pedimos que nos dé algunas horas.

- Lord Murios, estoy aquí de buena fe como un acto de cortesía, solo para que no tomen decisiones basadas solo en escasas noticias - alfileró Ainz. - Tómense el tiempo necesario, esperaré su decisión, aprovecharé para ver sus paisajes. Con permiso.
Ainz salió de la sala acompañado de reyes, emperadores, reinas y princesas.

- Su Majestad Ainz Ooal Gown y otras autoridades han abandonado la sala -anunció Albedo de manera solemne, mientras los presentes mantenían la cabeza baja en señal de respeto. Solo Tsai/Riku no se movió.

Al salir de la sala de reuniones, un paje tembloroso indicaba otra sala de descanso al final del pasillo.

Todos se dirigieron allí.

Dentro de la sala, Ainz se dirigió a sus invitados.

- Quisiera agradecerles a todos por ceder algunas horas de su valioso tiempo. Sé que todos están muy ocupados, pero tomo esta ayuda como un favor personal.

- Su Majestad nos honra con tal solicitud - dijo Gondo.

- Esperamos tener otras oportunidades para reunirnos - dijo Jirnvic.

- Claro, estoy planeando visitar el Reino Dracónico en las próximas semanas. Tal vez todos podamos encontrarnos allí - dijo Ainz, sorprendiendo a todos, incluida Albedo.

- S-sí, Su Majestad.

- Jircniv, ya te he pedido que me llames Ainz.

- Sí, Ainz-Sama - hablo el emperador, agregando el honorífico de todos modos.

- Bueno, creo que esperaré aquí. Pediré un portal para llevarlos a casa. Adiós, Reina Draudillon, espero con ansias la recepción. Adiós Gondo, siempre es bueno verte de nuevo. Adiós Jircniv, tengo muchos planes relacionados con el Imperio, nos vemos pronto. Adiós, Rey Mare, en cuanto sea posible, visitaré tu reino - habló Ainz, avergonzando al elfo, asustando al humano, alegrando al enano y dejando a la draconiana llena de esperanza.

La invitación fue completamente inesperada para Albedo, una reunión de todos los aliados, a realizarse en pocas semanas. ¿Qué estaría planeando su amo? "¡Quizás anunciar nuestro compromiso!", soñaba la súccubus.

Después de que los soberanos se fueran, quedaron Ainz, su comitiva personal y la princesa Renner, quien, después de una rápida mirada de su maestro, anunció.

- Con permiso, Su Majestad, creo que iré al baño.

Renner salió de la sala en busca del lugar. Sabía que era tonto anunciar tal hecho en voz alta, pero todo estaba planeado. Podría haber alguien escuchando o observando, así que nadie estaría en alerta sobre un hecho tan común.

Después de recorrer algunos pasillos, encontró el baño. Algunos momentos después, salió. Al principio, parecía confundida, miró en ambas direcciones y luego señaló a ambos lados, como si estuviera tratando de decidir hacia dónde ir. Finalmente, pareció que debería ir hacia la derecha, el lado opuesto de donde había venido.

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