Wild Chipmunk ║Fooligetta

16.

Adavertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse.

Foolish no era una persona violenta. Él siempre creía que las cosas se podían arreglar conversando y manteniendo la calma.

Sin embargo, esta no era una situación normal.

Agarró a Norman de las solapas de su camisa antes de empujarlo contra la pared. A su lado, Willy sostenía a Jeffry, presionándolo contra el suelo, mientras que Quackity y Cellbit se encargaban de sus otros dos amigos. La ventaja de tener amigos alfas y carnívoros, si quitaba a Willy, pero su primo podía ser tan salvaje como una pantera.

―Escúchame, idiota ―le dijo, con su voz grave e ignorando sus súplicas de que le soltara―, te lo diré una última vez si no quieres que me transforme y te rasgue la garganta ―alzó su barbilla―. Si vuelves a hacerle cualquier cosa a Vegetta, aunque sea un simple empujón, voy a matarte con mis propias manos, ¿está claro?

―Va-vamos, Foolish ―tartamudeó Norman, tembloroso y asustado―, sólo fue un jueguito, nada más...

―Uf, sí, y yo soy horrible ―escupió Willy, despectivamente―. Yo soy partidario de sacarles un ojo, quizás con eso aprendan.

Willy, a veces, era incluso más sádico que él. ¿Tal vez se debía a la mezcla de hámster y pantera? Foolish no podía saberlo con claridad.

―Y eso no sólo va para Vegetta ―añadió Cellbit, sacudiendo a Farfa―, sino también para Roier y Luzu. No vamos a seguir tolerando sus estupideces.

―Si cualquiera de los tres dice que los están molestando ―continuó Quackity―, nos desharemos de ustedes y nadie va a encontrar sus restos.

Esa fue amenaza suficiente para el grupito de hienas, que chillaron que jamás volverían a molestar a sus novios. Sin embargo, Foolish no soltó a Norman.

―¿Cómo puede gustarte? ―barboteó la hiena―. ¡Vegetta es tan desagradable!

Willy tuvo que saltar a alejar a Foolish luego de que la pantera le hubiera roto la nariz a Norman. La hiena se puso a llorar por el dolor, pero a Foolish no le interesaba en ese momento, porque ese estúpido sólo decía tonterías.

―¡Ya sabes, imbécil! ―gruñó Foolish, siendo alejado por Willy―. ¡La próxima vez te mato!

El cuarteto de alfas se aprovechó de la hora de almuerzo para ir en busca de esos idiotas, pues los profesores también estarían ocupados con sus comidas. Foolish tuvo que mentirle a Vegetta acerca de lo que iba a hacer, pero ahora, tenía muchas ganas de verlo y darle un par de besos. Su novio parecía algo deprimido ese día, y era evidente que era por la situación ocurrida con esos idiotas.

―Foolish ―habló Cellbit, ahora algo preocupado―. ¿Y si nos acusan?

―¡No lo harán! ¿Conoces a las hienas, Cellbit? ―contestó Willy, abrazándolo por los hombros.