Capítulo 75: Convicción

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Hola Pergaminos y Nazarinos, Mr.Bones con otro capítulo de mi fanfic El Que Volvió.

Remedios tiene una conversación esclarecedora.

Con ustedes

El que volvió

Capítulo 75: Convicción

Demiurgo no estaba nada contento con su propio desempeño.

Su creador lo hizo para ser un maestro estratega, alguien que estuviera decenas, si no cientos de pasos por delante de cualquier oponente, capaz de prever eventos solo basándose en escasas informaciones. Pero no había logrado prever varios puntos importantes del Plan de su señor. No solo eso, su maestro tuvo que intervenir directamente en algunas ocasiones, incluso se impuso el hecho de que sería probado con el tiempo, como se hizo con Cocytus al tratar con los hombres lagarto. Pero, en su caso, el Ser Supremo crearía situaciones donde sería necesario adaptarse rápidamente; la sumisión del Imperio fue un ejemplo.

Ahora Demiurgo no sabía en qué momento dichas alteraciones del plan generarían los cambios más probables. Se había estado preparando para estas situaciones desde que perdieron el control en Re-Estize.

Aunque no estaba trabajando directamente con Albedo y era responsabilidad de ella el escenario de Re-Estize, ambos no pudieron anticipar los acontecimientos que siguieron por culpa del humano Philip. Pero, su maestro, a pesar de saber lo incapaz que era el humano, aún así lo mantuvo. Las acciones del completo idiota elegido como títere resultaron en una acción impensada que llevó a la caída del reino.

Tal cosa no podría ocurrir bajo su responsabilidad, y aún así Demiurgo ya había cometido dos faltas.

La primera fue no ver el potencial de Neia Baraja. Para él, la escudera era un peón que serviría como vendedora de las artes rúnicas, elegida solo por su atrevimiento al interrumpir la audiencia de su maestro con el grupo del Reino Santo. Para su sorpresa, su maestro no solo la mantuvo como su propia escudera, sino que también la resucitó durante la invasión. Su propósito solo se mostró cuando todo ya estaba casi terminado. Su devoción generó una nueva religión que ahora predominaba entre la población.

Subestimar la importancia de los humanos parecía ser un lema recurrente: Philip, Neia y ahora Remédios.

Durante los acontecimientos de la invasión de Jaldabaoth, la paladina fue considerada una antagonista, realizando el servicio de ser una oposición desequilibrada a la ayuda del Rey Hechicero. Después de la invasión, fue descartada. Demiurgo pensaba que ya no sería útil, ya que prácticamente entró en estado catatónico. Su intención sería usar esa locura en un futuro intento de asesinato de Neia Baraja, pero con su eventual "muerte", esta línea del Plan fue abandonada.

Esta fue su segunda falta.

Debido al estado de degradación del cadáver encontrado quemado, no era posible confirmar su identidad, mucho menos suponer que Remédios fingiría su muerte. El cuerpo sería examinado posteriormente, pero no era una prioridad. Sin embargo, cuando fue robado y luego destruido, solo se imaginó que se había perdido un objeto de estudio, nada valioso.

Demiurgo, por orden de su maestro, envió cada Hanzo y Demonio de las Sombras disponible para investigar el grupo misterioso que se atrevía a interferir en los asuntos de Nazarick. Aún no habían sido localizados, pero, para su sorpresa, se encontró otra cosa en las tierras del sur.

Después de descubrir que la tensión impuesta a los nobles sureños estaba dando frutos más temprano de lo esperado, fue necesario entender qué estaba causando esa aceleración. Un comandante desconocido estaba presionando a los nobles, se estaban ejecutando estrategias con eficiencia y diligencia.

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