destellos de amor - Jakehoon

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Nota: es gracioso como está historia agarro otro rumbo cuando la idea principal era hacer algo mas romántico y menos suspensivo, jeje, en fin.

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Sunghoon realmente no entendía como acabo tan bajo.
Pues hace solo unos meses era un famoso patinador de hielo con tanto dinero que si podía se mandaba a hacer huevos de oro, pero, ahora se encuentra escondido en uno de los barrios más humildes de Corea.

¿Porqué?
Esa pregunta era triste.

Justo ahora se encontraba viendo en su laptop los comentarios de su publicación de instagram más reciente.

"Kim5678: Maricon, ew.

Lee_000: Oh no, igual siempre se notó que le gustaban las bolas, jeje.

Siu_park: Sunoo en su reciente live comento que los rumores eran ciertos, que ustedes eran pareja.

  Ninamoto respondió a siu_park: Fueron*

   Siu_park respondio a ninamoto: eso^^"

Sunghoon frunció el ceño después de leer los últimos comentarios, y procedió a buscar el user de sunoo presionando la teclas con enojo, y efectivamente acaba de terminar su live.

Abrió una nueva pestaña en Youtube, sabía que si eso era cierto habían que haber creado miles de clips.

Le dio "click" al primer video que encontro y para nada sorpresivamente, los comentarios eran ciertos.

El mayor apretó los puños con rencor y fruncía su ceño, estaba enojado, no, está enfurecido, juraba que si tenía al frente a ese niñato le arrancaría los testículos con sus propias manos.

- Maldito, sunoo...

No le enojaba el hecho de que Kim comentará que ellos en un pasado habrían sido pareja, después de todo, eso era cierto, lo que le enojaba es que el niñato fresa de su ex era consciente de que tenía múltiples amenazas de muerte por esa razón, y posiblemente lo había hecho por que sabía que sunghoon ya no estaba interesado en el si no en un castaño malhumorado, y eso le hervía la sangre.

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— ¡Último pedido de la tarde! — el rubio vio el chico que atendía el local, obviamente muy conocido para el, por algo estaba ahí.

Empezó a caminar de manera apresurada, acomodando su cabello y gafas de sol.

— Buenas tardes. — hablo con un leve tono de superioridad que no pasaba por desapercibido pero con una sonrisa cerrada. — quiero un capuchino y un-

— Oh, mis disculpas, pero en estos momentos el local se encuentra cerrado. — intervino el contrario con una sonrisa señalando el pequeño cartel que decía algo así como; "¡es nuestra hora de almuerzo, respete y vuelva más tarde!"

— Pero en el cartel de la entrada dice claramente "open" — hablo con obviedad y rechisto quitando sus gafas y poniéndolas en su cabeza.

— Disculpe por eso, justo lo vamos a arreglar. Si no es mucha molestia, le agradecería que volviera más tarde. — explicó el castaño todavía con una sonrisa.

— No, no lo haré, quiero mi pedido en este instante. — ordenó, alejando la vista de el castaño para poder observarse con la cámara de su celular.

El castaño suspiro, no era la primera vez que llegaba un cliente tan irritante, pero de igual manera le colmaba la paciencia.

—  Si eso constará de mi le aseguro que abría recibido su pedido, pero justo ahora los encargados de empacar y hacer se encuentran en su hora de descanso, yo solo recibo y entrego el pedido de el cliente, lo siento e insisto que vuelva más tarde.