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Adavertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse.

Vegetta odiaba las clases de Deportes

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Vegetta odiaba las clases de Deportes.

Sudando por todas partes, sintiendo que iba a desmayarse en cualquier momento, Vegetta trataba de respirar para no morirse. No en frente de los odiosos de sus compañeros.

―¡Que horrible te ves, tu grasa rebota, Vegetta! ―gritó Norman, pasando a su lado con sus amigos―. ¡Gordo!

Trató de ignorar los insultos, a pesar de que no era tan sencillo como aparentaba. Sin embargo, Vegetta no iba a llorar delante de ellos.

El profesor les gritó que dos vueltas más alrededor de la cancha y daría por terminada la clase. Vegetta iba a llorar si eso seguía así, sin entender los motivos de esa tortura física a la que los sometían. Más delante de él, Luzu iba corriendo-saltando, era un poco gracioso de ver, y mucho más adelante, Roier se entusiasmaba corriendo detrás de Pac y Mike, los mellizos híbridos de hámsteres que huían de él. Pobrecitos.

Lo peor no era, en realidad, correr a plena luz del sol a las tres de la tarde. Bueno, sí era malo, pero no lo peor para él. Lo peor era que, por el sudor, la camisa de deportes se le pegaba al cuerpo y marcaba más sus rollitos. Sentía demasiada vergüenza de que todos lo vieran así, pero no tenía alguna justificación para faltar, además de que sabía que eso le haría bien. ¡Si quería bajar de peso, no podía rendirse tan rápido! Es sólo que era algo difícil soportar la vergüenza que le invadía.

Ahora chilló cuando Norman volvió a alcanzarlo y le pellizcó el costado con fuerza. Se echó hacia atrás, jadeando por el dolor, y el híbrido de hiena lo soltó con un gesto burlón mientras sus amigos estallaban en carcajadas.

―¡Eres tan asqueroso! ―gritó, antes de salir corriendo cuando Roier se volteó y corrió hacia Vegetta, gruñendo.

―¡Son unos idiotas, no les hagas caso! ―habló Roier, agarrándole la mano para acompañarle en la última vuelta.

Vegetta le siguió, aunque desanimado por la situación. Roier, a pesar del sudor y el cansancio, se veía adorablemente bonito. Más adelante, Luzu también lucía así. El único que desentonaba en ese grupo era él, y la tristeza aumentó por eso mismo.

Todo empeoró cuando la clase terminó y el profesor los mandó a ducharse. Vegetta siempre era de los últimos en meterse, no quería seguir siendo objeto de burla, y Luzu le acompañó en esos minutos. No ingresaba al camerino sino hasta que todos salían, esperando en el pasillo y sentado en el suelo.

Estaba conversando con Luzu, que le hablaba sobre salir de camping el fin de semana, cuando del camerino salió Norman con su grupo de amigos. Vegetta rogó que pasaran de largo, que no lo tomaran en cuenta, pero no fue así.

―¿Por qué no vas a bañarte? ―dijo Norman, deteniéndose frente a él―. Tu olor es repulsivo.

―Mi o-olor está bien ―tartamudeó Vegetta, retrocediendo. Luzu parecía tan temeroso como él, pues estaban en presencia de carnívoros, que además eran alfas.

Wild Chipmunk ║FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora