Interludio 9

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Hola Pergaminos y Nazarins Mr.Bones trayendo otro interludio de mi Fanfic: El Que Volvió.

Seguro que había prometido que el próximo arco sería la tormenta, pero se me ocurrió escribir algo más antes de eso, así que esto es mientras Ainz viaja con los gemelos en el Reino de los Elfos, disfrútenlo.

Las Rosas Azules llegan a E-Rantel y se sorprenden.

Con ustedes

El Que Volvio

Interludio 9

Después de semanas en la carreta, el viaje casi llegaba a su fin.

- Has cambiado, antes eras más genial.

- ¿En serio?

- ¡No! Ahora eres más amable, Bajita. Hablas más, estás más relajada, pareces otra persona.

- Quizás es porque me quité el peso de ese secreto.

- Ves, antes me habrías mandado callar, hoy pareces bastante razonable.

- ¡Cállate, montaña de músculos! - dijo Evyleye pateando la espinilla de Gargaran.

- Y ahí está ella de vuelta - rió la amiga mientras se frotaba la pierna.

Quien conducía la carreta era una de las gemelas, Lakius estaba sentada a su lado, Gargaran y Evileye en la parte trasera de la carreta.

Ella miraba a sus amigas, habían pasado décadas desde que estuvo tanto tiempo sin su máscara, ahora podía ver libremente sus ojos, sus cabellos ondeando al viento y brillando al sol, el sudor deslizándose por sus rostros, la sangre fluyendo por sus venas, la sed aún venía, con menos intensidad ahora que comía regularmente, pero la tentación era fuerte. Mantuvo una sonrisa mientras trataba de pensar en otra cosa, pero el único recuerdo que vino a su mente fue el primer día de clases.

La vampira que se hizo cargo de su educación se llamaba Shalltear Bloodfallen, dijo ser ministra de transportes del Rey Feiticeiro y que estaba allí para ser su maestra. No había motivo para dudar de sus palabras, después de su primera comida, la dejó ir.
...................

- Muy bien, niña, puedes limpiarte y volver con tus amigas. Mañana nos encontraremos en un lugar nuevo.

- Me hiciste matar a alguien... beber su sangre.

- Como si nunca hubieras matado a un humano antes, además, yo no hice nada, fue elección tuya. Podrías haberlo matado sin morderlo.

- Ust... a Señora me dijo que no usara las manos y los pies.

- Y te dije que fueras creativa, pudiste haberle dado un cabezazo, usar un hechizo, podrías haberle sentado en la cabeza hasta asfixiarlo, tú elegiste morderlo.

Evileye dejó caer la mandíbula.

- Us... a Señora me habría detenido.

- Nunca tendrás certeza de eso Hi! Hi! Ahora ve, mi alumna, tengo cosas que hacer-arinsu.

Al llegar al campamento, la vampira se sentó en un tronco, el olor de sus amigas la hacía sudar desesperadamente, su garganta se secaba, sus uñas se clavaban en sus manos, el temblor constante y el desesperado deseo de alimentarse. No era el frenesí incontrolable de la primera transformación, pero era algo similar a un adicto tomando su primera dosis después de años. Además, los murciélagos pueden beber el 200% de su peso en una sola noche, no sería un humano flaco el que saciaría su sed.

Fue una noche difícil en la que su fuerza de voluntad fue puesta a prueba y luchó lo máximo que pudo. Al final, cada animal en un radio de un kilómetro del campamento terminó muerto, ya no tenían el mismo sabor, pero fue suficiente para aplacar su sed.
..............

- ¡Hemos llegado! Prepárense, estamos en E-Rantel - dijo Lakius sacando a la vampira de sus pensamientos mientras la otra gemela caía a su lado.

Entraron en una larga fila hasta llegar a la puerta, donde la carreta fue inspeccionada y todas bajaron para pasar por la aduana. Su visita sería para conocer el Reino Feiticeiro, y si era necesario, llevar información a posibles aliados, pensaba Lakius.

Pero desde que Evileye se abrió sobre su naturaleza, insistió en que pudieran ver más cosas y con otros ojos, todas imaginaban que quería contactar a Momon, por razones obvias.

Dentro de una sala, esperaron para pasar por el taller de aclimatación obligatorio para los nuevos visitantes. Fue entonces cuando vieron a la Empregada Demonio parada en medio de la sala. Todas pensaron que era una emboscada e intentaron sacar sus armas, pero ninguna las estaba usando, todo se entregó antes de entrar.

Entoma las miraba directamente y las siguió mirando todo el tiempo, nadie se movía ni parpadeaba. Entonces la puerta se abrió y de allí salieron las personas que terminaban la sesión, entre ellas dos niñas sonrientes que se lanzaron a los brazos de la empregada.

- ¡Oneesan! ¡Oneesan! Y ¡VULPEEEES!

La Empregada se quitó su máscara, algo que hacía con mucha más frecuencia últimamente, besó a las niñas mientras abrazaban a una niña zorra.

Entoma volvió a mirar a las Rosas Azules y la vampira recordó lo que le había dicho esa vez: "¿Quién querría un monstruo con olor a sangre como tú cerca?"

En ese momento, un hombre alto, joven y de aspecto guapo y adinerado se acercó, abrazó a la empregada y la besó.

- INTA ESTÁ BESANDO ONEESAN, INTA ESTÁ BESANDO ONEESAN, ¡VAMOS A CASARNOS! ¡VAMOS A CASARNOS! - cantaban de forma infantil las niñas.

Las Rosas Azules miraban con asombro, Evileye estaba segura de que la Empregada Demonio, durante todo ese tiempo que las miraba, había estado sonriendo victoriosamente.

El que volvioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora