El que volvio

Capítulo 09: En Las Cloacas de la Loucura

   Hola Pergaminos y Seguidores de la Justicia, Mr.Bones con el capítulo 09.

   Este capítulo es un poco más largo para no cortar la acción, también hay un cambio en la forma de escribir, casi no hay diálogos, estoy probando diferentes estilos, espero que les guste, comenten y compartan el link, gracias.

   Con ustedes

   El Que Volvio

   Capítulo 09: En las cloacas de la locura

   Zesshi cayó por el agujero que abrió, golpeando el fondo de la alcantarilla con un fuerte impacto. Incluso sin la más mínima luz, podía ver en la oscuridad, ya fuera porque era semielfa o porque tenía elementos que le permitían hacerlo, no importaba, pero al ver dónde había aterrizado, tal vez preferiría no tener esa habilidad.

   Kami Miyako era la ciudad humana más antigua existente en este mundo. Creado a partir del legado de los Seis Dioses, fue construido con innovaciones que no existían en otros lugares, uno de ellos fue su sistema de alcantarillado, hecho con el fin de evitar inundaciones, se amplió a medida que la ciudad crecía y hoy se ha convertido en un laberinto debajo la ciudad, un laberinto por donde pasaban todos los desechos. Aunque no había un sistema de alcantarillado en todas las casas, solo significaba que la suciedad venía directamente de las calles y todo terminaba siendo arrastrado a través de los túneles hasta desembocar en un sistema de cuevas que probablemente conduciría al océano.

   Las alcantarillas son el hábitat perfecto para varias criaturas, ratones, arañas, limos, lagartijas, insectos, estos animales prosperaron en este entorno, algunos crecieron y se multiplicaron a tamaños incompatibles, luego comenzaron a extenderse a la superficie. Cuando esto sucedió, se contrataron aventureros para exterminar a estos parásitos, pero a veces se encontraron con cosas más grandes de lo que podían manejar.

   Cuando alguien desaparecía o no regresaba del servicio, se enviaban más aventureros a buscar. Lo que rescataban a veces era la parte de un cuerpo y la criatura que lo tomaba, generalmente una rata gigante, una araña monstruosa sentada en su tela con perros y gatos atrapados en ella. Pero de vez en cuando algo salía del exterior, de las cuevas, aunque hay rejas y portones que impiden el libre paso, pero no se mantienen adecuadamente, por lo que grandes criaturas entraban y hacían sus nuevos nidos en este acogedor ambiente.

   Probablemente fue algo como esto lo que arrebató el cuerpo de Clementine, se llevó a la guardia ya todos los desaparecidos en las últimas semanas. Zesshi podía manejar a cualquier criatura con la que se encontrara, después de todo, nada la rivalizaba... hasta ahora. Su fuerza era indiscutible, su entrenamiento excepcional, con poco más de 10 años era más fuerte que los aventureros de nivel oro y, en el mejor de los casos, estaba molesta. Tener que bajar aquí era agotador, pero quería asegurarse de encontrar el cuerpo de Clementine yantes de que la criatura tuviera tiempo de digerirlo, pero el rastreo no era su punto fuerte.

   A pesar de su obvia deficiencia, en la alcantarilla por ahora solo había dos direcciones a seguir. Estaba a punto de tomar el camino equivocado cuando notó que las ratas venían corriendo desde el otro lado, así que ahí era donde debía ir.

   La claustrofobia infligida por este lugar habría sido opresiva para cualquiera, pero Zesshi estaba acostumbrado a los estrechos pasillos de la bóveda. Estar sola ya no la molestaba, pero aun así, la sensación de que algo la observaba era continua, y cada vez que pasaba por la entrada de otro túnel o tubería sentía que algo iba a saltar sobre ella.

Siguiendo el túnel hasta una bifurcación, fue nuevamente guiada por el escape de las ratas, atravesando un túnel particularmente lleno de suciedad y desechos, las paredes cubiertas de baba, el lugar perfecto para que proliferaran los limos, pero extrañamente no había ninguna, solo las el escape de las ratas y arañas indicaba que algo vivía allí.